Es sabido que el vino en Argentina se ha convertido en uno de los obsequios más buscados por aquellos que quieren agasajar a sus papás.
Pero más allá del regalo, es una ocasión ideal para compartir un momento especial con ellos, sabiendo que lo van a disfrutar mucho. Por eso, aquellos que ya son grandes y pueden, eligen el almuerzo o la cena del Día del Padre para agasajarlo como se merece.
Alrededor de la mesa no solo se comparte, sino que es el mejor lugar para charlar, para recordar y, claro está, para brindar. Por eso, el regalo puede ser importante, pero descorchar un vino puede ser, además, inolvidable.
Hay que recordar que los vinos siempre son diferentes, porque puede ser de una nueva cosecha o bien de la misma que ya estaba en el mercado, pero con un año de evolución. Y como cambia con el paso del tiempo, se vuelve diferente.
Sin embargo, la diversidad que ofrece esta bebida es tan amplia que cada botella termina siendo protagonista de un descorche único.
Vino argentino: diversidad para todos los gustos
La constante evolución de la vitivinicultura en el país permite tener siempre novedades en las vinotecas, no solo marcas originales sino exponentes que llegan desde nuevos terruños y hasta de flamantes bodegas. Y todo esto, sumado a la propuesta existente de bodegueros ya consagrados que siempre se están renovando con las nuevas cosechas.
Obviamente papá se merece lo mejor, y lograr sorprenderlo con vinos es más fácil de lo que parece. El objetivo es quedar bien causando un gran impacto, sin que ello implique invertir lo que no se tiene. Por suerte, la oferta incluye alternativas destacadas en todos los segmentos de precio, a la medida de cada paladar y de cada bolsillo.
Pero más allá del precio, el objetivo es lograr transmitir un mensaje con ese vino elegido. Y para eso hay que tener en cuenta ciertos aspectos e invertir un poco más de tiempo y dedicación en la búsqueda y elección del mismo.
En todos los tipos de vinos hay opciones ideales para cada padre, porque justamente eso es lo que ofrece esta bebida: diversidad con mucho valor agregado. Es un producto del campo que nace del jugo de una fruta, y con el cual se hacen más de seis mil etiquetas diferentes al año. Es por ello que opciones sobran y en todos los segmentos.
Dejando de lado el impacto de la novedad, que siempre puede ser una gran aliada, en cada tipo hay estilos y alternativas que bien pueden servir para sorprender a papá. Todo va a depender el entorno y del momento, porque como decía Elisabeth Checa (la periodista de vinos más importante de Argentina, fallecida en 2022), “el vino no es solo vino, es el vino y su circunstancia”. Es decir que es importante cómo, dónde, con quién y por qué.
Es por ello que para la elección hay que tener en cuenta sus preferencias, pero también el lugar (en su casa o en un restaurante), con quién (parte o toda la familia), el menú y las copas, entre otras cosas.
En el momento, es relevante tener en cuenta otros detalles que pueden ayudar a disfrutar más, como la temperatura de los vinos. Con toda esta información, se hará mucho más fácil decidir. Si a la mesa son varios, y el menú lo amerita, lo ideal es sorprenderlo a papá con varios vinos a lo largo de la comida, uno para cada paso, o uno para cada momento.
En vinos espumosos, la Argentina tiene una larga trayectoria de más de 100 años. Y si bien no cuenta con el prestigio de Champagne, ya hay etiquetas que se han consagrado a nivel local, y con calidades que nada tienen que envidiarle a las más famosas de Francia.
Además, en el vino no todo es la calidad, también es importante el significado, es decir que, para muchos, un gran espumoso nacional, que se elabore en una bodega a la cual se pueda ir a visitar o que se haya conocido al enólogo en una feria, puede ser mucho más importante que uno que se elabora a miles de kilómetros y nada tiene que ver con la cultura nacional.
Por suerte, hay cientos de etiquetas, ya sea de grandes o pequeñas bodegas, elaborados por el método Charmat, o el más exclusivo Champenoise, botella por botella. Solo hay que recordar que en general los vinos espumosos no tienen añada. Y si bien eso significa que están listos para descorchar apenas llegan al mercado, también indica que no hay una referencia de cuánto tiempo se los puede guardar.
