De Matías Camisani a Tini de Bucourt, 5 famosos que transformaron su pasión por viajar en un trabajo

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Son reconocidos como actores, conductores, exmodelos e influencers, pero, además, hicieron de su pasión por los viajes una profesión alternativa. Algunos fueron convocados por agencias de turismo para liderar contingentes en el exterior del país, mientras que otros iniciaron su camino a través de la autogestión. Cada uno lo hace de manera diferente, con su propio estilo y propósito. Desde Nueva York y Disney, pasando por la Puglia y Turquía hasta la inmensidad de la India, te contamos cómo estos famosos transformaron su espíritu de trotamundos en un trabajo más.

Tini de Bucourt: del norte argentino a India

Tini De Bucourt

La exmannequin fue una de las famosas pioneras en el país en llevar un grupo de mujeres al exterior “en una época en la que las mujeres no viajaban solas ni en chiste”, tal como recuerda en diálogo con LA NACION. Comenzó a sus 30 años (hoy tiene 74) en sociedad con una amiga con la que emprendieron, durante una década, “viajes de alto nivel” a Nueva York. Elegían un hotel de categoría, asistían a los mejores musicales de Broadway, iban a la ópera, a galerías de arte, conferencias y restaurantes que el turista promedio no conocía.

Mi objetivo no es turístico, siempre mis viajes tienen que ver con cultura y con la experiencia, y sobre todo con la amistad. Me siento muy orgullosa porque mucha gente ha hecho amistades para toda la vida”, remarca sobre su propuesta que, con el tiempo, mutó de los rascacielos y el vértigo de la Gran Manzana a la majestuosidad del Taj Mahal.

Fue después de vivir siete años en la India (adonde se mudó para seguir a su gran amor) que sus conocidos la incentivaron a enriquecer a otros con su experiencia. Así, de la mano de una amiga propietaria de una agencia de viajes en Uruguay, alrededor del año 2006 lideró el primer grupo de mujeres uruguayas al país asiático. De la misma manera, cuando se mudó a Buenos Aires, otra agencia de viajes la contactó como “tour leader”. “No lo hago por el dinero, aunque obviamente gano plata con esto. Pero mi objetivo literal es que nos demos cuenta de lo maravilloso que somos cada uno como ser humano”, asegura.

“Viajar a la India es la mejor universidad del mundo. Te mueve todo lo que no te gusta de vos mismo. La amo con toda mi alma, es cruda, pero no es ruda, no hay que confundir. Tiene tanto contraste, que a veces nuestra alma no es capaz de simplemente observar y no opinar”, sostiene De Bucourt, que no define sus viajes como experiencias espirituales sino reflexivas, profundas y de mucho aprendizaje. “Soy profesora de yoga, medito, me formé en India, pero para mí lo espiritual es algo muy sagrado como para ponerle ese rótulo comercial”, asegura.

En octubre pasado, llevó el último grupo de mujeres hacia ese destino, al que decidió poner en pausa por un tiempo. “Por ahí retomo más adelante, pero por ahora descanso de la India porque el Taj Mahal lo vi 59 veces”, dice entre risas a este medio.

Entretanto, y desde la pandemia, sumó viajes a Catamarca, Jujuy y Salta con grupos reducidos de hasta diez mujeres -contándose a sí misma-. “Son recorridos absolutamente diferentes. No voy a las ciudades. Amo lo inhóspito, el silencio, y Argentina todavía tiene eso”. A eso se suman sus charlas y salidas en Buenos Aires, y una nueva aventura a Japón en octubre próximo.

“En general, mis viajes son muy ‘tailor made’ (hechos a medida). Están muy pensados, personalizados, no son viajes turísticos, y tienen su valor porque incluyen experiencias y lugares especiales. Mi viaje a India es siempre bastante caro porque, por razones que yo conozco, estar en un buen hotel es muy importante”, señala al ser consultada por el valor estimado de sus viajes.

Tini de Bucourt junto al último grupo de mujeres con el que viajó a India en octubre pasado, después de seis años sin ir al país asiático por el cáncer de ovario que atravesó

Sofía Pachano: secretos y tips gastronómicos de la Puglia y Turquía

Motivada por sus seguidores de Instagram y su espíritu inquieto, en noviembre de 2024 llevó a Turquía a su primer grupo de viajeros, un variopinto de gente de entre 35 y 78 años. En abril, repitió la experiencia y este mes lo hará en la Puglia, al sur de Italia. “Cada vez que compartía mis tips de viajes en las redes sociales, mucha gente me decía ‘quiero viajar con vos’. Pensé en probar y el año pasado una agencia bastante grande me invitó a Turquía, entonces le propuse asociarnos y empezar a armar estos viajes”, explica la actriz, cocinera y conductora en diálogo con LA NACION.

