El oeste sanjuanino tiene un nuevo hotel termal, un sitio ideal para aquellos que buscan unos días de pura calma y desconexión. Relax y bienestar físico son las asociaciones rápidas que la mente hace cuando hablamos de aguas termales. Automáticamente nos imaginamos flotando, acariciados por la suavidad acuosa que promete hacernos olvidar las preocupaciones y aflojar el estrés del trajín diario.
Algo de eso sucede en el Hotel Termas Pismanta, ubicado en las inmediaciones de Villa Iglesia, a unos 200 km de la ciudad de San Juan.
El edificio se construyó sobre la base del antiguo hotel provincial de la década del ‘50 que funcionó hasta hace poco. Aunque las instalaciones actuales nos sorprenden, aún se puede adivinar algo de la traza original.
Aquí, el recursos natural viene acompañado de una moderna y lindísima infraestructura donde los horas trascurren plácidas con todos los mimos para salir renovados, algo no muy habitual en el turismo termal nacional, más enfocado a una demanda de tipo masiva.
Diseño & paisaje
Rodeado de montañas, con Los Andes ahí nomás, el hotel fue ambientado para lograr un clima de espíritu neto y contemporáneo que se percibe en todo el interior. El living central invita a pasar un rato como si fuera el de casa, con sus comodísimo sofás donde uno puede leer un rato mientras espera la cena o planea una salida por los alrededores para le día siguiente. Como parte de la decoración, se utilizaron antiguos planos que muestran obras clave de la infraestructura pública provincial. Aparecen enmarcados y envejecidos sobre la paredes y son un detalle para explorar con tiempo.
Casi todos los cuartos se abren a un jardín que se continua en la enorme piscina termal vidriada in-out . Allí uno podría pasarse la vida. El paisaje se cuela por la enorme cúpula vidriada que oficia techo y convierte a la experiencia en un hecho único.
En el primer piso está la gran suite con varios ambientes de dimensiones generosas. Además, se diseñó un conjunto de siete habitaciones que comparten una piscina privada, ideal para aquellos que buscan mayor intimidad.
El agua termal es omnipresente y se puede disfrutar incluso en el baño del cuarto. El hotel cuenta con dos ojos termales, agua rica en magnesios y sulfatos, cuyas propiedades –según nos cuentan– son múltiples. Reducir el estrés y la ansiedad, mejorar la calidad del sueño, promover la relajación muscular y la desintoxicación, así como el alivio de los dolores osteoarticulares, son algunas de sus virtudes .
Bajo el signo del agua: el spa
En los últimos meses –febrero– se inauguró el spa que también está disponible para no huéspedes a través de diferentes circuitos que permiten pasar allí el día entero.
La experiencia fue pensada bajo una concepción holística con aromas y música cuidosamente seleccionada para hacer más placentera la estadía y aprovechar la surgente natural de agua termal mineromedicinal, sulfatada, sódica y cálcica que tiene el hotel. También, se incluyen los tratamiento con fango termal propio.
El sitio cuenta con una gran piscina lúdica. Dentro se instalaron varias bicicletas para ejercitarse en el agua. En diferentes sectores se encuentran una suerte de duchas con flujos de diferente intensidad que ofician de masajeadores.
Además, se diseñaron varias piscinas pequeñas de inmersión, para un máximo de tres personas, con temperaturas que van entre los 36° y 42 °, que inducen a la relajación.
Las poltronas de calor son una suerte de reposera comodísimas con temperatura regulable hasta los 40°, ideales para descansar entre una estación y otra del circuito. Pero, por sobre todo, permiten hacer un alto y cumplir con el rito de la hidratación, un práctica clave de la experiencia.
Durante la estadía en spa, el personal controla los tiempos en cada estación a fin de impedir una exposición excesiva que genere alguna descompensación .
Sauna seco y húmedo, salas de masajes y un menú muy variado de tratamientos que se organizan a través de cuatro circuitos, cada uno con diferentes alternativas para mimarse, completan la propuesta.
