La presidenta Dina Boluarte participó este domingo en una misa en la Catedral de Lima, como homenaje póstumo al papa Francisco, quien fue sepultado en la basílica romana de Santa María La Mayor, tras su funeral celebrado en la plaza de San Pedro.
La mandataria, impedida por el Congreso de viajar a Roma para asistir al funeral del pontífice, encabezó la ceremonia, vistiendo de negro y acompañada por ministros de Estado. El rito incluyó música coral y lecturas de la encíclica Fratelli Tutti, en la que el pontífice abordó temas de fraternidad y amistad social.
Durante su intervención en el evento, al que también asistió monseñor Paolo Rocco, Nuncio Apostólico en Perú, Boluarte expresó su compromiso de seguir el ejemplo de Francisco al “defender a los débiles y vivir con humildad”, antes de que 400 globos blancos y amarillos se elevaran al cielo.
“El papa fue un líder cuya humildad, dedicación y amor a Dios y a la humanidad quedaron grabados en el corazón de todos. Nos ha instado a no temer frente a los desafíos de la vida. Él nos enseñó que la valentía de un corazón limpio puede transformar la oscuridad en luz, y que el bien siempre tiene más poder que cualquier mal”, afirmó en su discurso.
Asimismo, destacó “el amor y la paciencia” mostrados por Francisco, quien “enseñó que la integridad es un valor fundamental que debe regir nuestras vidas” y que “no hay nada más hermoso que la sinceridad y pureza del corazón”.
“Su ejemplo no quedará en el silencio ni en el olvido. Su voz seguirá echando raíces en nosotros, impulsándonos a ser mejores, a no temer a la verdad, a defender a los débiles, a vivir con humildad. (…) Que sus enseñanzas nos motiven a alcanzar la reconciliación que el Perú necesita para seguir avanzando en busca del desarrollo y la paz, que favorezca a las familias peruanas”, agregó.
Finalmente, resaltó que el papa predicó que “el verdadero poder reside en el servicio al prójimo y en la constante búsqueda de la reconciliación y la hermandad”, y enfatizó que este mensaje es “también una invitación a la reconciliación”, ya que “solo con la unidad de nuestros compatriotas encontraremos la fuerza necesaria para enfrentar los desafíos actuales”.
“No permitamos que el odio eche raíces en nuestras mentes y corazones. Siguiendo su ejemplo, construyamos un Perú donde el amor al prójimo sea la luz que guíe cada uno de nuestros pasos. No dejemos que nos roben la esperanza. Que la fe, el coraje y el amor por el Perú nos impulsen hacia adelante”, concluyó.
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