La controversia en torno a las dietas de los legisladores nacionales sumó un nuevo capítulo esta semana. En medio de un contexto de ajuste y debate público sobre los ingresos de la clase política, la vicepresidenta Victoria Villarruel tomó una medida que busca ofrecer una salida a la tensión generada por los incrementos salariales automáticos en la Cámara alta, lo cual permite que los miembros del cuerpo puedan optar por no percibir las mejoras.
¿De cuánto es el aumento de sueldo que recibirían los senadores?
Tras la última negociación paritaria de la Asociación del Personal Legislativo (APL), los senadores experimentaron un nuevo ajuste en sus haberes. Sus dietas alcanzaron la semana pasada los $ 9.500.00 brutos, lo que representa una mejora de $300.000 con relación a lo que venían percibiendo hasta el mes anterior.
¿Qué establece el nuevo decreto de Villarruel?
En respuesta a este episodio, Victoria Villarruel firmó el decreto de presidencia 344/25, una normativa que, además de otorgar un aumento del 1,3% en los salarios de abril y un bono de $100.000 para los trabajadores de la Cámara alta en cumplimiento de lo acordado con los gremios, introduce una novedad significativa para los legisladores.
La norma también invita a los senadores “a ejercer la opción de adecuar o no, total o parcialmente, sus respectivas dietas, informándolo por nota a Presidencia, en mérito a las facultades que le son propias”. Esto habilita formalmente la posibilidad de que los senadores que así lo deseen puedan rechazar los aumentos, una opción que hasta ahora no estaba disponible formalmente.
¿Cómo se originó el mecanismo de aumento automático?
El origen de estos incrementos automáticos se remonta a abril del año pasado, cuando un grupo de senadores impulsó una reforma que ató los ingresos de los legisladores a los de los empleados del Congreso. Se estableció las dietas, los gastos de representación y el desarraigo se calcularían en base a módulos, fijándose en 4000 unidades.
Este sistema de enganche es el que provoca que cada vez que los empleados legislativos, representados por gremios como APL, UPCN y ATE, consiguen una mejora salarial, las dietas de los senadores se actualicen en consecuencia. Villarruel podía disponer la suspensión de los aumentos por sí misma, ya que la reforma que los establece fue votada en el recinto por los propios senadores.
¿Qué senadores podrían renunciar al aumento?
Con la nueva herramienta provista por el decreto de Villarruel, los senadores quedan a su libre albedrío para disponer si aceptan el aumento de sus ingresos cada vez que las autoridades de ambas cámaras legislativas cierren una paritaria con los gremios.
Aunque hasta el momento no hay información oficial confirmada por la presidencia del Senado, trascendió que al menos tres legisladores ya se habrían acogido a esta posibilidad de no percibir la mejora. Se trataría de Luis Juez (Pro-Córdoba) y los misioneros del Frente Renovador de la Concordia, Carlos Arce y Sonia Rojas Decut.
¿A qué se debe este último ajuste?
El más reciente incremento en las dietas senatoriales, que las llevó a $9,5 millones brutos, se produjo dos meses después del anterior ajuste significativo. Este último aumento es consecuencia directa de una nueva paritaria salarial de los empleados legislativos. Dicha negociación otorgó un aumento de 3,9% acumulado para los meses de marzo, abril y mayo para el personal del Congreso, lo que, por el sistema de módulos, impactó directamente en los haberes de los miembros de la Cámara alta.
Este contenido fue producido por un equipo de LA NACION con la asistencia de la IA.