La inflación en la Ciudad de Buenos Aires volvió a acelerarse, y eso impactó en el bolsillo de los hogares. Ajustes en el precio de los alimentos, el transporte -combustibles y otros rubros- y otros bienes afectaron el costo de vida de los porteños y elevaron el parámetro ingresos necesarios para que una familia sea considerada formalmente de “clase media”, que se acerca a los $2 millones mensuales.
En términos estadísticos, el umbral formal para integrar ese estrato socioeconómico en el noveno mes del año fue de $1.997.378 mensuales.
El número se define cada mes por el Instituto de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires (Idecba), con las mediciones que surgen de su propio relevamiento de precios en territorio porteño. En ese sentido, el dato del IPC difundido el lunes pasado marcó que la inflación se aceleró en septiembre al 2,2%, y acumula un 35% en la medición interanual.
A partir de esos datos, el organismo estadístico elabora el informe sobre “Líneas de pobreza y Canastas de consumo para la ciudad de Buenos Aires”, y ahí define los diferentes estratos de ingresos, que incluye la definición formal de “clase media”.
En ese ingreso mínimo, se considera, entre otros, la compra de los bienes y servicios mínimos para la subsistencia, el conjunto de gastos vinculados con la adquisición o renovación de bienes durables para la vivienda, la salud y otros rubros como indumentaria y transporte.
Ese umbral de ingresos es diagramado para un grupo familiar de cuatro integrantes —dos mayores económicamente activos y dos menores— que vive en la ciudad de Buenos Aires. En comparación con el mes previo, tuvo un aumento del 2,2%, en línea con el alza del costo de vida promedio en el distrito en septiembre.
En términos absolutos, se trata de $44.836 más que el ingreso mínimo requerido en agosto para ese mismo hogar tipo para mantenerse estadísticamente dentro del grupo de “clase media”. El mes previo se requerían $1.952.542, según los datos oficiales.
Ese ingreso mínimo también se incrementó por debajo de la inflación promedio en la comparación interanual: con un costo de vida que aumentó un 35%, el umbral de la clase media subió un 29%. En términos absolutos, son $448.962 más que un año atrás para que un hogar de cuatro integrantes sea de “clase media”.
El informe oficial presenta una característica particular: tiene como referencia a grupos familiares que son propietarios de su vivienda. Es decir, contempla para sus cifras de gastos mensuales el costo del alquiler de un departamento o casa en el que incurre poco más de un tercio de las familias que viven en la ciudad de Buenos Aires.
En septiembre, el valor promedio mensual de un departamento de tres ambientes y 70 m2 en Capital subió a $937.432, según Zonaprop Index, que toma en cuenta los valores de los avisos de alquileres publicados en ese sitio de clasificados online. De esta manera, el ingreso mínimo para ser de clase media para una familia que alquila se elevó aproximadamente a $2.934.810 en septiembre.
El documento del Idecba también actualizó los valores de la canasta básica total (CBT), que define el piso de la pobreza, y de la canasta básica alimentaria (CBA), que marca el umbral bajo el cual los hogares son considerados indigentes.
Esta última, que contempla un conjunto de alimentos básicos para la subsistencia, se ubicó en $674.757 en septiembre. De acuerdo con el ente estadístico porteño, aquellos hogares que el mes pasado no consiguieron un ingreso de al menos ese valor fue considerado estadísticamente indigente.
La CBT, que además de alimentos tiene en cuenta otros bienes y servicios no alimentarios (incluye transporte, artículos de limpieza, expensas, tarifas de servicios públicos, ropa, esparcimiento, salud, educación y comunicación, entre otros), se estimó en septiembre en $1.255.934. Quienes tuvieron en el mes ingresos inferiores a esa cifra fueron considerados estadísticamente pobres.
Los hogares cuyos ingresos se ubicaron entre esa cifra y $1.597.902 quedaron comprendidos en el segmento de los “no pobres vulnerables”.
Además, ese mismo hogar tipo de cuatro integrantes (dos mayores y dos menores), el estrato del “sector medio frágil” correspondió a quienes tuvieron ingresos de hasta $1.997.378.
El grupo de los “acomodados” correspondió a las familias que en septiembre percibieron ingresos superiores a $6.391.609.