
La venta de la sede corporativa de Duro Felguera en el Parque Científico Tecnológico de Gijón, por una suma de 13,6 millones de euros a la empresa catalana Mecalux a través de la firma Lut S.A., ha marcado un paso significativo dentro del proceso de adaptación de la ingeniería asturiana a su nueva realidad financiera y operativa. Esta transacción permitirá a Duro Felguera trasladar todas sus estructuras corporativas a La Felguera, en Langreo, lugar de origen de la compañía hace 150 años, instalándose primeramente en régimen de alquiler dentro del complejo empresarial Valnalón. En este contexto de cambios sustanciales, la empresa someterá este viernes 14 de noviembre el plan de reestructuración a la votación de sus accionistas en una junta extraordinaria, la cual tendrá lugar en la sede aún localizada en Gijón. La jornada, de acuerdo con lo publicado por el medio, se centrará exclusivamente en aprobar o rechazar la hoja de ruta diseñada para saldar deudas, garantizar liquidez y asegurar la continuidad del grupo.
Según consignó la fuente, el consejo de administración de Duro Felguera ya había dado luz verde a mediados de octubre al plan de reestructuración, medida adoptada con el objetivo de reforzar la estabilidad económica de la compañía y evitar el proceso concursal. Tras la aprobación interna, la firma presentó la documentación necesaria ante el Juzgado de lo Mercantil número 3 de Gijón, encargado de supervisar el procedimiento concursal en curso. El respaldo mayoritario de los acreedores ha resultado crucial para avanzar en el proceso, permitiendo a la empresa salir formalmente del preconcurso solicitado el 11 de diciembre anterior, a raíz del conflicto surgido con Sonelgaz Production d’Electricité (SPE) en Argelia.
El plan de reestructuración incluye la llegada del grupo mexicano Prodi como nuevo accionista principal, quien asumirá el control de la empresa y se ha comprometido a proveer una financiación adicional capitalizable para dotar a Duro Felguera de liquidez inmediata. Este aporte alcanzará los diez millones de euros, con previsión de desembolsos escalonados conforme a las necesidades de tesorería y antes de la homologación judicial, cubriendo además las fases previstas de reducción y aumento de capital. Esta inyección de recursos busca estabilizar la operatividad a corto y medio plazo y proteger la trayectoria continua de la compañía.
La hoja de ruta diseñada contempla, como medida central, la disminución tanto del pasivo como del riesgo mediante importantes quitas aplicadas a los acreedores ordinarios, subordinados y relacionados con situaciones litigiosas. Según lo expuesto por la fuente original, algunas categorías afectadas podrían recibir reducciones de hasta la totalidad del importe adeudado, reflejando la magnitud de la crisis enfrentada por la sociedad y su apuesta por una recuperación financiera integral.
En cuanto al procedimiento de homologación, Duro Felguera y sus sociedades presentaron el plan ante el juzgado de Asturias, formalizándolo en una escritura pública fechada el 21 de octubre de 2025. El respaldo quedó certificado oficialmente el 27 de octubre de 2025 por Lexaudit Concursal, entidad experta en el campo, y ajustándose a lo dispuesto en el artículo 629.2º del Texto Refundido de la Ley Concursal. Según reportó el medio, la ‘Clase 1’ de cada sociedad obtuvo el apoyo de más de un setenta y cinco por ciento de los créditos correspondientes. Con esta etapa completada, la fase de negociaciones (preconcurso) se da por finalizada e inicia el análisis judicial del expediente. De acuerdo con la información recibida, la empresa mantiene una actitud de respeto hacia los calendarios judiciales y acompaña el proceso con expectativas favorables respecto a una implementación ordenada del plan, en busca de consolidar una estructura ágil y capaz de competir en el mercado global de ingeniería y bienes de equipo.
En el apartado accionarial, el plan estipula una recapitalización y una doble reducción de capital social asociada a las pérdidas acumuladas. Inicialmente, se disminuirá el valor nominal de todas las acciones vigentes y, seguidamente, se compromete la amortización plena de los títulos en manos de las sociedades controladas por los grupos mexicanos Prodi y Mota-Engil México. El siguiente paso comprenderá una ampliación de capital mediante la compensación de créditos pendientes, con lo cual Prodi conservará la mayoría accionarial y el control efectivo de los derechos de voto, mientras que Mota-Engil México dejará de figurar como socio relevante. Este acuerdo lleva implícita la obligación de realizar nuevas aportaciones financieras antes que se complete la homologación jurídica.
El conflicto con Sonelgaz Production d’Electricité en Argelia se mantiene como el detonante central de la actual situación financiera de Duro Felguera. De acuerdo con el reportaje publicado, la empresa argelina ejecutó avales por un total cercano a 54,8 millones de euros relacionados con el contrato para la construcción de una central eléctrica de ciclo combinado en Djelfa, Argelia. La ejecución de estos avales se produce a pesar de que ambas empresas venían desarrollando conversaciones encaminadas a solucionar las disputas relativas al proyecto y habían firmado un memorando de entendimiento en abril anterior. La exposición registrada en el plan de reestructuración preveía este supuesto, de modo que la realización de los avales no altera el procedimiento de homologación judicial.
Duro Felguera confirmó su intención de defender sus intereses en todos los procedimientos legales vinculados, tanto en la ejecución de avales como en el arbitraje abierto y cualquier reclamación futura cuanto al proyecto Djelfa. Entre los pasos dados, la firma española recuerda que la central eléctrica de Djelfa ha sido adjudicada a una agrupación encabezada por China Power Engineering & Consulting Group International Engineering, absorbiendo de ese modo los compromisos contractuales anteriores. Según explicó la fuente informativa, el memorando fija además la resolución definitiva de las disputas existentes y fue rubricado por China Power Engineering en calidad de cesionario, y por GE Energy Products France SNC, fabricante de los equipos.
Durante la solicitud de arbitraje presentada por el cliente argelino ante la Cámara de Comercio e Industria de Argelia, SPE reclamó tanto la reanudación de los trabajos detenidos desde junio de 2024 como una indemnización próxima a los 413 millones de euros. La apertura de este proceso implicó que Duro Felguera tuviera que revisar sus registros financieros de los ejercicios desde 2022, asignando una provisión de 100 millones de euros por las contingencias del proyecto Djelfa. Esta demanda llevó a la empresa a presentar petición de preconcurso de acreedores el 11 de diciembre, iniciando el actual proceso de reestructuración judicial.
El plan y el futuro inmediato de Duro Felguera dependen ahora de la decisión que tomen los accionistas reunidos en Gijón. El orden del día de la junta general extraordinaria convocada para este viernes apenas incluirá la votación central sobre el plan presentado, que busca sanear las cuentas y devolver la viabilidad y la competitividad a la histórica empresa asturiana, todo ello encuadrado en una serie de operaciones destinadas a afianzar su reorganización financiera y operativa a corto y medio plazo.
