Defensores de la libertad de prensa y activistas de las libertades civiles han acusado al gobierno de Trump de intentar suprimir el periodismo independiente y la cobertura que considera poco favorecedora.
Un periodista conocido por transmitir en directo redadas migratorias fue deportado el viernes por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por su sigla en inglés) tras haber estado detenido durante más de 100 días en Georgia.
El reportero Mario Guevara fue trasladado a El Salvador, su país natal, hacia las 4:00 a. m., según el Comité para la Protección de los Periodistas y la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles, que condenaron la acción del gobierno de Donald Trump.
En declaraciones a un grupo de periodistas en Olocuilta, El Salvador, donde salió de una camioneta de la patrulla fronteriza salvadoreña, Guevara dijo que tenía el corazón roto porque la mitad de su familia estaba en Estados Unidos, incluida su esposa y sus tres hijos.
Guevara dijo que había perdido más de 11 kilos durante los más de tres meses que estuvo detenido y que tenía marcas de haber estado esposado «como un criminal» durante su deportación.
«No era como quería venir a mi tierra, pero gracias a Dios», dijo Guevara.
El 14 de junio, Guevara fue detenido cuando retransmitía en directo la protesta conocida como «No a los reyes» que fue convocada contra las políticas del gobierno de Trump y se realizó a las afueras de Atlanta. Según dijeron sus abogados, se retiraron los cargos presentados en relación con su detención.
Grupos defensores de la libertad de prensa y activistas por las libertades civiles llevaban meses presionando para que se pusiera en libertad a Guevara, acusando al gobierno de Trump de intentar suprimir el periodismo independiente y la cobertura que consideraba poco favorecedora.
«No se equivoquen, no se trata de un simple caso de inmigración, como las autoridades quieren hacer creer a la opinión pública», dijo Katherine Jacobsen, coordinadora de programas del Comité para la Protección de los Periodistas, en un comunicado el viernes. «Guevara fue detenido en primer lugar como represalia por sus reportajes, y durante su prolongada detención el gobierno argumentó que se le retenía porque su actividad de transmisión en directo era un peligro para la actividad de las fuerzas de seguridad».
Abigail Jackson, portavoz de la Casa Blanca, negó que la labor periodística de Guevara hubiera motivado su expulsión.
«Esto no tiene absolutamente nada que ver con la Primera Enmienda, y cualquier insinuación en sentido contrario es risible», escribió Jackson en un correo electrónico el viernes.
Jackson dijo que Guevara estaba siendo expulsado porque no había cumplido la orden de un juez de 2012 de que abandonara el país.
ICE no respondió inmediatamente el viernes a una solicitud de comentarios sobre el caso de Guevara. La Oficina Ejecutiva de Revisión de Casos de Inmigración del Departamento de Justicia tampoco respondió.
Guevara no era residente legal permanente ni ciudadano estadounidense, pero contaba con permiso de trabajo y número de Seguridad Social, según uno de sus abogados.
Guevara trabajó varios años en Mundo Hispánico, un medio de noticias en español, antes de fundar su propia organización de noticias, MGNews, un medio digital que cubre la migración y otros temas para la comunidad latina de Georgia.
Es conocido sobre todo por sus crónicas de las detenciones de inmigrantes en Georgia, y ha conseguido una gran audiencia en las redes sociales.
La semana pasada, los abogados de Guevara pidieron a un juez federal que lo liberara mientras se resolvía su caso de inmigración.
En un escrito presentado el 22 de septiembre, los abogados de Guevara argumentaron que la Junta de Apelaciones de Inmigración, que depende del Departamento de Justicia, se había basado en información errónea cuando ordenó la expulsión definitiva de Guevara de Estados Unidos el mes pasado.
La junta escribió que Guevara no había depositado lo que se conoce como fianza de salida voluntaria de 500 dólares cuando se iniciaron las medidas de aplicación de la ley de inmigración en su contra en 2012. Estas fianzas suelen exigirse a quien abandona voluntariamente Estados Unidos durante un procedimiento de inmigración.
Los abogados de Guevara facilitaron al juez Benjamin W. Cheesbro, del Tribunal de Distrito de Estados Unidos para el Distrito Sur de Georgia, un recibo del Departamento de Seguridad Nacional, fechado el 26 de junio de 2012, de una fianza de salida voluntaria que había obtenido por 500 dólares.
En abril de 2015, el Departamento de Seguridad Nacional canceló la fianza, afirmando que sus requisitos parecían «satisfechos», según la notificación del departamento, que los abogados de Guevara también presentaron ante el tribunal.
Alegaron que el departamento había cancelado la fianza porque había archivado el procedimiento de expulsión contra Guevara en 2012.
El 14 de junio, Guevara estaba entre un grupo de personas cuando los agentes de policía empezaron a avanzar hacia él, según su grabación en directo de la protesta «No a los reyes» en Doraville, Georgia, a unos 24 kilómetros al noreste de Atlanta.
De repente, le taparon la cámara y se oyó que Guevara decía: «Oficial, oficial, soy miembro de los medios de comunicación, oficial».
La grabación continuó durante unos 20 minutos más. Las imágenes estuvieron oscurecidas la mayor parte de ese tiempo, y por el sonido no quedaba claro lo que estaba ocurriendo.
La policía acusó a Guevara de obstrucción a las fuerzas del orden, reunión ilícita y de ser un peatón que caminaba por la calle, aunque posteriormente se retiraron los cargos, según dijeron sus abogados.
Después de ser puesto bajo custodia de ICE en junio, la oficina del sheriff del condado de Gwinnett también lo fichó por infracciones relacionadas con el tráfico. Esos cargos en su contra también fueron retirados en julio, dijo el procurador general del condado, alegando «insuficiencia legal».
Víctor Manuel Ramos, Hannah Ziegler y Amanda Holpuch colaboraron con reportería.
Neil Vigdor cubre noticias de último momento para el Times, centrándose en la política.
Víctor Manuel Ramos, Hannah Ziegler y Amanda Holpuch colaboraron con reportería.