Berlín, 20 may (EFE).- Una media de doce personas cada día fueron objeto en 2024 de la violencia de extrema derecha, racista o antisemita en doce de los 16 estados federados de Alemania, que dejó ese año nueve víctimas mortales en cuatro delitos de homicidio, según el informe anual presentado este martes por la asociación de centros de asesoramiento a las víctimas de este tipo de violencia.
Así, 4.681 personas se vieron afectadas directamente por las 3.453 agresiones de extrema derecha -una media de nueve diarias, incluidos actos violentos de extrema gravedad con armas, explosivos y sustancias infamables- en Baviera, Baden-Württemberg, Brandeburgo, Berlín, Hamburgo, Hesse, Mecklenburgo-Antepomerania, Renania del Norte-Westfalia, Sajonia, Sajonia-Anhalt, Schleswig-Holstein y Turingia.
En rueda de prensa, Judith Porath, de la junta directiva de la Asociación de Centros de Asesoramiento para Víctimas de la Violencia Ultraderechista, Racista y Antisemita (VBRG) y directora de las asociación Perspectiva de las Víctimas de Brandeburgo, calificó de «alarmante» el nuevo aumento en más de un 20 % de este tipo de violencia respecto al año anterior, con 2.589 ataques y 3.489 afectados en 2023.
Destacó, además, la elevada cifra de niños y jóvenes afectados, con un aumento de casi el 20 % hasta los 697, lo que supone «una evolución peligrosa», ya que la violencia experimentada y la pérdida de seguridad tienen «un impacto duradero en el desarrollo mental, educativo y social de este grupo de edad especialmente vulnerable».
Precisó que al igual que en años anteriores, el racismo, con un aumento del 24 % -de 1.446 en 2023 a 1.794 en 2024- fue el motivo más común de los delitos, con agresores de todos los grupos de edad, que con frecuencia «hacen alusión a los planes racistas de deportación» de la formación ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), principal fuerza de la oposición en la Cámara Baja.
Las agresiones a opositores políticos, en particular contra las personas que defienden a los marginados, una sociedad diversa y la democracia y con el objetivo de silenciarlas, aumentaron un 72 % y con 542 ataques se alcanzó la cifra más alta de los últimos cinco años, tras 315 en 2023 y 22 en 2019.
Además, 37 de las agresiones se dirigieron contra periodistas y 77 contra representantes electos de partidos democráticos, añadió.
Porath también calificó de «particularmente grave» el aumento en un 40 % de los ataques violentos contra la comunidad LGTBIQ, de 245 en 2023 a 343 en 2024.
Además, los actos de violencia antisemita aumentaron otro 11 %, de 318 en 2023 a 354 en 2024, de los cuales 110 implicaron lesiones físicas.
Por otra parte, más de la mitad de los ataques registrados fueron agresiones físicas, mientras que, con 45, el número de incendios provocados casi se duplicó, y un tercio de los delitos fueron amenazas y coacciones, precisó sobre la tipología de la violencia.
Según Porath, «el evidente aumento de los actos de violencia de extrema derecha, racistas y antisemitas sólo puede entenderse en el contexto de una creciente aceptación y difusión social de las minorías de extrema derecha y de posturas antidemocráticas y discursos antimigración», que «generan una creciente disposición al uso de la violencia».
En este sentido, señaló que formaciones como AfD y sus representantes electos, así como pequeños partidos como la Tercera Vía o los Sajones Libres, son «impulsores de la violencia de odio racista y en muchos lugares, corresponsables de un clima social en el que las víctimas apenas reciben apoyo».
Agregó que esta violencia amenaza la democracia, la seguridad interior y la cohesión social e instó al nuevo gobierno a impulsar un plan nacional de acción para combatir el extremismo de derechas, el racismo y el antisemitismo, que incluya la protección de las víctimas y una persecución penal eficaz. EFE