Roy Cohen tiene 102 años y se volvió una persona famosa en los Estados Unidos luego de la entrevista que concedió para un medio nacional. No solo su aspecto jovial y la receta que lo mantiene longevo llamaron la atención, sino su historia de vida que marcó con decisión su camino hacia el éxito personal. En la actualidad es un ejemplo de superación y su testimonio sirve para alentar e inspirar a las nuevas generaciones.
Cohen nació en octubre de 1922 en el seno de una familia de inmigrantes europeos que arribó en el siglo pasado al estado de Nueva York, en busca de una vida mejor. De entrada, sus padres se abocaron al trabajo rural y él, que no tuvo alternativas al principio, ayudó en su casa para mantener la granja. Allí no tenía ni agua ni electricidad. Con una estufa a leña calentaban toda la propiedad. “Fue duro el día a día”, recordó en 2024 en diálogo con el medio Business Insider.
Desde muy pequeño supo que quería otro futuro distinto al de sus padres. El llevar cubos de agua al gallinero en pleno invierno y pasar frío, le hizo replantearse el camino que deseaba.
Luego de sus estudios primarios y secundarios, le concedieron una beca en un instituto agroalimentario, que a excepción del alojamiento y la comida, tenía el resto de los gastos cubiertos. Eso lo incentivó a graduarse como licenciado en microbiología y alcanzó una maestría en bioquímica y nutrición.
Pese a que en su currículum no contaba con experiencia alguna, los estudios fueron suficientes para que una empresa farmacéutica lo contratara por un salario de 3900 dólares anuales de ese momento. La educación, la curiosidad y las ganas de creer en que podía cambiar su futuro, hicieron que la realidad de Cohen pasara de una granja a una vida urbana.
Gracias a la beca estudiantil y el mérito propio en su lugar de trabajo, con el paso de los años ascendió hasta el puesto de director ejecutivo en otra farmacéutica de renombre. En el medio se casó con Joan, tuvo tres hijos y se compró una casa como soñó siempre.
Cohen señaló al medio estadounidense que las personas deben ser ambiciosas. Él cambió tres veces de trabajo hasta que alcanzó la dirección en una de las empresas que lo contrató. Mismo lugar de donde luego se jubiló a los 81 años.
En la actualidad tiene 102 años y es reacio a abandonar la idea de un retiro en el que solo se dedique a mirar la televisión. No. Cohen aseguró que pensar en jubilarse anticipadamente lo “abrumaba”. “Si deseás algo con suficiente intensidad, si sentís que algo no está bien y necesitás un cambio, encontrarás la manera”, dijo el año pasado.
El secreto de la longevidad de Roy Cohen
“Salir de la zona de confort”. Eso es lo que respondió el hombre cuando le preguntaron por qué creía que su vida había superado el siglo en edad. Además, reparó en la importancia de consumir alimentos frescos, naturales y hacer ejercicio periódicamente.
A modo de reflexión, destacó que los vínculos humanos son el pilar fundamental de un individuo, ya que vivimos en sociedad y a él, el buen trato con los demás le permitió crecer y conseguir ayuda siempre que la necesitó. “No tenés más remedio que encontrar la manera de mantenerte estable. Si vivís con un montón de gente, no podés comportarte de forma descontrolada y egoísta, como si fueras el único en la familia”, explicó luego de rememorar la relación pacífica que mantuvo con sus hermanos.
La dieta mediterránea lo mantuvo sano, a pesar de que posee una genética envidiable. Su madre murió a los 86 años y su padre a los 90. En la entrevista indicó que entre el almuerzo y la cena, elegía para picar una zanahoria, un coliflor o un morrón rojo. Las ensaladas y el pescado fresco formaron parte de su menú cotidiano y se enfocó en comer frutas todos los días. Al mismo tiempo, complementó su rutina con caminatas de 60 minutos, para preservar su estado físico.
Por último, Roy Cohen dejó en claro que hay que tener la mente activa y en orden. Él lleva un control de sus finanzas y de otros aspectos de su entorno. Estar ocupado es la clave para ser feliz y no estar pendiente de los problemas típicos de salud propios de la edad.