El Día Nacional de la Donación de Órganos se conmemora cada 30 de mayo en nuestro país, una fecha orientada a concientizar acerca de la importancia de esta práctica para quienes se encuentran a lista de espera de un trasplante de un órgano o tejido. Este procedimiento puede salvar miles de vidas y garantiza derechos para los donantes y receptores, como la confidencialidad y privacidad.
Aquellas personas que requieren un trasplante de órganos, se encuentran ante un estado de salud crítico. Esto puede deberse por un mal funcionamiento de alguno de sus tejidos o la inexistencia del mismo. En la Argentina, el Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai) es el organismo que se encarga de coordinar, normalizar y fiscalizar todas las actividades asociadas a la donación de órganos.
¿Por qué se celebra hoy el Día Nacional de la Donación de Órganos?
En 1997, el entonces presidente de la Nación, Carlos Menem, emitió el decreto nacional 1079. De esa forma, se decretó celebrar esta fecha en la Argentina, en recuerdo del primer bebé que nació luego de que su madre recibiera un trasplante en el país. La jornada tiene como objetivo destacar este tipo de procedimiento médico, que resulta esencial para mejorar la condición de salud y salvar la vida de miles de personas.
El Día de la Donación de Órganos busca fomentar que las personas decidan ser donantes voluntarios para poder satisfacer la demanda de trasplantes en el país. En los últimos años, la Ley Justina significó un gran avance para llevar a cabo estas prácticas sin demoras y prevenir fallecimientos de quienes se encuentran a la espera de un órgano o tejido.
Qué es la Ley Justina
La Ley N° 27.447, también conocida como Ley de trasplante de órganos, tejidos y células, se encarga de regular todas las actividades asociadas con la obtención y utilización de órganos y tejidos humanos. Establece que toda persona mayor de 18 años es considerada donante, salvo que haya dejado constancia expresa de lo contrario. De esta manera, quienes no deseen participar de la donación, deberán inscribirse en un registro de no donantes.
Se la conoce como “Ley Justina» en honor de Justina Lo Cane, una niña de 12 años que falleció en la espera de un trasplante de corazón. La joven permaneció en internada en la Fundación Favaloro durante cuatro meses, en búsqueda de una intervención quirúrgica. Sin embargo, el órgano donante no llegó y su salud empeoró hasta fallecer el 22 de noviembre de 2017. Su historia inspiró este proyecto de ley, que fue aprobado en la Cámara de Diputados el 4 de julio de 2018.
La ley establece también que los familiares de una persona fallecida ya no serán quienes autoricen la donación. Asimismo, establece el derecho a los donantes y receptores de privacidad, intimidad y confidencialidad.
Esto significó un gran avance para la donación de órganos en el país. En la mayoría de los casos, estos provienen de personas fallecidas, por lo que es esencial facilitar los pasos para la donación. En otros diagnósticos clínicos, se pueden llevar a cabo con donantes en vida, como es el caso del hígado y riñón.