Perderse nunca había sido tan fascinante. Desde jardines de bambú que se extienden por hectáreas hasta intrincados senderos de setos que han permanecido intactos durante siglos, los laberintos más grandes del mundo han convertido el arte de desorientarse en una experiencia extraordinaria que atrae a millones de visitantes cada año.
Yancheng Dafeng Dream Maze (China)
El laberinto de setos permanente más grande del mundo según Guinness World Records, con 35.596 metros cuadrados y una longitud total de senderos de casi diez mil metros. Construido con más de 100 mil arbustos de Juniperus chinensis y con forma de alce gigante.
Incluye torres de observación, puentes, áreas de descanso y estatuas distribuidas por todo el recorrido. Inaugurado en 2017, requiere al menos dos horas para completarse incluso conociendo el camino correcto.
Labirinto della Masone (Italia)
Construido por Franco Maria Ricci cerca de Parma con ocho hectáreas y 300 mil plantas de bambú de variedades diversas, es considerado uno de los laberintos más grandes del mundo. En 1977, durante una conversación sobre laberintos como metáfora de la condición humana, Ricci mencionó casualmente a su amigo Jorge Luis Borges que quería construir el laberinto más grande del mundo. Borges insistió en que sería imposible porque “el más grande ya existía y era imbatible: ¡el desierto!”.
Décadas después, Ricci tomó el desafío y creó este laberinto en forma de estrella que incorpora un museo de arte, una biblioteca y una capilla piramidal en el centro.
Dole Pineapple Garden Maze (Hawái)
Declarado el laberinto más grande del mundo en 2008, se extiende por 1.2 hectáreas e incluye casi 4 kilómetros de senderos creados con 14 mil plantas hawaianas coloridas. Con forma de piña gigante y del tamaño de dos campos y medio de fútbol americano, incluye ocho estaciones secretas que los visitantes deben encontrar para llegar al corazón del laberinto.
Longleat Hedge Maze (Inglaterra)
Ostenta el título del laberinto de setos más largo del mundo, con aproximadamente 2.7 kilómetros de senderos serpenteantes construidos con más de 16 mil tejos ingleses. Diseñado por Greg Bright y completado en 1975, este laberinto revolucionó el concepto tradicional al incorporar seis puentes elevados que permiten vistas panorámicas de los jardines circundantes. Su complejo diseño tridimensional utiliza múltiples niveles y una disposición para desorientar a los visitantes que culmina en una torre de observación central que marca el final exitoso del recorrido.