¿Quién liderará la tecnología del futuro: Estados Unidos o China? La especulación está en su punto máximo. La compañía de inteligencia artificial más famosa del mundo, OpenAI, es estadounidense. Los modelos producidos por DeepSeek, un competidor chino, son casi igual de buenos y más baratos.
Sin embargo, el verdadero ganador de la carrera de la IA puede no ser el país que invente los mejores modelos. Es más probable que sea el país donde los gobiernos, las empresas y las personas comunes utilicen la IA a gran escala todos los días. Para todo, desde el crecimiento económico hasta el poder militar, la difusión tecnológica importa más que la innovación tecnológica. En este sentido, la carrera está más reñida de lo que muchos en Estados Unidos creen.
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Una visión popular en Occidente sostiene que China es mejor en inventar nuevas tecnologías que en implementarlas. El país ha invertido fuertemente en institutos de investigación, generando avances científicos uno tras otro.
En la década de 2010, China presentó aproximadamente la mitad de las nuevas patentes del mundo. Pero durante mucho tiempo ha sido deficiente en ponerlas en uso. En un artículo reciente, Jeffrey Ding, de la Universidad George Washington, utiliza datos de 2020 de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) para estimar que China ocupar el puesto 14º en el ranking de los países más innovadores del mundo, pero cae al número 47º en la medición de la adopción de la tecnología.
“Un enfoque centrado en la difusión revela que China está lejos de ser una superpotencia científica y tecnológica”, dice Ding. China ha sido lenta en desarrollar vínculos entre la academia y la industria. Se ha mantenido cerrada a la experiencia extranjera. Un sistema político engorroso, la aversión al riesgo y los incentivos de mercado atenuados son algunos de los culpables.
Estados Unidos, en contraste, se ha destacado históricamente tanto en el campo de la innovación como en la difusión de las nuevas tecnologías, desde la electricidad hasta los automóviles.
Terreno fértil
Muchos asumen que China será lenta en adoptar la IA también. Su economía, más dependiente de la manufactura y la agricultura que la de Estados Unidos, parece tener menos empresas que puedan beneficiarse de la tecnología. La computación en la nube es utilizada con menos frecuencia por las empresas chinas que por las estadounidenses, lo que les priva de poder de cómputo escalable. Se está formando un consenso: la puntuación de Estados Unidos en el “índice de preparación para la IA” del FMI es un 20% más alta que la de China. En octubre, la consultora Capital Economics preparó una clasificación similar, colocando a Estados Unidos en primer lugar y a China muy atrás. El banco Goldman Sachs predice que el 30% de las empresas chinas adoptarán la IA para 2030, en comparación con el 40% de las empresas estadounidenses.
Sin embargo, la ventaja de Estados Unidos no es tan clara como muchos piensan. China está avanzando rápidamente en la adopción de tecnología. Según las últimas cifras de la OMPI, China ocupa el puesto 32 a nivel mundial en difusión tecnológica, lo que implica un avance de quince lugares frente a 2020. Desde los vehículos eléctricos hasta los códigos QR y los robots que entregan servicio a la habitación, el consumidor chino está expuesto a tecnologías más sofisticadas que el estadounidense. Algunas estrellas tecnológicas ahora creen que China, no Estados Unidos, es el paradigma de adopción de las nuevas herramientas. Como argumentó Han Jizhong de la Academia China de Ciencias en 2023, “hemos superado a los estadounidenses en muchas tecnologías no por avances tecnológicos pioneros, sino por las capacidades de aplicación formadas a partir de nuestro enorme mercado”.
Los inversores están comenzando a preguntarse si China será más rápida en aplicar la IA también. Varios bancos, incluidos Goldman Sachs y Morgan Stanley, han elaborado índices de precios de acciones de empresas que deberían ver una mayor productividad como resultado de la adopción de IA. El índice de Goldman para Estados Unidos, por ejemplo, incluye a la cadena de farmacias Walgreens Boots Alliance, que espera usar la IA para gestionar recetas. El índice de Morgan Stanley para China incluye a China Literature, una editorial con un modelo de IA para ayudar a los escritores, y Transsion Holdings, un fabricante de teléfonos que ha agregado un asistente de IA a sus dispositivos. Mientras que los beneficiarios de la IA de Goldman en Estados Unidos han tenido un rendimiento inferior al mercado local recientemente, en China los beneficiarios de IA han superado al mercado.
