Los luchadores Miguel Donovan y Ezequiel Ferreira representaron con compromiso y coraje a Necochea en la segunda etapa del Torneo Serie Bonaerense de Jiu Jitsu Gi, disputada el pasado sábado 14 de junio en el Polideportivo Municipal de Villa Gesell.

Este tradicional certamen provincial, avalado por la Asociación Marplatense de Jiu Jitsu, reúne a atletas del centro, sur y zona costera bonaerense, y tiene como objetivo definir los campeones anuales a lo largo de cinco fechas, tres de ellas en Mar del Plata, una en Gesell y una itinerante.
Con una participación superior a los 200 competidores, la jornada de Gesell ofreció combates desde la mañana hasta la tarde, diferenciando por niveles de cinturón. Necochea estuvo representada por los atletas del dojo Hombres de Honor, afiliado a Lotus Club Argentina.
Ezequiel Ferreira tuvo una destacada actuación en la categoría cinta blanca hasta 75 kg, alcanzando las semifinales tras una victoria por sumisión, y cayendo luego por escasa diferencia de puntos. Finalizó en cuarta posición, dejando una sólida impresión en su debut competitivo.
Por su parte, Miguel Donovan compitió en la categoría cinta azul hasta 75 kg Master, donde quedó eliminado por una ventaja mínima. Sin embargo, se recuperó con una gran performance en la categoría Absoluto (open), logrando el tercer puesto y una nueva medalla para su palmarés.
Desde el equipo técnico, Mauricio Dolimpio destacó: “El trabajo que venimos haciendo hace tres años se ve reflejado en lo físico, técnico y táctico. Estoy muy orgulloso de este hermoso grupo”.
En diálogo con este medio, ambos competidores subrayaron el valor de estas experiencias: “Cada vez estamos más tranquilos a la hora de competir. Vamos creciendo. Esto es preparación física y también mental”, señaló Donovan. Ferreira, en tanto, celebró el rendimiento personal y del equipo: “El resultado fue mejor de lo que esperaba. Competir en torneos así te ubica en otra dimensión de exigencia”.
Ambos se preparan ahora para las próximas fechas del circuito y el Torneo Hombres de Honor, reforzando una filosofía que va más allá del tatami: disciplina, constancia y camaradería.