Durante las vacaciones de invierno, los museos y centros culturales de Buenos Aires se llenan de manos pequeñas que arrugan papeles, se ensucian con pintura, arcilla húmeda, plastilina de colores y crean objetos insólitos. Lejos de la contemplación pasiva, la propuesta es meter las manos en la masa —literal y metafóricamente—: casi todas las instituciones culturales de la ciudad ofrecen talleres especialmente diseñados para que niños y niñas se conviertan en protagonistas.
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De la arcilla del Museo Sívori a las creaciones de plastilina al estilo Mondongo, la programación de invierno despliega un menú variado de actividades gratuitas (o a muy bajo costo) que combinan arte contemporáneo y juegos. Una selección de talleres para todas las edades y todos los gustos, pensada para quienes prefieren ensuciarse las manos antes que quedarse quietos en una butaca.
Plastilina, al estilo Mondongo
Durante las vacaciones de invierno, el espacio cultural Arthaus (Bartolomé Mitre 434) se transforma en un laboratorio creativo para las infancias. Una de las propuestas más lúdicas es Secretos en el bosque, un taller de arte con plastilina inspirado en la obra Argentina, del colectivo Mondongo. En un entorno que simula un paisaje hecho de plastilina, los chicos podrán jugar con colores y texturas. La actividad se ofrece con entrada libre y gratuita, sin necesidad de inscripción, el viernes 1 de agosto, el miércoles 30 y los fines de semana del 26, 27 de julio y 2 y 3 de agosto, siempre a las 16.
En paralelo, el artista Agustín Sirai propone una experiencia inquietante y divertida con su taller de zombis. La actividad invita a recorrer la muestra Un acto de transformación y otras escenas de viaje para luego crear criaturas propias a partir del universo que la exposición despliega. Esta propuesta también es gratuita y sin inscripción, y se realiza el martes 29 y el jueves 31, a las 16.
Sonidos ocultos, arte reinventado y exploraciones tempranas
El Museo Moderno despliega una programación que cruza el arte con la exploración sensorial. El lunes 28, de 16 a 18, Luciana Rizzo coordina Perderse en el museo, un taller de escucha y exploración sonora pensado para chicos de 8 a 11 años. Con una premisa simple -¿cómo suena un museo?-, la actividad propone descubrir lo que se expresa en voz alta y lo que se esconde en los rincones.
El viernes 1 de agosto, en el mismo horario, se realiza Antropofagia moderna, un taller de pintura para niños y niñas de 6 a 11 años. Inspirado en el Movimiento Antropofágico, el encuentro invita a “saborear” las obras del museo y “cocinarlas” a gusto para transformarlas en nuevas creaciones.
El sábado 2 de agosto, de 11.30 a 12.30, será el turno de los más pequeños. Exploración sonora, una propuesta destinada a niños de entre 3 y 5 años, está orientada a despertar la sensibilidad musical desde edades tempranas. Basado en la perspectiva de la pianista y pedagoga Judith Akoschky, el taller invita a experimentar con instrumentos construidos con materiales cotidianos.
Todas las actividades del Museo Moderno (Av. San Juan 350) son gratuitas y requieren inscripción previa.
Arte mexicano, dulces y calaveritas
El Museo Nacional de Bellas Artes (Av. del Libertador 1473) extiende su propuesta a toda la familia con talleres, juegos y recorridos guiados. Muchas de las actividades giran en torno a la muestra Orozco, Rivera, Siqueiros. La exposición pendiente y La conexión sur, que funciona como hilo conductor de las propuestas lúdicas.
Entre las actividades destacadas para niños se encuentra el taller Calaveritas dulces, una original experiencia de cocina mexicana en la que se elaborarán calaveritas de azúcar y chupetines de chocolate. Está dirigida a chicos a partir de los 7 años, que deben asistir acompañados por un adulto, y se realiza el lunes 28 a las 17. El cupo es limitado a 40 participantes y se entregan números media hora antes del inicio, en el área de Informes.
Talleres creativos en clave porteña
En el Museo de la Ciudad (Defensa 219), los miércoles y viernes de 14.30 a 15.30 se realiza el taller Del empedrado a la tela, pensado para niños y niñas de 6 a 12 años. La propuesta retoma la tradición de la serigrafía y muestra cómo algunos diseñadores utilizaron esta técnica para transformar escenas de la vida cotidiana en estampas únicas.
Por su parte, el Museo Histórico Cornelio de Saavedra (Av. Crisólogo Larralde 6309) invita a armar una ciudad en papel. Este sábado, de 15 a 18, se lleva a cabo el taller Buenos Aires para armar, destinado a niños mayores a 4 años. A partir de la muestra Buenos Aires desde el Río, la propuesta busca imaginar edificios, parques y rincones emblemáticos, y luego construir un paisaje urbano plegable para llevar a casa.
En el Museo Larreta (Av. Juramento 2291), la consigna es mirar los muros con otros ojos. El taller Muros de colores, que se realiza los jueves de 14 a 15, está destinado a niños y niñas de 4 a 6 años y toma como inspiración los azulejos patrimoniales del museo y las obras contemporáneas de la exposición Fragmentos e historias. Una actividad que conecta el patrimonio con el presente a través del color y la imaginación.
