
La exconsellera Salomé Pradas transmitió al entonces jefe de gabinete de la Generalitat, José Manuel Cuenca, una advertencia sobre un fallecimiento ocurrido en Utiel durante la tarde de la dana, sin que Cuenca incluyera esa información en su primera comparecencia ante la jueza que investiga la gestión del temporal que dejó 230 muertos en la provincia de Valencia. Según publicó el medio, este hecho se desprende de mensajes incorporados recientemente a la causa que sigue el juzgado de Catarroja.
De acuerdo con los mensajes de WhatsApp a los que tuvo acceso la justicia y que fueron entregados por Pilar Montes, exdirectora general de la Secretaría del gabinete, Cuenca permaneció detenido durante horas en la carretera a la altura de Carlet la noche del 29 de octubre, mientras intercambiaba mensajes de coordinación y tranquilidad con distintos miembros del gobierno valenciano. El medio detalla que, tal como consta en las comunicaciones, a las 20:02 Cuenca informaba: “Tirado” en Carlet, mientras se resolvía el posible traslado y la cancelación de la agenda prevista ante el agravamiento de las condiciones meteorológicas.
Según consignó el medio, Montes y Cuenca discutieron por WhatsApp la suspensión de reuniones y actividades oficiales, incluida una cita con policías y bomberos. En todo momento, Cuenca reiteraba que la situación estaba bajo control, instando a calma y paciencia. A las 23.35, en respuesta a la preocupación de Montes por su seguridad, afirmó: “Sigo parado en el mismo sitio. Pero estoy bien. Tranquila. Descansa. De verdad. Situación controlada”.
El medio detalla que las conversaciones se produjeron en un contexto de intensa actividad en el gabinete, con gestiones relacionadas tanto con tareas administrativas urgentes —como la entrega de documentación oficial para la firma del presidente Mazón— como con la coordinación de la respuesta ante el temporal. Montes comunicaba a Mazón a las 14.48 que le enviaban documentos para una firma urgente en el restaurante El Ventorro, donde se encontraba acompañado de la periodista Maribel Vilaplana, y más tarde le facilitó datos de contacto del Lehendakari vasco en el transcurso de la noche.
La investigación judicial también analiza el intercambio de mensajes entre Cuenca y Pradas, especialmente uno remitido a las 16.28 del día de la dana, en el que Pradas advirtió expresamente: “Nos informan de un fallecido en Utiel”, según detalló el medio. Cuenca no aludió a esta información en su primera declaración ante la jueza. Tras recibir la alerta, el jefe de gabinete reenvió al poco tiempo un mensaje del presidente en el que mencionaba una posible comparecencia a las 19.00 en el 112, omitiendo la mención al fallecido.
El medio indicó que la comunicación interna abordó además la discusión sobre posibles confinamientos de la población en respuesta al empeoramiento meteorológico y los desbordamientos reportados en distintas zonas. En mensajes intercambiados cerca de las 20:00, Cuenca argumentó que el confinamiento de toda la provincia sería una medida extrema y mostró preferencia por medidas más localizadas, como la restricción por comarcas específicas. Señaló que un confinamiento total requeriría un estado de alarma, competencia de la delegada del Gobierno, y apeló en repetidas ocasiones a la calma.
Pradas, por su parte, defendió la adopción de restricciones específicas en municipios afectados por la gravedad de la situación, mencionando la capacidad para aplicar confinamientos parciales en virtud de la ley de emergencias. Según documentó el medio, el debate entre ambos reflejó la incertidumbre en torno a la magnitud de las decisiones a tomar en el contexto de la emergencia.
El expediente judicial incorporó estos nuevos mensajes tras la aportación de los registros por parte de Pradas el pasado 5 de noviembre, lo que motivó una nueva citación de José Manuel Cuenca ante la jueza para el siguiente viernes a fin de aclarar los aspectos relativos a la gestión de información y la comunicación de incidencias graves durante la noche en la que los efectos de la dana alcanzaron su máxima virulencia.
Durante su primera declaración en noviembre, Cuenca aseguró que en torno a las 17 horas había avisado al presidente Mazón —entonces comiendo en El Ventorro— de la gravedad del escenario en Utiel. Añadió que, durante la tarde, mantuvo conversaciones también con Emilio Argüeso, ex secretario autonómico de Emergencias, sobre las dificultades en la circulación por las lluvias, y que, a las 19.41, Mazón le indicó que acudiese a L’Eliana, lugar de reunión del Cecopi, el centro de coordinación de emergencias.
En sus mensajes, Cuenca aclaraba que su desplazamiento a Xàtiva respondía a motivos partidistas y que, ante la imposibilidad de regresar en tren, había optado por el taxi. En sus comunicaciones con Montes, reiteró que su situación estaba controlada a pesar de la larga espera a pie de carretera y procuró ofrecer tranquilidad a su interlocutora sobre el desenlace de la jornada.
El medio explicó que Cuenca no proporcionó a la jueza los registros originales de WhatsApp, alegando que, tras cambiar de dispositivo móvil en julio, no disponía de copia de seguridad de sus anteriores conversaciones. Las aportaciones voluntarias de Montes y Pradas han permitido reconstruir parcialmente la cadena de comunicaciones durante las horas críticas de la noche de la dana.
La documentación expuesta muestra cómo se coordinaban los diferentes niveles del ejecutivo autonómico y la dificultad en la toma de decisiones ante las restricciones de movilidad, los avisos de incidencias graves y el complejo entramado de competencias institucionales en situaciones de emergencia.
