Bogotá enfrenta una crisis de basuras que amenaza con desbordar su capacidad de manejo de residuos y pone en riesgo la salud pública de miles de ciudadanos. Actualmente, la capital colombiana registra cerca de 700 puntos críticos de acumulación de desechos, situaciones que generan focos de plagas, olores desagradables y riesgos sanitarios tanto en calles como en espacios públicos, parques y zonas verdes.
Aunque la preocupación ha estado presente desde abril de 2025, cuando el Concejo de Bogotá señaló la gravedad del problema y la falta de respuestas contundentes por parte de la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (Uaesp) y la propia Administración distrital, solo hace pocas semanas se han puesto en marcha soluciones integrales orientadas a enfrentar la crisis.
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Y es que mientras la Comisión de Regulación de Agua Potable y Saneamiento Básico (CRA) y el Distrito Capital llegan a un acuerdo para establecer un nuevo modelo de recolección y disposición de basuras para Bogotá, la Administración distrital, en coordinación con la Uaesp, activó una serie de estrategias para limpiar la ciudad y controlar la disposición de residuos, siendo la más relevante la ampliación de la red de Centros Temporales de Acopio y Separación (CTAS), espacios públicos y gratuitos diseñados para dignificar la labor de los recicladores y aportar a una economía circular.
Los CTAS, supervisados por la Uaesp, funcionan como bodegas o sitios públicos donde los recicladores y carreteros pueden separar y clasificar materiales reciclables (plástico, papel, cartón, metal, vidrio) en condiciones dignas y seguras. Estos centros no son albergues ni parqueaderos, ni sirven para almacenar residuos permanentemente; su función está orientada a ofrecer un entorno ordenado que alivie el desorden en áreas públicas y disminuya el impacto ambiental negativo que genera la disposición inadecuada.
Durante la tarde del jueves 18 de septiembre de 2025, el alcalde mayor Carlos Fernando Galán, junto al designado director de la Uaesp, Armando Ojeda, y el alcalde local de Los Mártires, John Jader Suárez, visitaron uno de los cinco CTAS que ya operan en la ciudad. En la inspección, Galán destacó que “una de las herramientas clave para enfrentar el problema de basuras es este tipo de bodegas. Vamos a ampliarlas para que estén más cerca de los diferentes actores y sean una alternativa de solución al manejo de residuos en Bogotá”.
La Administración distrital se ha propuesto fortalecer y expandir la red de CTAS como una estrategia central para dignificar el trabajo del reciclador, fomentar la economía circular y recuperar el espacio público en la urbe. Gracias a estos centros, miles de personas dedicadas al reciclaje pueden desempeñar su labor formativa y de separación en entornos más seguros y organizados, agregando valor al material y previniendo que grandes cantidades de residuos terminen en el relleno sanitario Doña Juana.
Más allá de la clasificación, los CTAS ofrecen servicios complementarios. Regularmente, las instalaciones acogen jornadas de salud, educación e integración social para la población recicladora, lo que refuerza el proceso de formalización y apoyo institucional al sector.
El funcionamiento de los CTAS contribuye a varios objetivos centrales: dignificar la labor del reciclador, reducir la contaminación visual y ambiental, disminuir la cantidad de materiales dispuestos en la basura común y fortalecer la economía circular. La supervisión por parte de la Uaesp garantiza no solo la eficiencia y el orden de los procesos, sino que también vela por el cumplimiento de condiciones laborales, de higiene y seguridad.
El llamado de la Alcaldía Mayor y la Uaesp a la ciudadanía es a no arrojar basuras en las calles y a reportar los puntos críticos mediante la Línea 110 de la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos o a través de la Línea 195; la colaboración comunitaria es clave para identificar zonas de urgencia y coordinar las intervenciones oficiales.
Finalmente, la administración refrendó su compromiso de seguir ampliando y mejorando la red de CTAS para garantizar el bienestar de quienes trabajan en el reciclaje y el cuidado del ambiente, y pidió a los recicladores y carreteros aprovechar estos espacios como oportunidad para mejorar la calidad de vida y la sostenibilidad de toda la ciudad.