Por eso, para regalar un espumoso, lo mejor será un “vintage”, que trae la cosecha en la etiqueta. Este puede ser el vino ideal para abrir el encuentro, brindando, o bien para cerrar una gran comida, alzando las copas por papá.
Otro vino que puede ser muy disfrutado en la mesa, si se lo sirve bien acompañado, es el rosado. Como aperitivo, acompañando la picada o una entrada delicada, es ideal.
En blancos, el panorama se amplía, va desde los fragantes hasta los más elegantes. Cabe destacar que cada vez son más los vinos que no recurren a la crianza en barricas de roble para ser más longevos, sino que son más tensos y es su acidez marcada la que les garantiza el potencial de guarda. No obstante, los grandes blancos argentinos, como los del mundo, pasan por madera, el tema es que no se note.
Acá, el menú o las preferencias del agasajado mandan. Y si en blancos las opciones se multiplicaban, en tintos mucho más. Siempre con el Malbec como bandera, por diversidad, pero también por ser la variedad que mejor muestra los lugares. Es por ello que, si la apuesta es por un tinto fuera de Mendoza, esta sería la mejor alternativa, más allá que en Patagonia sobresalen los Pinot Noir y en Salta los Cabernet Sauvignon.
Pueden ser varietales o blends, sabiendo que los segundos siempre serán más equilibrados en sus expresiones a igualdad de condiciones. Es decir que, si a papá le gustan más los vinos con fuerza, quizás sea mejor ir por algún varietal, más joven que añejo. Y si bien las carnes, asadas o al horno, son las compañeras ideales de esos tintos, también hay algunos vinos más ligeros, que van muy bien con las pastas, risottos y guisos de cuchara.
Pero si a un padre le gusta más del equilibrio y los sabores complejos del tiempo, entonces habrá que optar por algún vino guardado.
Pueden ser tintos (o blancos) con algunos años a cuestas y que el paso del tiempo les ha sentado muy bien. Y dentro de los estilos también se puede hablar de clásicos y modernos, también influenciados por el método de elaboración o por la interpretación del lugar por parte del hacedor.
Esto es lo que ofrece el vino argentino: diversidad. Es una gran ventaja a la hora de tener que elegir para descorchar en un agasajo tan importante.
10 vinos ideales para celebrar el Día del Padre
Fin del Mundo Gran Reserva 2021
Del Fin del Mundo, Neuquén, San Patricio del Chañar ($ 17.000)
Blend de Malbec, Cabernet Sauvignon, Merlot y Cabernet Franc, que en esta cosecha se muestra más fresco e integrado que la anterior. Como siempre, mantiene un estilo apoyado en la madurez de fruta, tanto en nariz como en boca. Y si bien su trago se siente classy, los taninos son firmes, aportando estructura y persistencia. Beber entre 2025 y 2027.
Puntos: 90,5
Mandato Chardonnay 2024
De Diego Family Wines, Mendoza, Valle de Uco ($ 18.000)
Es la novedad de esta joven bodega, un blanco fresco y amplio, de aromas muy expresivos, elaborado por el enólogo Gustavo Agostini. De paladar franco, con notas a frutas tropicales (ananá) y leves dejos de levaduras. Su trago es equilibrado y final persistente, ideal para acompañar pescados grillados y pastas con salsas a base de crema. Beber entre 2025 y 2027.
Puntos: 90,5
DV Catena Nature
Catena Zapata, Mendoza, Valle de Uco, Tupungato ($30.000)
Blend de Chardonnay (70%) y Pinot Noir (30%), elaborado por Alejandro Vigil con método tradicional, con 30 meses sobre borras. Es un vino que al enólogo no solo le gusta hacer sino también tomar. De aromas clásicos y elegantes, frutas blancas maduras y panificados, paladar tenso y amable, burbujas finas y persistentes, y un final complejo. Un espumoso equilibrado para disfrutar por copa, pero también con estructura para la mesa.
Puntos: 92
Flechas de los Andes Gran Malbec 2021
Flechas de los Andes, Mendoza, Valle de Uco, Tunuyán ($32.000)
Hay mucha historia hay detrás de este Malbec argentino de la era moderna. Elaborado desde siempre con uvas propias y por las mismas manos de Pablo Richardi, que en cada vendimia se supera al ritmo del equilibrio del viñedo y el carácter de lugar, más allá de los efectos de cada cosecha. De buen nervio, reflejando una añada más fresca que la 2020, con dejos de frutas negras y hierbas. Sus taninos incipientes resaltan el trago fluido y fresco, también consistente, con final especiado. Beber entre 2025 y 2028.
