Una expedición arqueológica franco-egipcia halló en la ciudad de Luxor, a orillas del río Nilo, un imponente templo que se erigió en honor a Ramsés II. Este hito en la historia de ese país se produjo en el marco de una misión para detectar posibles entierros nunca antes vistos en las inmediaciones de la urbe antigua.
El país del norte de África cuenta con centenares de obras, edificaciones y monumentos todavía no descubiertos por la comunidad de historiadores de todo el mundo, que a diario arriban a las regiones donde se emplazan estos yacimientos milenarios con el fin de detectar nuevas evidencias que aclaren cómo fue la vida de una de las civilizaciones que más influyó en la cultura occidental.
En esa línea, el Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto publicó un comunicado en su cuenta de Facebook en el que notificó el hallazgo de la Casa de la Vida o Per Ankh, que pudo tener la función de un templo funerario, un lugar de culto para el faraón y un centro de actividad religiosa, educativa, administrativa y económica.
Este emplazamiento se bautizó como Ramesseum y gracias a los objetos que rescataron desde lo profundo de la tierra confirmaron que se trató de una escuela donde se enseñó a escribir, a realizar cuentas matemáticas, a leer textos sagrados y mucho más. En la base de este templo se hallaron juguetes educativos, útiles de aprendizaje y dibujos que los estudiantes realizaron hace más de 2000 años.
Según comentaron desde el organismo gubernamental, este descubrimiento resultó de gran importancia para la historia, ya que es la primera evidencia documentada de la presencia de una institución educativa de estas características directamente asociada con el Ramesseum.
En el norte del templo encontraron un almacenamiento con restos de aceite de oliva, miel, grasa y vino. Asimismo, los expertos confirmaron la existencia de talleres textiles, de trabajo en piedra, cocinas y panaderías. De esta forma, sugirieron que la actividad económica era más compleja de lo que se creía e incluía otros aspectos por fuera de los preconcebidos.
Por otra parte, en el sector oriental del templo se detectó un área de administración, compuesta por diferentes oficinas en las que trabajaron oficiales de distintos rangos, encargados de distribuir los bienes y organizar la producción.
Como si esto fuera poco, los expertos desenterraron varias tumbas que reposaron en el noreste de la Casa de la Vida, estas datan del Tercer Período Intermedio (1069 a.C.- 664 a.C.). Junto a ellas se rescataron “pozos funerarios, sarcófagos encajados unos dentro de otros, vasos canopos, objetos funerarios y un total de 401 ushebti (figurillas funerarias) de cerámica”. La expedición localizó restos humanos que habrían conformado una necrópolis en los años posteriores al funcionamiento educativo del templo.
También conocido como el Templo del Millón de Años, este sitio cuenta además con una construcción que Ramsés II erigió en honor a su madre, la reina Tuya. Incluso, en las labores anteriores al descubrimiento de la Casa de la Vida, los arqueólogos lograron devolver a su forma original dos figuras colosales con los rostros de mamá e hijo, y que se ubicaron en sur.
Desde el comunicado oficial señalaron que en la segunda puerta monumental también se descubrió parte de un dintel de granito en el que se representa a Ramsés II ante el dios Amón Re.