
La recomendación de la policía de Berlín de evacuar el área después de su decisión de disolver la protesta respondía a la necesidad de evitar una reactivación de incidentes y mantener la seguridad en las calles cercanas. Así lo detalló Europa Press al reseñar los acontecimientos ocurridos el 13 de diciembre, cuando las fuerzas de seguridad realizaron al menos 18 detenciones durante una manifestación anual de carácter antipolicial en la capital alemana.
Según precisó Europa Press, la marcha, que reunió a cerca de 1.000 personas, representó un desafío para los agentes debido a que numerosos asistentes cubrieron su rostro durante el recorrido por la calle Rigaer, hecho que impidió su identificación. La falta de visibilidad de los manifestantes fue señalada por el portavoz policial, Martin Halweg, quien atribuyó a esta práctica el aumento de las complicaciones en el operativo y en la gestión de posibles comportamientos ilícitos dentro de la protesta.
El origen de la convocatoria se sitúa en un cuestionamiento constante de la actuación de la policía berlinesa, contexto al que Europa Press atribuyó el desarrollo anual de este tipo de protestas y la aplicación de medidas preventivas por parte de las autoridades. Desde el inicio del trayecto, los asistentes corearon consignas consideradas ilegales y desplegaron pancartas no autorizadas, pese a las advertencias de los agentes para que cumplieran con las restricciones establecidas.
En el curso de la marcha, Halweg explicó que la policía intentó entablar diálogo directo con los organizadores con la intención de evitar alteraciones del orden y detener posibles delitos en pleno desarrollo de la convocatoria. Los agentes realizaron múltiples llamados para apaciguar el ambiente y advirtieron sobre las repercusiones del incumplimiento de las condiciones impuestas, con el objetivo de persuadir a los responsables de colaborar en la contención de situaciones peligrosas.
Europa Press relató que la situación se tornó más tensa después de las 20:00 horas, cuando algunos manifestantes lanzaron petardos, artefactos pirotécnicos y botellas contra los policías que formaban parte del dispositivo de seguridad. Estos episodios motivaron la interrupción inmediata de la manifestación, debido a que las autoridades consideraron que se configuraba una amenaza para la seguridad pública y se acumulaban infracciones reiteradas a la normativa vigente para este tipo de reuniones.
El medio europeo mencionó que los antecedentes de disturbios y arrestos en ediciones previas de la marcha explican la intensificación de los controles, la presencia adicional de efectivos y la realización de operativos preventivos por parte de la policía de Berlín en fechas cercanas a la protesta anual. En la edición de este año, agentes y asistentes protagonizaron enfrentamientos, incluso después de reiterados intentos de mediación por parte de las autoridades.
La imposibilidad de identificar a quienes se cubrieron el rostro dificultó determinar la autoría de lemas prohibidos y conductas delictivas. De acuerdo con lo declarado por Halweg y recogido por Europa Press, el ambiente hostil generó que el trayecto fuese suspendido en diversas ocasiones a lo largo de la noche antes de la decisión final de concluir el evento.
La orden de disolver completamente la reunión se emitió cerca de las 22:30 horas, conforme a la comunicación oficial difundida por la policía de Berlín y citada en el reporte de Europa Press. La decisión respondió a la persistencia en el uso de fuegos artificiales, los ataques organizados hacia los agentes, el incumplimiento de disposiciones y la falta de cooperación de los responsables de la manifestación. A continuación, la policía ordenó que los asistentes abandonaran el área para mitigar la posibilidad de que se registraran nuevos disturbios en la zona.
El operativo policial incluyó la detención de al menos 18 personas, cifra ratificada por el portavoz Halweg y mencionada reiteradamente por Europa Press en su cobertura. La vigilancia en los alrededores continuó durante varias horas tras la evacuación, con el objetivo de evitar que los grupos pudieran reconstituirse y garantizar el restablecimiento del orden institucional.
Europa Press hizo hincapié en que este tipo de movilizaciones, centradas en reclamaciones contra la policía en Berlín, suelen implicar la movilización de cientos de personas y requieren de una respuesta significativa por parte de las fuerzas de seguridad. Los operativos incluyen mecanismos de vigilancia y refuerzo de controles para anticipar y neutralizar posibles escenarios de violencia motivados por los antecedentes de manifestaciones previas.
