
En el universo de los certámenes de belleza, las coronas representan mucho más que un simple accesorio. Cada pieza simboliza un momento específico de la historia, una declaración de intenciones y una muestra de arte en joyería.
México ha conquistado Miss Universo en tres ocasiones y cada una de sus representantes se ha distinguido al portar una corona distinta con historias y significados propios.
Te invitamos a descubrir cuáles han sido las joyas que han acompañado a las mexicanas que lograron la victoria y cómo cambian nuevamente los símbolos de triunfo para la edición 2025.

¿Quiénes son las mexicanas que han ganado Miss Universo?
El nombre de México ha brillado en Miss Universo en tres ocasiones.
- Lupita Jones fue la primera mexicana en alzarse con la corona en 1991, marcando un antes y un después para el país en el plano internacional.
- Pasaron casi dos décadas hasta que Ximena Navarrete devolvió el triunfo a tierras mexicanas en 2010.
- Más recientemente, Andrea Meza inscribió su nombre en la historia al ganar la edición de 2021.
Cada una vivió este momento cumbre acompañada por una corona diferente, propia de su época y de la evolución del certamen.
La corona que lució Lupita Jones en 1991
Lupita Jones desfiló como ganadora. El diseño de la corona conocido como The Chandelier Crown fue creado por Sarah Coventry y se distingue por la figura femenina en el centro que sostiene un cetro, rodeada de diamantes de imitación.
La organización celebró su funcionalidad al permitir que se fabricaran réplicas precisas para entregarlas a las reinas salientes, resultado del menor costo que ofrecía este material.

Dicho diseño es derivado de uno anterior llamado The Sarah Coventry Crown (1963 a 1972), pero en 1973 la pieza fue adaptada para mayor comodidad y ganó popularidad bajo el nombre de The Chandelier (candelabro o lámpara de araña), un apodo derivado de su estructura con brazos entrelazados.
Según reportes de distintos medios, a finales de esa década, la producción habría pasado a la firma International Gem and Jewelry Show, Inc.

Ximena Navarrete y la “Corona Diamond Nexus”, símbolo y mensaje
En la edición 2010, la mexicana Ximena Navarrete fue coronada con la Corona Diamond Nexus.
Esta pieza, fabricada por Diamond Nexus Labs, se reconoce por sus mil 371 gemas que suman 416 quilates, montadas en una aleación de oro blanco de 14 y 18 quilates mezclado con platino.
Antes de usar este nombre, la organización invitó a los seguidores del certamen a elegir entre tres conceptos en una votación global en línea: Unidad, Esperanza y Paz.

La vencedora absoluta fue la Corona de la Paz, que buscó representar no solo el triunfo de la belleza, sino también la defensa por la conciencia relacionada al VIH/SIDA, pues incorpora rubíes sintéticos en apoyo a campañas de educación y prevención.
Andrea Meza y la transformación de los símbolos
La ganadora más reciente para México, Andrea Meza, recibió la corona “Poder de la Unidad”, diseñada por Mouawad para el ciclo 2019-2021.
Valuada en cinco millones de dólares, la tiara integró oro de 18 quilates, diamantes y cristales, con un concepto que evoca la solidaridad entre las naciones.

Esta joya ha sido catalogada como una de las más valiosas en la historia del certamen y, para la edición en la que Meza resultó vencedora, se posicionó como símbolo del empoderamiento femenino y la diversidad.
La corona que se utilizará en Miss Universo 2025
El ciclo 2025 de Miss Universo será escenario de un nuevo hito, pues la organización ha elegido una pieza original de la casa filipina Jewelmer para la ganadora.
Bautizada como Lumière de l’Infini, esta corona marca la primera vez que Filipinas produce exclusivamente el símbolo máximo del certamen.

El diseño refleja influencias del océano y la naturaleza, utilizando oro, perlas doradas Mar del Sur y diamantes para representar la luz y el brillo del sol, detalló la firma en su página web.
El valor estimado alcanza los cinco millones de dólares, aunque la cifra oficial aún está pendiente de confirmación por parte de Miss Universo.
Este cambio busca consolidar la conexión entre el arte filipino y el espíritu internacional del certamen, abriendo una nueva etapa para las futuras reinas.
