La temporada de celebraciones suele traer consigo el desafío de crear una mesa que no solo sea funcional, sino también visualmente atractiva.
El Día de la Madre se avecina y qué mejor que traerte las nuevas tendencias deco y las claves paso a paso para una decoración de mesa exitosa.
1. Combinación de elementos y detalles personales
El primer paso para lograr una mesa armoniosa consiste en seleccionar cuidadosamente los textiles. El uso de manteles y caminos de mesa puede aportar textura y patrones, sirviendo como base para el resto de la decoración. Una técnica recomendada es colocar un mantel cuadrado girado 45 grados respecto a la mesa, lo que genera un contraste visual interesante.
En lugar de un solo camino de mesa a lo largo, se pueden disponer varios caminos cruzando el ancho de la mesa, de modo que los comensales enfrentados compartan uno. Esta disposición no solo resulta más dinámica que los individuales tradicionales, sino que también puede fomentar la conversación entre los invitados. La superposición de manteles y caminos contribuye a crear profundidad y contraste, y el lino se destaca como una opción versátil para cualquier época del año.
2. Contar una historia con el centro de mesa
El siguiente aspecto fundamental es el centro de mesa. Para eso empleá jarrones, cuencos, urnas, velas y flores, procurando siempre que los objetos seleccionados tengan alturas variadas, pero evitando piezas demasiado voluminosas que dificulten la interacción entre los comensales. Elementos naturales como madera, frutas, ramos verdes o flores no demasiado invasivas o suculentas pueden aportar un contraste atractivo frente a materiales como vidrio, metal o superficies espejadas.
La fruta de temporada se integra tanto en la decoración como en la oferta gastronómica. Incorporar cerezas, sandía o cítricos en la mesa, ya sea como tentempié o en centros de mesa.
El uso de vegetales como centros de mesa aporta un aire fresco y original. Los ramilletes de cilantro o cualquier hoja verde en cuencos texturizados o bandejas con piñas y paltas pueden funcionar como piezas centrales.
Además, extender el centro de mesa a lo largo de toda la mesa es una opción válida, siempre que se mantenga una altura baja y se repitan los elementos para lograr un efecto cohesivo.
3. Cubiertos y vajilla definen la intención
En cuanto a la disposición de los cubiertos y la vajilla, no es necesario recurrir a una formalidad excesiva. Podés jugar con vajilla blanca y cristalería sencilla como base, y añadir interés a través de accesorios y textiles, o mezclando piezas de diferentes juegos añadiendo cristalería colorida para potenciar el atractivo visual.
Las servilletas representan una oportunidad para incorporar color y estampados al conjunto. Una tendencia actual es el uso de cubiertos y copas que sean el punto focal que destaque sobre el resto, sea desde su textura o a través de un color más llamativo, que aportan un aire contemporáneo y resultan especialmente apropiados para esta época de fiestas.
4. Accesorios: animate a romper las reglas
El toque final en la decoración de la mesa lo aportan los accesorios. Esto aplica a accesorios más clásicos como los anillos para servilletas, o propuestas más personalizadas como ramitos personales tarjetas para los invitados, menús o pequeños obsequios son recursos sencillos y económicos para personalizar la mesa.
Colocar decoraciones inspiradas en la naturaleza sobre los platos o atar las servilletas con una tarjeta de lugar ayuda a evitar dudas sobre la ubicación de cada invitado. Además, un pequeño regalo hecho a mano en cada puesto constituye un gesto de agradecimiento que los invitados suelen apreciar.
En cada una de estas propuestas, la clave reside en la atención al detalle y la capacidad de adaptar los elementos decorativos al espíritu del verano, logrando que cada encuentro alrededor de la mesa se convierta en una experiencia memorable.
*Fotos y Video: Belén Altieri – IWoKFilms