La lluvia de estrellas Leónidas es un fenómeno anual que se produce cuando la Tierra cruza la corriente de partículas del cometa 55P/Tempel-Tuttle. Cada noviembre, estos fragmentos ingresan a gran velocidad a la atmósfera terrestre y generan trazos luminosos visibles desde distintos puntos del planeta. En 2025, el fenómeno será visible en Estados Unidos durante gran parte del mes, pero la mayor actividad se registrará a mediados de noviembre.
Fecha y hora para ver las Leónidas en 2025 desde EE.UU.
El punto máximo de la lluvia de estrellas Leónidas en 2025 está previsto para la noche del 16 al 17 de noviembre. La observación se recomienda principalmente durante la madrugada del lunes, cuando el radiante se ubique en una posición más elevada en el cielo. El evento astronómico también podrá observarse la noche siguiente, del 17 al 18 de noviembre, aunque con menor intensidad.

Según Earth Sky, la actividad máxima comenzará cerca de las 18 hs (UTC) del 17 de noviembre y se extenderá hasta el amanecer. En ese momento, el hemisferio terrestre que mira en dirección a su movimiento orbital se encuentra de frente a la corriente de partículas, lo que aumenta la probabilidad de avistamiento.
La Sociedad Estadounidense de Meteoros identifica a las Leónidas como una lluvia destacada dentro del calendario astronómico anual, aunque su intensidad varía dependiendo de la densidad de los restos cometarios que la Tierra encuentre en su trayectoria.
La actividad de este evento puede ser moderada o, en ciertos periodos, llegar a conformar tormentas de meteoros con miles de trazos luminosos por hora. Sin embargo, estas ocurren solo en años específicos relacionados con el retorno del cometa a su punto más cercano al Sol.
Para 2025 no se prevé una tormenta, aunque sí un periodo visible con condiciones favorables para la observación debido a la fase lunar del momento en que alcanzará su punto máximo.

Condiciones de la Luna y visibilidad prevista
La fase lunar es un factor determinante para la observación de lluvias de meteoros, ya que la luz natural del satélite puede reducir la visibilidad.
Para el período de actividad máxima de las Leónidas en 2025, la Luna estará en fase menguante fina, alrededor del 9% de iluminación. Esto significa que la luz lunar no interferirá en la observación durante el horario más favorable.
En ausencia de una fuerte claridad, será posible observar entre 10 y 15 meteoros por hora en un cielo oscuro. Las Leónidas se caracterizan por su velocidad de ingreso a la atmósfera, alcanzando aproximadamente 69,7 kilómetros por segundo, lo que produce trazos breves y usualmente brillantes.
Si las condiciones climáticas lo permiten, el evento podrá apreciarse sin necesidad de instrumentos ópticos especializados.
Recomendaciones para observar la lluvia de estrellas Leónidas
Para observar el evento astronómico desde EE.UU. es aconsejable seleccionar un lugar alejado de la iluminación urbana. La contaminación lumínica reduce la cantidad de meteoros visibles, por lo que espacios rurales o zonas despejadas ofrecen mejores condiciones.
El radiante de las Leónidas se localiza en la constelación de Leo, que aparece sobre el horizonte hacia el este alrededor de la medianoche. No es indispensable fijar la mirada únicamente en ese punto: los meteoros pueden aparecer en cualquier región del cielo. De hecho, al observar lejos de este lugar donde parecen originarse, es posible percibir trazos más prolongados.

La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) recomienda recostarse y mirar hacia arriba para abarcar la mayor porción de cielo posible. La adaptación de la vista a la oscuridad puede tardar entre 15 y 30 minutos, por lo que no se aconseja usar pantallas o luces durante el proceso de observación.
La lluvia Leónidas es conocida por haber producido episodios de alta intensidad en años específicos como 1833, 1866, 1966, 1999, 2001 y 2002, cuando la interacción con concentraciones densas de restos cometarios provocó tormentas de meteoros. La frecuencia de estos picos está relacionada con el ciclo orbital de 33 años del cometa Tempel-Tuttle.
Sin embargo, las proyecciones astronómicas indican que la Tierra no atravesará nubes de restos suficientemente densas para provocar una tormenta de Leónidas hasta finales del siglo XXI, alrededor del año 2099. Esto implica que, aunque el evento ocurrirá cada noviembre, se espera que su intensidad sea moderada hasta entonces.
La lluvia estará activa en 2025 entre el 6 y el 30 de noviembre, aunque la mayoría de los meteoros visibles se concentrarán en el periodo cercano al punto máximo.
