Desde que Donald Trump asumió la presidencia de Estados Unidos, a principios de 2025, las fuerzas federales desde la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) hasta el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), pusieron en marcha un cambio en la política migratoria con operativos de deportación y un refuerzo en la frontera sur.
CBP: refuerzo de agentes y tecnología en la frontera sur de EE.UU.
Durante la actual administración, la CBP desplegó cientos de agentes adicionales en los cruces de Texas, Nuevo México y Arizona para reforzar la seguridad.

La agencia también incorporó nueva tecnología de vigilancia, con drones y sistemas de detección remota para monitorear movimientos en zonas desérticas, detalló CNN.
Las operaciones se concentran en áreas donde se reportaron aumentos de cruces irregulares en las últimas semanas. Al respecto, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) registró 11.709 encuentros en la frontera suroeste en febrero de 2025, una disminución del 94% respecto de febrero de 2024.
Operativos contra migrantes en ciudades y deportaciones aceleradas en todo EE.UU.
El ICE está completamente destinado a la aplicación de las leyes relacionadas con la entrada y permanencia no autorizada de extranjeros en EE.UU., incluida la división de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI, por sus siglas en inglés).
Originalmente, los agentes del HSI se dedicaban a investigaciones sobre crímenes internacionales en el país, pero hoy también forman parte de las redadas.

En diálogo con el medio citado, Jason Houser, jefe de ICE durante la administración Biden, dijo que el HSI ”siempre se enfocó en el tráfico de personas, la trata sexual, los delitos cibernéticos, las amenazas en la Deep Web contra los niños“ y remarcó que hoy la labor de esta división se aleja de aquel enfoque de seguridad nacional.
Con estos cambios, el ICE recibió tanto apoyo como críticas, entre ellas las del gobernador de Illinois, J. B. Pritzker, por su accionar en manifestaciones, quien acusó la agencia migratoria de incentivar la violencia durante las protestas, para luego responder con fuerza.
“ICE está causando este caos”, dijo el demócrata: “Son ellos quienes lanzan gas lacrimógeno cuando la gente protesta pacíficamente”.
Guardia Nacional y Guardia Costera: sus nuevas funciones
La Guardia Nacional, que desciende de las antiguas milicias coloniales y actúa bajo mando de los gobernadores, tiene la capacidad de ser federalizada por el presidente en casos excepcionales.
El líder republicano quiso desplegar tropas en ciudades como Chicago y Portland con el fin de proteger instalaciones del ICE y contener protestas contra su política migratoria. Sin embargo, varios jueces federales bloquearon los operativos al considerar que no había justificación legal para involucrar fuerzas militares dentro de EE.UU.

Por su parte, la Guardia Costera, que se originó en 1915 para garantizar la seguridad marítima y prevenir delitos en el agua, es la única fuerza del país con estatus militar que actúa como agencia civil en tiempos de paz.
Aunque su misión original se centra en la vigilancia de costas y puertos, ahora colabora con la CBP en operativos urbanos. En Alameda, California, trabaja con otras agencias para “detectar, disuadir e interceptar” a personas antes de que lleguen a la frontera.