Muchas personas confían en la seguridad de sus redes domésticas, pero existe un peligro oculto que podría estar facilitando el acceso de extraños a información tan sensible como contraseñas de cuentas bancarias.
Según especialistas en ciberseguridad, una función extendida en la mayoría de los routers actuales puede convertirse en la puerta de entrada predilecta de los ciberdelincuentes: el WPS (WiFi Protected Setup).
La decisión de dejar activada esta función por comodidad expone a los dispositivos conectados a diversas amenazas, comprometiendo desde archivos personales hasta claves bancarias, con tan solo un par de descuidos cotidianos. El enemigo podría estar dentro de casa, sin que los usuarios sean conscientes de los riesgos.
Qué es el WPS y por qué puede convertirse en una amenaza en la red
El Wifi Protected Setup o WPS nació con el objetivo de simplificar la conexión de nuevos dispositivos al WiFi familiar. Solo hace falta presionar el botón correspondiente en el router, que intentará conectarse a la red sin solicitar la contraseña habitual, útil en momentos en los que no se quiere digitar claves largas o complejas.
Esta funcionalidad, integrada en la mayoría de routers modernos, se ha presentado desde su aparición como una herramienta práctica, sobre todo para usuarios menos habituados a cuestiones técnicas.
No obstante, esa misma facilidad juega en contra de la seguridad. El hecho de que el proceso se resuelva pulsando un simple botón reduce drásticamente la protección de la red.
Al mantenerse activada sin supervisión, el WPS representa una oportunidad para que atacantes cercanos accedan de modo no autorizado, porque pueden aprovechar lapsos de descuido para emplear el sistema y vincularse sin necesidad de conocer la contraseña.
Por qué es tan vulnerable esta opción
El núcleo del problema radica en el método que utiliza el WPS para validar conexiones: un PIN de solo ocho dígitos. Frente a las contraseñas tradicionales, que pueden configurarse con combinaciones mucho más largas y complejas, este sistema representa una defensa ciertamente débil.
Existen programas y aplicaciones capaces de generar, en cuestión de segundos, todos los posibles códigos para ese corto rango de combinaciones, facilitando así la “adivinanza” del PIN y permitiendo el acceso a la red.
Solo es necesario que un atacante se sitúe cerca del hogar objetivo para que, mediante herramientas automatizadas, pueda vulnerar este sistema de autenticación y conectar su propio dispositivo al WiFi privado.
Qué riesgos existen una vez que acceden a la red WiFi doméstica
El acceso de terceros no autorizados a la red doméstica no se limita simplemente a la utilización del internet. Una vez dentro, los ciberdelincuentes pueden desplegar técnicas de espionaje para monitorear la actividad de los dispositivos conectados.
Esto les posibilita interceptar contraseñas, recopilar datos personales y, en casos graves, obtener credenciales bancarias, con la intención de efectuar robos en las cuentas asociadas.
La amenaza se concreta cuando el atacante consigue intervenir en las comunicaciones electrónicas. Mediante la manipulación o el registro del tráfico de datos, pueden obtener información crítica sin que la víctima note la intrusión, exponiendo tanto su vida privada como sus recursos financieros.
Dónde se encuentra el botón WPS y cómo puede desactivarse de forma práctica
El botón WPS suele estar ubicado en la superficie o el costado del router, identificado con esas siglas. Su activación se indica a través de una luz LED que parpadea mientras el sistema está habilitado.
El procedimiento es directo: para activar WPS, se pulsa y parpadea; para desactivarlo, se presiona nuevamente hasta que la luz deje de emitir señales. Desactivar el WPS resulta un paso clave para minimizar riesgos.
Un gesto sencillo puede marcar la diferencia entre una red vulnerable y una protegida frente a intentos de acceso fraudulento. Aunque la función tiene aplicaciones prácticas en contextos familiares, su mantenimiento constante activa incrementa de manera significativa la exposición ante posibles ciberdelincuentes.