El ministro de Economía, Luis Caputo, discutió en X por el empleo público con la directora del Banco Ciudad, Delfina Rossi, quien es hija del ex candidato a vicepresidente, Agustín Rossi. El cruce comenzó cuando la economista criticó la operación de recompra de deuda soberana anunciada por el secretario de Finanzas, Pablo Quirno.
El intercambio entre Caputo y Rossi expuso diferencias sobre el uso de recursos y la transparencia en la gestión pública. Mientras Caputo defendió la recompra como una estrategia para aliviar la carga financiera y priorizar la educación, Rossi advirtió sobre posibles conflictos de interés por el papel de JPMorgan.
La disputa generó repercusiones en redes sociales y abrió un debate sobre la relación entre la experiencia previa en el sector privado y la función pública en la toma de decisiones económicas.
Rossi posteó en primer lugar al respecto: “1° acto: Caputo trabaja en el JP Morgan; 2° acto: Caputo, ya ministro, toma una deuda impagable; 3° acto: Caputo, ministro nuevamente, anuncia que recompra esa deuda con ‘asistencia’ del JP Morgan y organismos internacionales ¿Qué nombre le ponemos a esta obra?“.
A lo que el titular del Palacio de Hacienda respondió: “Delfina, somos y representamos exactamente lo opuesto. Yo podría trabajar en el sector privado por más de 10 veces de lo que gano en el sector público. Lo hago por la patria. También tengo dos hijos que trabajan conmigo y ¿sabes cuánto cobran? Nada”.
“Trabajan gratis para el Estado, solo para ayudarme a tratar de sacar este país adelante. Vos en cambio, trabajas en el sector público porque en el sector privado no te pagarían ni la décima parte de lo que te pagan en el sector público”, dijo Caputo.
“Trabajás por acomodo, y para chorear un sueldo que no te merecés. Como siempre lo hizo tu padre. Ojalá los argentinos no tengamos que mantener a tus hijos también”, añadió.
Rossi había cuestionado el anuncio de la Secretaría de Finanzas sobre el inicio de negociaciones para llevar adelante una operación de recompra de deuda soberana, cuyo objetivo es reducir el costo de financiamiento del país y fortalecer la inversión en educación.
Esta operación, conocida como “Deuda por Educación”, implica recomprar deuda soberana argentina en el mercado y sustituirla por financiamiento a tasas más bajas, con el respaldo de agencias y organismos multilaterales. JPMorgan ha sido designado como el banco encargado de asistir en este proceso.
“Los ahorros generados por esta operación serán destinados a consolidar la inversión educativa de largo plazo, reafirmando el compromiso del Gobierno con el desarrollo del capital humano y el futuro de los argentinos”, afirmó Quirno en su cuenta de X.
La deuda soberana en moneda extranjera alcanza un valor de mercado estimado en USD 56.800 millones, de acuerdo con cálculos del head of research de Romano Group, Salvador Vitelli.
A valor nominal, los compromisos suman USD 117.920 millones, de los cuales USD 92.095 millones corresponden al capital y USD 25.825 millones a intereses. “La deuda presenta una paridad promedio ponderada del 61,8%”, explicó Vitelli.
En 2024, Costa de Marfil se convirtió en el primer país en aplicar este esquema con el respaldo del Banco Mundial. El acuerdo contempló el canje de unos 400 millones de euros de deuda comercial a altas tasas por un préstamo en condiciones más favorables, con un plazo extendido y período de gracia.
Según el organismo, la operación permitió destinar alrededor de 330 millones de euros a la construcción de más de treinta escuelas, que incluyen instituciones de nivel inicial y benefician directamente a unas treinta mil niñas y niños.
El Banco Mundial consideró que esta estrategia busca mejorar el perfil de la deuda y garantizar recursos estables para el acceso y la calidad educativa.