Los datos transnacionales sobre la adopción de la IA son escasos. Pero observar la cantidad gastada por grandes empresas en la tecnología sugiere que Estados Unidos va adelante. Las empresas estadounidenses son grandes compradoras de software empresarial, como aplicaciones de recursos humanos y contabilidad. Muchos de los vendedores de estos paquetes, como Salesforce y Microsoft, están infundiendo IA en sus productos. El mercado de software empresarial en China es aproximadamente una décima parte del tamaño del de Estados Unidos, y “realmente no es tan vibrante”, como dijo Chi Ping Lau, presidente de Tencent, un gigante tecnológico chino, en noviembre al explicar por qué las ventas de IA de su empresa son más pequeñas que las de sus rivales estadounidenses.
Sin embargo, las ventas de IA pueden exagerar la ventaja de Estados Unidos, ya que un dólar gastado en servicios de IA chinos proporciona mucho más que un dólar gastado en los servicios estadounidenses. Los precios en China son más bajos gracias a una guerra de precios que se libra entre las empresas de computación en la nube del país, además de que la mayoría de los modelos chinos son de código abierto. El año pasado, ByteDance, otra gran empresa tecnológica china, redujo el precio de su chatbot Doubao, dejándolo un 99% más barato que el ChatGPT de OpenAI.
Una forma diferente de medir la adopción es mediante datos de encuestas. El año pasado, un estudio de IBM encontró que el 50% de las empresas chinas usaban IA, frente al 33% de las estadounidenses. La investigación de la consultora McKinsey sugiere que el 19% de los chinos usa IA en el trabajo, frente al 12% de los norteamericanos. Un estudio del gobierno japonés encuentra que una proporción mucho mayor de empresas chinas que estadounidenses ha establecido una política de uso de IA generativa.
Liderando los robots
La adopción de IA en China parece concentrarse en tres áreas de la economía: el sector público, la tecnología de consumo y el hardware empresarial. Primero, se ubica el Estado chino, que según una estimación representa aproximadamente la mitad de la demanda del modelo de DeepSeek. Con el incentivo del Partido Comunista, los gobiernos locales ya están utilizando IA para todo tipo de cosas, desde racionalizar los registros hospitalarios hasta responder preguntas de los ciudadanos y encontrar personas desaparecidas.
El respaldo estatal puede estar inspirando a otros jugadores, como los consumidores, que parecen más dispuestos a experimentar con la IA en China que en Estados Unidos. Una razón, nuevamente, es el precio: la feroz competencia ha hecho que la mayoría de los chatbots chinos sean gratuitos. Otro factor es la confianza. “La gente en China ha sido más optimista acerca de cómo la tecnología puede mejorar sus vidas… en parte porque China no tiene muchos recuerdos nostálgicos de eras pretecnológicas”, argumenta Tilly Zhang de la consultora Gavekal Dragonomics, una consultora.
Desplegar funciones de IA orientadas al consumidor también es más riesgoso en Estados Unidos que en China. Un emprendedor que intenta vender servicios de IA a empresas estadounidenses se queja de que los abogados se interponen, con temores sobre la protección de datos y la infracción de derechos de autor. “No hay jurisprudencia sobre la IA generativa… así que los abogados adoptan un enfoque CYA (cover your assets, que puede ser traducido como cúbrete las espaldas)”, dice. Este tipo de objeciones son menos comunes en China, donde la protección de datos y los derechos de autor se aplican débilmente. Tecnologías como el pago por código QR, que a menudo requieren acceso a datos personales, han sido adoptadas ampliamente, con los consumidores chinos aparentemente felices de entregar sus datos para comprar un café. Sin embargo, el entorno regulatorio laxo podría cambiar rápidamente si un producto de IA provoca una represión por parte del gobierno.
