
El ataque reivindicado por el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM), asociado con Al Qaeda en el Sahel, contra un convoy que transportaba combustible en las inmediaciones de Bamako ha hecho visible la severa fragilidad de la seguridad en la región, con imágenes difundidas donde se observan vehículos atacados y columnas de humo negro, lo que sugeriría la quema de parte de la carga, según reportó Europa Press. A raíz de este y otros hechos recientes, el gobierno de Estados Unidos instó a sus ciudadanos que permanezcan en territorio maliense a que abandonen “inmediatamente” el país ante el deterioro acelerado de las condiciones de seguridad y abastecimiento, especialmente en las inmediaciones de la capital.
De acuerdo con Europa Press, la embajada estadounidense en Bamako emitió una alerta donde subraya la imprevisibilidad de la situación actual. El conflicto armado entre las fuerzas gubernamentales y los grupos terroristas, junto con problemas logísticos significativos como el desabastecimiento de combustible y la interrupción de servicios esenciales, ha llevado a la administración estadounidense a recomendar a sus nacionales que utilicen vuelos comerciales en cuanto sea posible, aprovechando que el aeropuerto internacional de Bamako se mantiene operativo. La representación diplomática advirtió que las rutas terrestres hacia países fronterizos tampoco resultan seguras debido a las amenazas constantes de ataques en las carreteras nacionales.
El comunicado oficial de la embajada de Estados Unidos, citado por Europa Press, indicó que “los ciudadanos estadounidenses actualmente presentes en Malí deberían irse inmediatamente usando vuelos comerciales”. La administración precisó que la falta de gasolina y diésel, aunada al cierre prolongado de escuelas, universidades y otras instituciones públicas, complica aún más la vida cotidiana y reduce la capacidad de respuesta ante emergencias. Además, las autoridades estadounidenses recordaron que su misión diplomática tienen recursos limitados para ofrecer servicios consulares fuera de Bamako, por lo que sugiere a quienes opten por quedarse que preparen planes de contingencia para poder refugiarse durante eventuales crisis.
La fuente también señala recomendaciones adicionales del gobierno norteamericano: aquellos que permanezcan en Malí deben evitar lugares de protesta y no intentar pasar por bloqueos viales. Se pidió mantener un perfil discreto, revisar estrategias de seguridad personal y mantener una comunicación fluida con familiares y conocidos. La notificación enfatizó que persiste la recomendación de no viajar a Malí bajo ninguna circunstancia, debido a la volatilidad del contexto.
Europa Press detalló que la última alerta se produjo poco después de que el JNIM anunciara su ataque contra un convoy militar y camiones cisterna en la ruta entre Soribougou y Neguela, dentro del estado de Kayes, a aproximadamente 50 kilómetros de Bamako. Aunque el grupo terrorista no aclaró si hubo bajas entre las fuerzas armadas, las imágenes compartidas muestran la magnitud del incidente. Además, la importancia de la región de Kita, también expuesta en la comunicación, reside en su papel como nodo de la red ferroviaria que une Bamako y Koulikoro con Dakar, la capital senegalesa, aunque esta conexión por tren permanece interrumpida desde hace más de diez años.
Más allá de la relevancia estratégica en el transporte, Kita representa también el destino final de la peregrinación anual de la comunidad católica de Malí al santuario de Nuestra Señora de Malí, añadiendo una dimensión religiosa al impacto de la inseguridad.
La situación social y política en Malí se complica aún más bajo el mando de la junta militar establecida tras los golpes de Estado de agosto de 2020 y mayo de 2021, ambos dirigidos por Assimi Goita, actual presidente de transición. Según informó Europa Press, este liderazgo ha derivado en un giro diplomático hacia Rusia y un complejo distanciamiento respecto a Francia y otros socios tradicionales de Occidente. Esta reorientación internacional, sumada al incremento de la actividad yihadista y los problemas estructurales de subsistencia, abonan a un clima de incertidumbre para la población local y la comunidad internacional que permanece en el país.
La embajada de Estados Unidos sostuvo que cualquier ciudadano que opte por no salir del país debe asumir riesgos elevados y responsabilizarse por adoptar todas las medidas de seguridad pertinentes. El medio Europa Press detalló la advertencia para no intentar contactos con la embajada más allá de la capital y la recomendación estricta de evitar situaciones que puedan derivar en confrontaciones o retenciones por parte de actores armados.
La confluencia entre la emergencia humanitaria, la reducción del acceso a insumos básicos, la violencia de grupos extremistas y la inestabilidad por la administración militar configuran un escenario de alta imprevisibilidad para los habitantes de Malí y los extranjeros presentes en su territorio, según reiteró Europa Press al reflejar el comunicado emitido por las autoridades estadounidenses.

