Un ciudadano argentino fue detenido en la frontera con Chile por llevar fuegos artificiales sin declarar y escondidos en su auto. Tras el secuestro de la mercadería, el abogado que vive en la provincia de Mendoza fue imputado y luego liberado tras pagar una fianza.
El hecho ocurrió este lunes por la tarde en el complejo Los Libertadores, la aduana chilena en el Paso Cristo Redentor, cuando el personal aduanero revisó el vehículo del letrado, quien en ese momento estaba acompañado por amigos y familiares.
En ese marco, los funcionarios le encontraron 50 petardos en la guantera, otros 11 debajo del asiento del conductor y dos morteros en el compartimento donde se ubica la rueda de auxilio. El personal contabilizó 63 unidades de fuegos artificiales. Todo estaba sin declarar, algo que se debe hacer para ingresar mercadería a otro país dado que es obligatorio el pago de impuestos.
De acuerdo a lo que publicó el medio local Los Andes Online, el hombre fue inmediatamente detenido y puesto a disposición del Juzgado de Garantías. En tanto, fue imputado por contrabando y tenencia ilegal de fuegos artificiales.
El fiscal chileno Jorge Alfaro Figueroa dictó la prisión preventiva para el abogado. Cuando prestó declaración ante el juez Daniel Chaucón Ojeda, el acusado justificó su accionar al decir que en la Argentina “no está prohibida la tenencia de fuegos artificiales» y que los había comprado “hace mucho tiempo” para celebrar las fiestas de fin de año.
Aseguró tras ello que desconocía “por completo” que en Chile rige esa prohibición. Ante esto, el juez le otorgó la libertad bajo una fianza de 100.000 pesos chilenos, equivalente a 133.000 pesos argentinos, monto que los familiares del mendocino pagaron.
No obstante, por la causa deberá acudir a audiencias debido a que se prevé que la investigación continúe al menos durante cinco meses.
El caso del abogado se suma a otro episodio reciente: la detención de un policía argentino de las fuerzas de Santa Fe en el Paso Cristo Redentor (también en Mendoza) cuando quiso pasar a Chile una pistola con cargador y municiones.
El policía fue liberado tras ser informado sobre el proceso en su contra, en el que se lo acusa de contrabando y otros delitos ligados a la ley de control de armas que rige en el país andino, según informó el Diario de Mendoza.