El partido Democracia Cristiana de Chile ha registrado este domingo sus primeras bajas a raíz de que su junta nacional haya decidido respaldar este mismo fin de semana la candidatura a la Presidencia del país de Jeannette Jara, ganadora de las elecciones primarias del oficialismo por el Partido Comunista.
«Con mucha tristeza, después de 45 años, he renunciado a Democracia Cristiana», ha anunciado el diputado Pablo Jaeger a través de su cuenta en la red social X. «Es lo honesto. No he compartido la opinión mayoritaria del Partido en sus dos más importantes decisiones. No aprobé en 2022 y ahora no puedo apoyar a Jeannette Jara. No será bueno para Chile ni para el PDC», ha defendido, aludiendo asimismo al apoyo de su partido a la aprobación de la frustrada nueva constitución en el referéndum de septiembre de 2022.
Otros miembros, como la exconsejera regional Eva Jiménez o la concejala de Conchalí –comuna de la capital, Santiago de Chile–Patricia Molina, han presentado también su renuncia.
A su vez, el alcalde por Coyhaique, en el sur del país, Carlos Gatica, ha calificado la decisión de la militancia democristiana como «sin duda alguna, el momento más difícil». «Respeto la decisión de la junta nacional, pero no la comparto. La DC nació para construir puentes, no para diluirse en alianzas que contradicen su historia. Nuestro electorado nos pide coherencia, no conveniencia política», ha recalcado en la misma plataforma.
La decisión ha causado turbulencias en la organización, llevando a su presidente, Alberto Undurraga, a renunciar. «Apoyar la candidatura de Jeannette Jara significa que buena parte de nuestro electorado no nos va a seguir. Eso significa que se van a ir hacia la derecha», argumentó en el encuentro de su partido.
La organización, que actualmente sostiene tres de 50 senadores y ocho de 155 diputados, presentó el sábado dos alternativas a su militancia: apoyar la candidatura Jara a la cabeza de la coalición gobernante, Unidad por Chile, o elegir un presidenciable propio, una opción desestimada después de que la convergencia con la candidata oficilista recibiese el 63 por ciento de los apoyos. Excluida quedó la posibilidad de no concurrir a los comicios, una propuesta del hasta ahora dirigente del partido.
De este modo, Jara ha logrado uno de los retos que se puso tras alzarse como candidata del oficialismo, cuando manifestó su deseo de unir a toda la centroizquierda chilena. «Agradezco sinceramente el respaldo de Democracia Cristiana a esta candidatura», expresó en esta ocasión. «Sé que el camino recién comienza, y asumo con humildad la tarea de ganarme el corazón y la confianza del pueblo democratacristiano. Este no es solo un acuerdo político, es un compromiso con un Chile más justo y unido», subrayó en su cuenta en X.