La escena en pleno centro de la ciudad de Mendoza sorprendió tanto a residentes como a autoridades en una jornada que parecía rutinaria. Es que al mediodía de este sábado, el hallazgo de dos cuerpos sin vida dentro de un departamento puso en alerta a los vecinos de la Galería Emperador, situada sobre calle Buenos Aires. El lugar funcionaba como alquiler temporario y era ocupado por una pareja desde la noche anterior.
El hecho movilizó al personal de la División Homicidios y de Policía Científica, quienes trabajaron en el lugar para definir los motivos y circunstancias que llevaron al desenlace.
Todo comenzó la noche del viernes, cuando una pareja alquiló de manera temporaria el departamento ubicado dentro de la reconocida Galería Emperador.
Según supo el medio local Los Andes, el encargado del edificio, luego de insistentes toques en la puerta y ante la falta de respuesta, decidió ingresar y encontró a la pareja en la ducha. Las pericias determinaron que la causa de la muerte fue una intoxicación por monóxido de carbono.
Este gas es producto de la combustión incompleta de materiales como gas, leña o carbón en artefactos como estufas, calefones o termotanques. La particularidad del monóxido radica en que no posee olor, color ni sabor, lo que lo convierte en un peligro difícil de advertir sin medidas de prevención.
El fenómeno suele intensificarse en períodos de bajas temperaturas, cuando los sistemas de calefacción funcionan durante más horas y el cierre hermético de los ambientes impide la correcta ventilación. En muchos casos, se presentan síntomas previos como dolores de cabeza, mareos, náuseas y debilidad, que pueden pasar inadvertidos hasta que el cuadro resulta irreversible.
Las autoridades recomendaron revisar el estado de los artefactos de calefacción y la ventilación de los ambientes, especialmente en propiedades de alquiler temporario, donde la rotación de ocupantes y la falta de controles periódicos pueden incrementar el riesgo.
Los síntomas son variables y dependen de la concentración y el tiempo de exposición. Según los médicos, pueden incluir: “Cefalea, vómitos, dolores musculares, fatiga, convulsiones, hemorragias, insuficiencia renal, infarto, insuficiencia respiratoria, paro respiratorio y muerte”. También existen cuadros de intoxicación crónica por exposición reiterada: Dolor de cabeza crónico, somnolencia diurna, trastornos del habla, del aprendizaje, paranoia y psicosis.
En muchos casos los síntomas se confunden con cuadros gripales y el riesgo aumenta en personas con anosmia, porque no logran identificar el cuadro de intoxicación.
Se advierte que los grupos de riesgo incluyen a niños, personas mayores, embarazadas y pacientes con afecciones cardíacas o pulmonares.
Las claves para evitar intoxicaciones por monóxido de carbono, según los expertos, son: el realizar una revisión anual de todos los artefactos, no tapar rejillas de ventilación, no usar el horno ni hornallas para calefaccionar, verificar que la llama sea azul, instalar detectores de monóxido y dejar siempre 10 a 15 centímetros de ventana abierta, incluso con frío.
A finales de mayo, dos jubilados murieron en Tres Arroyos, provincia de Buenos Aires, a causa de una intoxicación por monóxido de carbono. Las víctimas fueron identificadas como Mario Ferretti, de 84 años, y María Elsa Colman, de 76. Ambos compartían su vida junto a sus queridas mascotas, que también perecieron en el siniestro. Los cuerpos fueron hallados sin vida en su residencia situada en Larrea 480, un hogar al que se habían mudado recientemente.
La vivienda no contaba aún con conexión de gas natural, motivo por el cual la pareja utilizaba una garrafa como medio para calefaccionarse debido al frío, donde una falla habría desatado el escape mortal.
El descubrimiento de los cuerpos fue realizado por el hijo de Ferretti, quien, al no obtener respuesta en la puerta cerrada de la vivienda, alertó a los bomberos.