Sofía Pachano junto al primer grupo de turistas con el que viajó a Turquía. Su tour, definido como

A la hora de preparar el viaje, Sofía Pachano se define como obsesiva del control: “Lo vivo como si fuera una preproducción de teatro o cine. Soy muy control freak, siempre trato de encargarme de cada detalle”, apunta. Y su objetivo principal es que quienes la acompañan -el grupo es reducido- vivan experiencias locales, lo menos turísticas posible. “En la Puglia, por ejemplo, me hice amigos que me llevan a lugares únicos, que probablemente de otra forma no conocería. Me gusta tener info local, mucha data gastronómica, tomar un cafecito en un lugar chiquito o visitar una playa súper secreta. Y eso mismo aplico a mis viajes grupales”, dice sobre el diferencial que aporta.

Los tips de Sofía Pachano en Turquía

Respecto a si tuvo una motivación económica a la hora de embarcarse en este proyecto, quizás impulsada por la inestabilidad laboral de los actores, Pachano afirma que “es más por emprendedora que por algo económico”. “En general, no pienso los proyectos por el dinero, sino todo lo contrario. Pienso en si me motivan o no. Tengo como una enseñanza por parte de mi mamá [Ana Sans], que dice que la plata viene sola si [el proyecto] está bueno, si es lindo, si uno es feliz haciéndolo”.

Curiosamente, su abuelo fue agente de viajes de una compañía extrajera, tal como contó la actriz en su cuenta de Instagram: “No soy agente de viajes como él ni mucho menos, pero hoy puedo viajar con algunos de ustedes, que me siguen hace muchos años, brindándoles mis mejores y humildes consejos. Les aseguro que mi abuelo Mario, desde el cielo, no se vio venir esto”.

Stephanie Demner: regalos, sorpresas y “momentos mágicos” en Disney

Aunque no se anima a dar un número exacto, en una entrevista de 2024 dijo que a lo largo de su vida habría ido a Disney entre 25 y 30 veces; 15 de ellas junto a su marido, el extenista Guido Pella (y padre de su pequeña hija, Arianna), quien potenció su fanatismo a otro nivel.

“Es un lugar muy mágico. Volvés a conectar con tu infancia, con poder disfrutar del estar presente. Se te van un poco las preocupaciones, te desconectás del celular, de tus responsabilidades”, expresa Stephanie Demner y modelo a LA NACION sobre su pasión por los parques temáticos del famoso ratoncito, que en el último tiempo logró transformar en un nuevo emprendimiento.

La emoción de Stephie Demner y sus viajeras 

Al igual que Pachano, Demner recibía cientos de mensajes en sus redes sociales que le hablaban sobre lo “lindo” que sería viajar a Disney con ella. Y, si bien sabía que había muchos agentes de turismo que trabajaban para ese destino, no dudó un segundo en tirarse a la pileta cuando se le ocurrió la idea de organizar una salida grupal a los parques ubicados en Orlando. “Surgió la posibilidad de asociarme y así se dio”. Su empresa se llama Travel Magic Maker.

Con el respaldo de 1.4 millones de fieles seguidores en Instagram -muchos de los cuales siguen con atención cada una de sus recomendaciones de productos y servicios- y un expertise innegable en la materia, la fórmula de la influencer estaba destinada al éxito.

De hecho, ni bien lanzó la inscripción para su primer tour, los cupos se agotaron en menos de 12 horas, con un total de 3700 personas anotadas. Los valores iban de los 4035 a los 4835 dólares por persona, y la seña para asegurarse un lugar era de 500 dólares.

Todo lo que incluye el viaje grupal a Disney comandado por Stephie Demner, a excepción de los vuelos y traslados desde y hacia el aeropuerto. Para el viaje de mayo, el valor osciló entre 4040 y 4835 dólares

Su debut con un contingente de 70 personas se dio en septiembre pasado (en mayo de este año repitió la experiencia, que duró 10 días). “Fue un desafío muy grande, estaba bastante nerviosa por cómo iba a resultar, cómo iba a ser la dinámica, y si a la gente le iba a gustar vivirlo como lo hago yo, que abro y cierro parque”, explica.

¿Cuál es su aporte diferencial? “Estamos 24/7 juntos, es distinto a otros viajes que he hecho con empresas de quinceañeras, donde quizás los influencers y famosos aparecen solo un ratito”, menciona Demner. También hace hincapié en brindar una experiencia completa cargada de regalos, sorpresas y beneficios especiales. “Tratamos de que tengan momentos mágicos, como digo yo. Todo el tiempo reciben cosas personalizadas y estoy atenta a lo que dicen, lo que hacen y lo que los haría un poco más feliz”, suma.