Puntos: 92
Otronia 45° Rugientes Rosé 2022
Otronia, Chubut, Sarmiento ($36.500)
Rosado elaborado 100% con uvas Pinot Noir orgánico, de parcelas seleccionadas con suelos arenosos-arcillosos para resaltar la frescura, la fruta y la complejidad. Concebido desde la viña por el enólogo Juan Pablo Murgia, de aspecto tenue y brillante, con botella elegante. Resulta más tenso que la cosecha anterior, también fresco y austero en su carácter de frutas rojas. Un rosado para lucirse. Beber entre 2025 y 2026.
Puntos: 91,5
Trivento Stratus 2021
Trivento, Mendoza, Valle de Uco ($47.000)
Elaborado con uvas de productores seleccionados de Los Chacayes, Altamira y
Gualtallary por el enólogo Germán Di Cesare, este blend de Malbec (70%) de los tres lugares, con Cabernet Franc (20%) y Merlot (10%), es lo más nuevo de la bodega. Son solo 6000 botellas, y el vino le hace honor a su nombre (Stratus significa capas en latín). Sus aromas bien definidos a frutos del bosque se combinan con tonos herbales. De paladar franco, con taninos finos e incipientes que resaltan su frescura. Hay jugosidad con tensión y algo de tierra mojada en su carácter. Muy bien equilibrados sus 18 meses en madera, y con fuerza para seguir evolucionando.
Puntos: 93,5
Trapiche Gran Medalla Cabernet Franc 2020
Trapiche, Mendoza, Valle de Uco ($50.500)
Sergio Casé, enólogo de la casa, elabora este vino con uvas de Finca El Milagro y, según él, es un cepaje que le gusta mucho vinificar. Y se nota, porque los aromas herbales acá hablan de buena tipicidad. Hay una muy buena consistencia en su paso por boca, dada por sus taninos mordientes finos y su paladar amplio. También franco y fresco, llena la boca con la gracia de la variedad y, además, tiene buen potencial de guarda. Beber entre 2025 y 2028.
Puntos: 92,5
Magdalena Toso 2021
Pascual Toso, Mendoza, Maipú, Barrancas ($62.000)
Como uno de los top de la casa; concebido en homenaje a la madre del fundador de la bodega; se trata de un blend con serias pretensiones, que ha ganado mucho este año con la estiba. Siempre a base de Malbec con aportes de Cabernet Sauvignon, que puede variar sus proporciones de acuerdo con la cosecha, y al que recientemente se le sumó el Syrah. Sus aromas son intensos y delicados, todavía se percibe algo de frutos negros. Presenta buena fluidez y consistencia en su entrada de boca, con frescura y un carácter de frutas negras con dejos herbales muy interesante. Sus taninos firmes le dan profundidad y le aseguran un buen potencial de guarda. Beber entre 2025 y 2030.
Puntos: 93
María Carmen Chardonnay 2022
Bianchi, Mendoza, San Rafael ($89.000)
Este fue el único vino argentino que se llevó el premio “Master” en The Global Chardonnay Masters, una de las competencias más importantes del mundo, organizada por The Drinks Business, en el año 2022. Elaborado con uvas de una parcela distinta, por su alto componente de calcáreo, Silvio Alberto lo va afinando cosecha tras cosecha. De aromas equilibrados y una expresión delicada, en el que las frutas blancas y las notas de crianza, se confunden. De buen volumen y frescura, sigue siendo bastante austero en su carácter, profundo y con ganas de seguir creciendo en la botella. Beber entre 2025 y 2030.
Puntos: 93
Etchart Partida Limitada Torrontés 1992
Etchart, Salta, Altos Valles Calchaquíes, Cafayate ($116.700)
El destino quiso que este vino blanco viera la luz durante el siglo XXI, para demostrarle a todos que el Torrontés bien logrado también puede evolucionar bien en botella. Sin dudas, es un vino único, que no solo está vivo, sino que es dueño de una personalidad única. Sus aromas florales son limpios e intensos, su paladar franco es refrescante con la justa untuosidad para equilibrar sus sabores. Es persistente e inolvidable. Beber entre 2025 y 2028.
Puntos: 93