La actividad mecánica en Argentina se caracteriza por una fuerte heterogeneidad en sus formas de contratación y en los valores cobrados por los servicios. Si bien existe un marco regulado por convenios colectivos de trabajo, gran parte del sector opera fuera de ese esquema formal.
En muchos casos, los mecánicos trabajan por cuenta propia o en talleres no registrados, lo que genera variaciones en las tarifas según el tipo de trabajo, la zona y el nivel de especialización.
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Esta falta de homogeneidad hace que los consumidores se encuentren con diferencias marcadas de un taller a otro. En ese contexto, las tarifas orientativas cumplen un rol central: funcionan como referencia técnica para presupuestar trabajos y ordenar el mercado, aunque no se apliquen de manera obligatoria.
En la práctica, el cobro por hora no es la modalidad más habitual. La mayoría de los talleres presupuestan por tarea completa, considerando factores como la complejidad del trabajo, el tiempo requerido, los conocimientos técnicos y los insumos involucrados.
Sin embargo, la “hora taller” se utiliza como una unidad de referencia interna. A partir de este valor, los talleres calculan el costo de reparaciones más grandes, multiplicando las horas estimadas que demanda cada trabajo. En pintura y chapa, por ejemplo, se estandarizan equivalencias como “paño” o “día de chapa”, que permiten fijar un precio a trabajos que suelen requerir varias horas consecutivas.
La Federación Argentina de Asociaciones de Talleres de Reparación de Automotores y Afines (FAATRA), a través de su Subcomisión de Carrocería y Pintura, difundió sus tarifas sugeridas para el último trimestre del año. Los montos de referencia son:
- Mecánica, electricidad y otros servicios generales: $72.000 + IVA por hora taller
- Hora de pintura: $72.000 + IVA
- Día de chapa (equivalente a 4 horas taller): $288.000 + IVA
- Paño de pintura (6 horas con insumos): $432.000 + IVA
Estas equivalencias permiten entender cómo se aplican los valores en la práctica: mientras la mecánica suele calcularse en base al tiempo real del trabajo, la pintura y la chapa se estandarizan en módulos de varias horas, con insumos incluidos en el presupuesto final.
Estos valores son utilizados como guía en la elaboración de presupuestos técnicos, pero no implican montos obligatorios ni uniformes en todo el país. En la práctica, los precios finales pueden variar en función del taller, los insumos utilizados, la complejidad de la tarea y los criterios de cobro adoptados por cada prestador.