Stephie Demner debutó con un contingente de 70 viajeros a Disney

Matías Camisani: viajes personalizados a la India

“Fui 32 veces a la India”, dice Matías Camisani a LA NACION diez días antes de embarcarse en su viaje número 33. Durante su matrimonio con Dolores Barreiro, que terminó en 2019, la pareja viajaba tres veces por año al país asiático para visitar la fábrica de la marca de indumentaria que tiene la modelo en la Argentina. “Cuando eso se cortó [por su separación] dije: ‘Bueno, quiero seguir yendo a India y quiero ver de qué manera le puedo sacar provecho a esto de haber ido tantas veces‘”, recuerda Camisani.

La forma en la que comenzó a transformar esa pasión y esos conocimientos adquiridos en un trabajo se dio casi “sin quererlo”. “Las primeras veces viajaba con hermanos o amigos. Después, armé un itinerario y fui como camarógrafo para un documental del canal Gourmet. Y de a poquito me fui dando cuenta de que ya venía haciendo esto sin ganar plata”.

Matías Camisani junto a un grupo de viajeros en la India

Las redes sociales también cumplieron un rol clave en el auge de su proyecto, especialmente cuando la cuenta oficial de Instagram republicó una foto suya de la India y elevó considerablemente su cantidad de seguidores. “Entonces, empecé a tomarme en serio esta cosa de subir fotos y contenidos de India”, cuenta.

Según explica a este medio, Camisani trabaja con un agente de viajes de India que se encarga de la logística, mientras que él se dedica a armar una experiencia personalizada acorde al grupo que contrata sus servicios. Por ejemplo, en el último tiempo organizó un viaje para 12 estudiantes de canto, o el camino del Buda junto a monjes budistas. “Del pasaje no me ocupo, cada uno llega por su cuenta. Yo armo el itinerario, que trato de coincidirlo con algún festival o evento importante, elijo la fecha, los hoteles, los lugares para recorrer y acompaño al grupo en todo momento”, señala. Es por eso que los costos de sus viajes no tienen un valor preestablecido.

Matías Camisani en la India

Respecto al tipo de viaje que le gusta organizar, dice que su foco va más allá de las atracciones principales: “Me gusta salir un poco de esta cosa turística de ir, conocer el Taj Mahal y volver. Armo una experiencia más inmersiva con la gente local. Me gusta acercar ese lado tan humano y tan lindo que tienen los indios porque a mí me llevó varios viajes derribar esas barreras y entender cómo era la cosa”.

“Por otro lado, India es muy inabarcable porque es gigante, se hablan muchos idiomas, hay zonas que son muy hinduistas, otras son budistas, hay un estado musulmán. Te encontrás con muchas opciones y no sabés para dónde disparar, y yo gasté mucho las zapatillas en India, conozco el interior y me fascina en su totalidad”, asegura Camisani, a quien se lo ve muy conectado con la cultura de ese país más allá de sus viajes.

Laurita Fernández: una experiencia musical -y VIP- en Nueva York

En diciembre pasado, la actriz, bailarina y conductora se sumó a la tendencia de los famosos viajeros con una propuesta que en noviembre llevará 30 mujeres a Nueva York de la mano del programa artístico Go Broadway.

“A mí viajar a Nueva York me significó un antes y un después. Más allá de los musicales, considero que la ciudad es súper especial, y me dieron muchas ganas de compartirlo con gente que tenga ganas de hacer este viaje”, dice la protagonista de La cena de los tontos a LA NACION.

Por un precio total de 4 mil dólares, el paquete incluye 7 noches en Nueva York con recorridos por la ciudad, 5 musicales de Broadway -dos de ellos con acceso exclusivo a backstage y charlas con los protagonistas-, tres masterclass Go Broadway, hotel en Times Square, bolsa de regalos, traslados al aeropuerto, seguro médico, tarjeta ilimitada para el transporte público, entradas al Summit, al Museo de Broadway, a una experiencia inmersiva y una cena vip en Ellen’s Stardust. Los aéreos no están incluidos.

“Lo vivo como un viaje egresados de adultos -dice entre risas-, sin tener que preocuparnos de nada porque va a estar todo organizado para nosotros. Armamos un itinerario que me parece ideal para que podamos conocer, recorrer y disfrutar con accesos exclusivos y sin filas, que si uno va por su cuenta no obtiene, señala Fernández, entusiasmada por su nuevo proyecto.

Laurita Fernández en su segundo viaje a Nueva York y con el guion de la adaptación teatral de Legalmente rubia en manos

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