Collage, pintura y naturaleza
El Museo Sívori se convierte en un portal hacia paisajes oníricos y aventuras silvestres. Durante el fin de semana del 26 y 27 de julio, ofrece dos talleres inspirados en la muestra El aire vacilaba a su alrededor, pensados para chicos y chicas de 6 a 12 años.
Este sábado, de 15 a 16.30, se realiza Paisajes imaginarios, un taller de collage que invita a recortar, pegar y componer escenas soñadas a partir de formas, colores y texturas. La consigna es crear mundos posibles —o imposibles— que dialoguen con la imaginación.
El domingo 27, en el mismo horario, será el turno de Pintemos en el bosque, una propuesta que parte de la observación de la naturaleza para transformarla en juego, expresión y aprendizaje. Árboles, hojas, colores y criaturas del entorno urbano funcionan como inspiración para una jornada de creación al aire libre o en sala, según el clima.
Ambas actividades son gratuitas y se desarrollan en la sede del museo (Av. Infanta Isabel 555, frente al Rosedal).
Máscaras, hojas y criaturas de arcilla
En el Museo de Esculturas Luis Perlotti (Pujol 644), la programación de invierno convoca a los más chicos a sumergirse en el universo de la máscara y la forma. Cada viernes, de 16.30 a 17.30, se realiza Máscaras del viento, un taller dirigido a niños a partir de los 4 años. Inspirada en la muestra Atardecer en un bosque, la propuesta toma como punto de partida la fauna silvestre para crear máscaras que recuperan el vínculo con lo animal y lo imaginario.
Este sábado, en tanto, el foco se traslada al mundo vegetal con El sueño de las hojas y las plantas, un taller de stencil para chicos a partir de los 6 años, coordinado por la artista Adriana Omahna. La actividad dialoga con su muestra Territorios en tensión. Habitar la naturaleza desde la ciudad, y propone pensar en las huellas de la vida natural que habitan el espacio urbano.
Por su parte, el Sitio Arqueológico La Cisterna (Moreno 550) también se suma a la agenda invernal con una actividad que cruza arte y paleontología. El jueves 31 a las 16 se presenta Más que dinosaurios de plastilina, un taller a cargo de la ilustradora Mariana Ardanaz, que invita a explorar formas prehistóricas y crear sus propias criaturas con plastilina. La actividad, que dura una hora, tiene cupo limitado para 30 personas, con ingreso por orden de llegada.
El arte de imaginar
El Malba (Av. Pres. Figueroa Alcorta 3415) despliega una agenda especialmente pensada para niños, niñas y jóvenes, con el foco puesto en el cruce entre arte, imaginación y juego. A partir de obras de Liliana Porter, Sandra Vásquez de la Horra, Julio Le Parc y otros artistas presentes en su colección, el museo propone talleres y recorridos que invitan a descubrir escenas mínimas, encuentros insólitos y objetos que parecen cobrar vida.
El lunes 28 a las 11, Para verte mejor, un taller dirigido a chicos de 5 a 10 años que parte de las obras “Anteojos para una visión otra” y “Espejos dobles” de Julio Le Parc. Allí, los participantes crearán sus propios anteojos lúdicos con efectos ópticos para alterar la percepción y ver el mundo de otra manera. También ese lunes, en el mismo horario, se ofrecerá Pequeños relatos, grandes hazañas, un taller de narración y creación inspirado en el universo poético de Liliana Porter. La actividad propone observar y reinventar escenas con personajes diminutos que se convierten en héroes de historias inesperadas.
El museo también invita a pensar en los objetos como portales hacia otros mundos. En Donde las cosas suceden (lunes 28 y viernes 1 a las 16), chicos de 6 a 12 años podrán crear escenas a partir de objetos y fotografiarlas con cámaras instantáneas, en un guiño a la estética de Porter. Por su parte, Mundos encontrados (jueves 31 a las 11) explora las conexiones entre imaginación y materia a través de las obras del dúo Mondongo, Antonio Berni y Jorge de la Vega. La propuesta incluye un recorrido más un taller donde se experimenta con materiales diversos.
Otra actividad destacada es Un hilo rojo, un pingüino y un gaucho, que se realiza el viernes 1 de agosto a las 11. El taller parte de escenas absurdas y encantadoras de la muestra Liliana Porter: Travesía para que los chicos inventen sus propias combinaciones de objetos y personajes. ¿Qué pasaría si un gaucho se cruzara con Pinocho? ¿Qué diría un pingüino a un perro?
Finalmente, el jueves 31 a las 16, Creando historias cierra la programación con una propuesta que combina recorrido, fotografía y escritura. Dirigida a participantes de entre 8 y 14 años, la actividad propone buscar personajes escondidos en las obras del museo y escribir historias a partir de ellos, hilando arte y narrativa en clave personal.
Todas las actividades del Malba requieren inscripción previa y tienen cupo limitado. Algunas son gratuitas y otras solicitan un bono contribución accesible. Más información e inscripciones acá.