“Soy un contador de historias”, dice desde Los Ángeles Diego Boneta vía zoom. Es que, aunque acaba de editar su primer libro, no se considera “escritor”. Sin embargo, al leer El misterio de Alejandro Velasco y aunque se trata de una historia de ficción, se puede ver mucho de él en las páginas: la cruza constante entre Estados Unidos y México, entre el español y el inglés, la pasión por el tenis y la admiración que siente por su hermana Natalia, reflejada en uno de los personajes de la trama.
Atento y cordial, antes de comenzar la entrevista con LA NACION sonríe al escuchar que se trata de un medio argentino y recuerda su paso por el país cuando grabó su primer disco a los quince años con Cachorro López. “Tengo mucho cariño por su país”. El actor, que se hizo famoso mundialmente por interpretar a Luis Miguel en la biopic del astro de la canción, cuenta a este medio cómo fue el proceso creativo que lo llevó, tres años después del comienzo, a tener entre sus manos su primer libro, un thriller que cuenta la historia de un joven que decide infiltrarse en la familia de su amigo fallecido para saber los motivos reales del deceso, donde las mentiras, el amor y las apariencias se mezclan constantemente. Además, confirmó que él será el protagonista de la adaptación audiovisual que ya está en marcha.
—¿De qué trata El misterio de Alejandro Velasco?
—La historia empieza con Julián, que llega a casa de los Velasco, sin aviso, para dar su más sentido pésame a la familia por la pérdida de su hijo Alejandro, que era su mejor amigo, jugaban y estudiaban juntos. Pero pronto nos damos cuenta que Julián está ahí porque realmente cree que su amigo murió de una manera misteriosa. En la historia dicen que murió de suicidio. Está ahí para descubrir qué pasa. Pero se enfrenta con un conflicto perfecto que es Sofía. Ella es mi personaje favorito de la novela. Es la hermana de Alejandro, es una niña muy inteligente, muy hábil, muy bella; juega espectacularmente bien al tenis, está trabajando en la empresa familiar, porque también como lector te das cuenta que esta es una familia de la clase alta mexicana, que vive de una manera sumamente particular. Julián y Sofía empiezan a jugar un juego de tenis, no solo literal, sino también mental entre ellos y eso desencadena ciertas situaciones. Lo último que diría antes del spoiler es que Julián y Sofía tienen algo y el lector se da cuenta que él quizás no es quien dice ser.
—¿Y vos con cuál de los personajes te identificás o de cuál tenés cosas?
—Yo diría que el personaje que más fluyó desde mi perspectiva fue el de Julián. Fueron tres años de trabajo con nuestros socios, con VR Editoras y con Amazon, pero realmente la idea fue mía. Simultáneamente, estamos desarrollando la serie.
—Ahora vamos con eso, pero antes, ¿cómo te llevás con esta faceta de Diego escritor?
—No me gusta la pretensión de Diego el autor. ¿Qué? ¿Luego seré Diego el astronauta?
—¿Y como lector? ¿Te gusta leer?
—Mi amor por la escritura empieza hace muchos años: tuve una maestra desde los doce que me estimuló. Yo estaba fascinado con la historia griega y la historia romana. Esa era mi cosa favorita, porque acababa de ver Gladiador, que es mi película preferida hasta la fecha, y me obsesioné con Roma, los griegos, el imperio. Aurora, mi maestra, me empieza a contar de Homero y de la Ilíada.
—¡Te voló la cabeza!
—Me voló la cabeza, porque aparte me encantaba la mitología griega. Entonces, yo creo que mi amor por las historias y la escritura viene de esas conversaciones con Aurora, donde fue la Ilíada primero y después empezamos a estudiar a Alejandro Magno, que es mi figura favorita de la historia. Luego, muchas biografías, de Napoleón, de Julio César.
—Qué importante siendo adolescente encontrar una figura que te estimule e incentive…
—Definitivamente. Cuando ya era mayor, me dijo: “Diego, sí, vamos a estudiar matemática y tal, pero quiero enseñarte ética. ¿Por qué no estudiamos a Aristóteles y tal?”. Y hoy la filosofía es de mis cosas favoritas de la vida. Me encantan Platón, Aristóteles, las meditaciones de Marco Aurelio. Soy el nerd más nerd que te puedes imaginar.
—¿Se viene la serie de El misterio de Alejandro Velasco? ¿Cuál va a ser tu rol?
—Estamos trabajando con Oliver Goldstick, que produjo Bridgerton y Pretty Little Liars. Él está de showrunner, con su socia. Mi hermana Natalia y yo somos los productores ejecutivos y a su vez yo interpretaría a Julián.
—¿Sofía y el resto del elenco?
—No se puede decir. Estamos a la espera de definir la fecha de rodaje, pero espero que sea pronto.
—¿Cómo fue el proceso de escribir?
—Como no había escrito nada antes, acudí a un amigo mío, a quien admiro y respeto mucho, que se llama Guillermo Arriaga, que es un gran novelista y es un gran escritor, para pedirle consejo, y me dijo que me asegurara de que las bases estuvieran sólidas. “No caigas en la trampa de: ”¡Tengo que escribir y ya!”. Me dijo que construyera los personajes, los actos y los argumentos de los capítulos aunque me tardara dos años, que me tomara el tiempo que fuera necesario, que cuanto más clara tuviera esa parte, más sencillo sería todo. Fue un gran consejo.
—Más allá de estos consejos, ¿el hecho de ser actor te aportó cierta sensibilidad o algo extra a la hora de escribir?
—Totalmente, porque yo creo que el actor, en su forma más básica, es alguien que practica la empatía de una manera profesional, ¿no? En esta historia hubo personajes con los que pude ponerme en sus zapatos, como Julián, Alejandro, Eduardo. Por otro lado, mi hermana fue fundamental para el personaje de Sofía. Porque yo, por más que quiera, jamás voy a poder tener una perspectiva femenina al 100%, porque no soy mujer y en eso Natalia aportó mucho. Para mí, Sofía es el mejor personaje de la historia, porque tiene tanta complejidad, tiene tantas capas: es inteligente, tiene agenda, es guapa, juega tenis bien. Me encanta y no lo hubiera podido haber hecho sin ella.
—Esa ayuda que te aportó ella, ¿fue solo observándola o te dio consejos?
—No, fue directo, lo hablábamos.
—Ser actor aportó sensibilidad a la hora de escribir, pero a la hora de presentar el libro, ¿sentiste prejuicios por ser actor y no venir del ambiente de la literatura?
—Como desde un inicio siempre lo manejé como “no soy escritor” y no porque tenga mi libro en la mano me creo uno de ellos, no lo sentí. Yo soy un contador de historias. Esto iba a ser un guion, tardó tres años, mi hermana me ayudó. No es un trabajo individual y no me veo como un autor, no me veo como un productor, no me veo como un actor: cuento historias.