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Más opciones
Con más demanda y una oferta más accesible, los consumidores chinos tienen muchas opciones de IA. El año pasado, ByteDance lanzó al menos siete aplicaciones con funciones de IA. Tencent ha promovido su chatbot dentro de su plataforma WeChat. No están solos: las empresas tecnológicas estadounidenses, desde Google hasta Meta, están llenando sus productos con características impulsadas por IA. Pero los consumidores chinos parecen más conscientes de estos cambios que los occidentales: el 81% de ellos sabe qué tipo de productos usan IA, frente al 39% de los estadounidenses, según la encuestadora Ipsos. Los “bots de ventas” realistas en plataformas de streaming han resultado tan efectivos que los millones de influenciadores humanos de China están preocupados por perder ingresos.
Después del estado y los consumidores, el sector manufacturero es el tercer gran cliente de los servicios de IA chinos. Esto marca una ruptura radical con Estados Unidos. Según nuestro análisis de información de PitchBook, un proveedor de datos, el año pasado solo el 3% de los dólares de capital riesgo de Estados Unidos en IA fueron destinados a la manufactura. En China, la proporción equivalente fue del 43%. Algunos industriales en Asia ven la manufactura como el área donde China podría alejarse más de Estados Unidos en términos de adopción de IA.
Li Qiang, el primer ministro de China, ha pedido que el país “combine las tecnologías digitales con las fortalezas de manufactura y mercado”. China ya tiene casi el 30% de la participación global en manufactura, frente al 20% en 2011. Tiene más robots industriales por trabajador de manufactura que casi cualquier otro país rico. Ahora está avanzando en nuevos campos. En febrero, BYD, un fabricante de vehículos eléctricos, lanzó una tecnología avanzada de asistencia al conductor sin costo adicional (Tesla, el líder de los vehículos eléctricos de Estados Unidos, cobra unos US$9000 por automóvil por su equivalente). Empresas como Unitree y EngineAI fabrican robots que bailan y hacen kung-fu. Los inversores se han quedado asombrados. Las acciones de las mayores empresas chinas involucradas en robótica humanoide han subido un 33% este año.
Software y poder duro
La IA es especialmente útil dada la sanción de Estados Unidos a las compras chinas de tecnología avanzada. Entre 2019 y 2023 (últimos datos disponibles), las importaciones chinas de equipos de capital estadounidenses cayeron más del 20% en términos reales, privando a las empresas chinas de los últimos equipos. Pero un software mejor, impulsado por IA, les permite sacar más provecho del equipo viejo. Los sensores de IA pueden detectar cuándo el hardware está a punto de romperse, por ejemplo; otras herramientas ayudan a reducir el consumo de energía. Según los datos económicos chinos,el sector manufacturero de China compra el doble de software que hace una década.
Estados Unidos sigue teniendo una gran ventaja: la fuerza bruta. Este año, Amazon, Alphabet, Microsoft y Meta invertirán unos US$300,000 millones en nuevas tecnologías, gran parte de ello en IA. Alibaba, Baidu, ByteDance y Tencent invertirán aproximadamente una sexta parte de esa cantidad. Según datos de Dell’Oro Group, una firma de analistas, el gasto estadounidense en servidores de IA superó la inversión china casi por cuatro veces el año pasado. Estados Unidos tiene diez veces más centros de datos que China. Todo esto podría ayudar a que las capacidades de IA de Estados Unidos sean cada vez más sofisticadas que las de China.
Pero el ejemplo de DeepSeek, que alcanzó capacidades de vanguardia a una fracción del precio de sus rivales estadounidenses, sugiere que el poder financiero solo llega hasta cierto punto. Muchos en la IA china, incluido Joe Tsai, presidente de Alibaba, creen que Estados Unidos está gastando en exceso de todos modos. En marzo, Tsai advirtió que el ritmo de construcción de centros de datos en Estados Unidos podría superar la demanda inicial de servicios de IA.
La carrera de la IA no se decidirá en los clusters de alta tecnología de Palo Alto o Hangzhou. En cambio, se ganará en lugares como Dayton y Zhengzhou, donde las empresas y consumidores comunes aprovechan la tecnología para hacer cosas extraordinarias. China aún enfrenta muchos obstáculos para la adopción: los datos pueden ser difíciles de acceder y combinar, y muchas de sus empresas aún no están digitalizadas. Pero la creencia generalizada de que Estados Unidos será más rápido que sus rivalespara aprovechar la nueva tecnología está abierta a cuestionamientos. Incluso si Estados Unidos tiene los mejores modelos de IA, ¿de qué sirven si no hay suficientes personas que los utilicen?