Egipto inauguró oficialmente la tumba de uno de sus faraones más poderosos, Amenhotep III, en el Valle de los Reyes, después de más de dos décadas de exhaustivos trabajos de renovación. El acto de la reapertura, calificada como de suma importancia por las autoridades por su valor arqueológico, se llevó a cabo en la ciudad de Luxor, con el objetivo primordial de revitalizar la industria turística del país.
El ministro egipcio de Turismo y Antigüedades, Sherif Fathy, fue el encargado de presentar al público este monumental sepulcro, que perteneció a un gobernante que reinó entre los años 1390 a.C. y 1350 a.C. La tumba de Amenhotep III es reconocida como una de las más grandes y significativas del célebre Valle de los Reyes, un sitio arqueológico de incalculable valor histórico. Las restauraciones, lideradas por expertos japoneses, incluyeron la meticulosa renovación de las pinturas que adornan las paredes del sepulcro, representando al faraón y a sus esposas.
La extensa estructura funeraria cuenta con una cámara principal destinada al entierro del rey, flanqueada por otras dos cámaras diseñadas para sus consortes. Entre ellas se destaca la reina Tiye, una mujer de origen no real que ascendió a la posición de esposa principal y se consolidó como una de las reinas más influyentes en la historia del Antiguo Egipto.
La otra cámara estaba destinada a Sitamun, quien se cree fue una de las hijas de Amenhotep III antes de convertirse también en una de sus esposas. Esta práctica, que sorprende en la actualidad, no era inusual en la realeza faraónica, ya que permitía consolidar las líneas de sangre reales y reforzar el simbolismo político y religioso inherente a la figura del faraón.
Amenhotep III también fue padre de Amenhotep IV, su sucesor, quien pasaría a la historia por introducir el efímero culto monoteísta al dios Atón, representado como el disco solar. La tumba fue descubierta por primera vez en 1799, pero lamentablemente, según las autoridades egipcias, todos sus contenidos fueron saqueados en la antigüedad, incluyendo el sarcófago del faraón. El cuerpo momificado de Amenhotep III fue retirado de su tumba por sacerdotes de la época y trasladado a la tumba de su abuelo, Amenhotep II, también ubicado en el Valle de los Reyes, en un intento por protegerlo.
Actualmente, la momia, que presenta un considerable deterioro, se exhibe junto a los restos de otros 16 reyes y reinas del Antiguo Egipto en el Museo Nacional de la Civilización Egipcia.
La reapertura de esta tumba, tras las minuciosas tareas de conservación, forma parte de una estrategia más amplia de Egipto para revitalizar su sector turístico. El objetivo es atraer a un mayor número de visitantes extranjeros y, con ello, generar una importante fuente de divisas internacionales, crucial para la economía del país.
La industria del turismo en Egipto se vio afectada considerablemente desde la violencia política que siguió al levantamiento de 2011, que puso fin a las tres décadas de gobierno del presidente Hosni Mubarak. Gran parte de los esfuerzos por recuperar el interés de los visitantes extranjeros se centraron en la riqueza de los valiosos artefactos faraónicos del país. En este contexto, la inauguración oficial del Gran Museo Egipcio, ubicado cerca de las Pirámides de Giza, está programada para el 1 de noviembre, consolidando aún más la oferta cultural y arqueológica de Egipto.