Entre los tratamientos que ofrecen está la Cámara de ozono ,una propuesta que estimula el colágeno y la elastina. La fango terapia corporal, previo a dermopulido y exfoliación, finaliza con un ducha Vichy, tipo rocío con agua termal, por supuesto, que suele ser muy agradable.
Hay tratamientos faciales de fango terapia combinados con equipos de alta frecuencia y otros que utilizan la radiofrecuencia.
El menú de masajes es variado. Se puede contratar los clásicos de tipo manual , suave o profundo, también se ofrecen masajes con toallas, piedras o pindas calientes. Este último método recurre a una serie de bolsitas rellenas de arroz, hierbas y semillas que despiden aromas suaves y se usan para masajear, pero también se colocan sobre puntos energéticos del cuerpo. Los productos provienen de una línea comercial que utiliza el agua termal local para fabricar cada una de las alternativas cosméticas.
Lágrimas de un cacique
Las aguas termales fueron usadas desde tiempos antiguos por los pueblos locales. Cuenta la leyenda que la vertiente se originó en las lágrimas del Cacique Pismanta, un Señor huarpe, que luchó contra los conquistadores españoles. Al final, sin más recursos y vencido en la batalla, se refugió con su familia en un cueva, en la zona de Angualasto.
Cuentan que a los pocos días se escuchó un fuerte temblor acompañado de un ruido estruendoso y una grieta se abrió en la caverna . Por allí comenzó a fluir el agua caliente. La tradición asegura que esa agua proviene de la lagrimas del cacique que fue acogido por la Pachamama en el corazón de la tierra. Otros aseguran que esa agua es una queja silenciosa y constante del valiente cacique quien, prefirió dar la vida a dejarse conquistar por el español.
Este relato suele contarse en un fogón que algunas noches se arma en la entrada del hotel y convoca a los huéspedes interesados en las antiguas tradiciones.
La mesa
El restó, a cargo del chef Alejandro Sainz, ofrece platos que rescatan los productos de la zona como la quinoa, la trucha (hay un criadero local) y las verduras de las huertas cercanas.
Aquí las carta cambia con las estaciones del año y cada jornada suelen sumarse al menú uno o dos platos del día, una propuesta atractiva para aquellos que se quedan en el hotel por varios días y buscan probar platos nuevos.
Ahora, acaban de estrenar la carta de invierno con recetas pensadas para los días fríos como la bondiola de cerdo con salsa de mostaza y miel acompañado de verduras glaseada, el lomo de ternera con salsa de hongos y pure rústico o una versión más sofisticada con caviar de Malbec. La trucha local llega a la mesa preparada con manteca negra y acompañada de verduras salteadas y quinoa. Para los paladares más tradicionales contemplan una versión bife de chorizo y otra de blanco de ave.
Como atención extra los platos principales se esperan con una cazuelita de escabeche de pollo, de lengua al vinagreta ,humus de garbanzo, pickles o un mix de aceitunas con grisines saborizados y pan pancitos caseros.
Hay menú infantil y opciones para celíacos, así como pastas, sopas y ensaladas. Además, una deliciosa selección de postres.
Después, solo queda disfrutar a pata ancha y si tiene energías extra sumarse a las muchas experiencia que proponen los alrededores donde se puede disfrutar la experiencia andina del trekking, los paseos en 4×4 a extrañas formaciones o llegar hasta el dique Cuesta del Viento y animarse a las muchas posibilidades que ofrece la práctica de los deportes acuáticos en el lago.
DATOS ÚTILES
TERMAS PISMANTA HOTEL & SPA
R.N 150. Pismanta.
T: (2644) 45-1111
www.termaspismantahotel-spa.com.ar
La doble desde $171.000 con desayuno buffet continental, además incluye un circuito (Tudcum) en el Spa. Revise la web, suelen tener promociones con noches de regalo en determinadas épocas del año y también de domingos a jueves.
Circuitos spa desde $25000 a $60.000 por persona. Consejo : Si tiene algún problema de salud o dudas respecto de la experiencia termal, consulte antes con su médico de confianza.
GRAN CACIQUE, el restó del hotel abre todos los días para almorzar y cenar, también para no huéspedes.