El incumplimiento contractual de una empresa rusa en el mantenimiento de helicópteros del Ejército ha puesto en evidencia no solo graves irregularidades, sino también vínculos políticos que explican el trato preferencial recibido por la compañía. Según una investigación de La República, la firma panameña Milenium Veladi, representante del conglomerado ruso Compañía Nacional de Servicios Aeronáuticos (NASC), fue contratada de manera directa y en condiciones excepcionales, pese a no cumplir con el servicio acordado.
En los registros figura como representante de Milenium Veladi el empresario Diego Alfaro Di Natale, cercano a Jorge Garboza Amand, íntimo amigo de Nicanor Boluarte, hermano de la presidenta Dina Boluarte. Estas relaciones explican, de acuerdo con fuentes consultadas por el medio, por qué la empresa recibió beneficios inusuales: adjudicación sin licitación, exoneración del pago de IGV —asumido por el propio Ejército— y un adelanto del 70% del monto total del contrato.
El acuerdo fue suscrito el 10 de noviembre de 2023 por US$ 20,3 millones y establecía la reparación mayor (“overhaul”) de tres aeronaves estratégicas: los helicópteros Mi-171-ShP, Mi-171-Sh y Mi-MTV1. La entrega debía realizarse el 13 de agosto de 2024, pero no se cumplió. Ante la demora, el Ejército concedió dos ampliaciones —hasta el 31 de octubre y luego hasta el 30 de diciembre de 2024—, también incumplidas. Una tercera prórroga solicitada por la empresa fue rechazada, lo que llevó a Milenium Veladi a iniciar un proceso de conciliación extrajudicial.
Conciliaciones fallidas y silencio de las FF.AA.
El último intento de acuerdo ocurrió el 27 de agosto de 2025, en una reunión entre el jefe del Centro de Mantenimiento Aeronáutico del Ejército (CEMAE), general César Claudet, y el representante de la empresa, César Cueva Castro. El procurador del Ejército estuvo presente, pero la cita concluyó sin avances. A la fecha, 13 meses después del vencimiento inicial y 9 meses tras la última prórroga, los tres helicópteros permanecen inoperativos.
La falta de estas aeronaves reduce la capacidad operativa del Ejército, que las necesita para transporte de tropas, misiones de combate y operaciones humanitarias. Cada mes de retraso implica una menor capacidad de respuesta ante emergencias y amenazas a la seguridad nacional.
El contraste regional es notorio. En Colombia, el Ministerio de Defensa contrató en diciembre de 2024 a la empresa Vertol Systems Company por US$ 32,4 millones para reparar seis helicópteros rusos. Al detectar incumplimientos, las autoridades denunciaron rápidamente a la firma y abrieron un proceso legal. En Perú, en cambio, pese a los reiterados retrasos, no se han aplicado sanciones.
Según La República, Milenium Veladi planea ahora acudir al arbitraje, una estrategia que podría prolongar el contrato y evitar sanciones inmediatas, lo que le daría más tiempo a pesar de su historial de incumplimientos.
El caso resulta aún más grave porque los recursos ya fueron desembolsados: del contrato de US$ 20,3 millones, la empresa recibió un adelanto del 70% sin haber entregado hasta hoy ninguno de los tres helicópteros.
Pese al escándalo que golpea la transparencia en el sector Defensa, el Ejército mantiene silencio: no ha anunciado sanciones, resoluciones de contrato ni medidas para recuperar el dinero ya invertido.
El inicio del contrato millonario
El caso que hoy sacude al Ejército Peruano comenzó con un decreto emitido el 19 de mayo de 2023 por el gobierno de Dina Boluarte. El dispositivo legal asignó al Ministerio de Defensa un presupuesto extraordinario de 486 millones de soles para atender las emergencias del fenómeno El Niño. Parte de esos fondos se destinó al mantenimiento de tres helicópteros rusos MI8 y MI17, comprados en 2016 durante la gestión de Ollanta Humala.
El encargo recayó en el Centro de Mantenimiento Aeronáutico del Ejército (Cemae), en La Joya, Arequipa. Bajo el argumento de urgencia, se dispuso una contratación directa. La primera opción fue Helicópteros del Sur S.A., que desistió al advertir irregularidades en los plazos y en la documentación exigida. Ese vacío abrió la puerta a la empresa panameña Milenium Veladi Corp., que, hasta poco antes, se dedicaba a la venta de inmuebles.
En noviembre de 2023, la compañía logró adjudicarse un contrato por más de 20 millones de dólares, con un adelanto de 15 millones. Sin embargo, la firma no contaba con talleres ni certificaciones especializadas; utilizó las instalaciones del propio Ejército como soporte. A la fecha, los helicópteros siguen inoperativos.
El informe de la Contraloría señala que Milenium Veladi presentó su propuesta antes de que se publicara la convocatoria oficial, lo que evidenciaría acceso privilegiado a información interna.
La empresa fantasma y los altos mandos
La aparición de Milenium Veladi Corp. marcó un punto de quiebre en las investigaciones. La firma, registrada en Panamá, no tenía antecedentes en el rubro aeronáutico y solo en mayo de 2023 modificó sus estatutos para declarar que vendería repuestos de aeronaves. Pese a ello, en noviembre de ese mismo año recibió un contrato millonario del Ejército Peruano para reparar helicópteros rusos.
Según la Contraloría, las condiciones del proceso fueron modificadas de forma irregular: se eliminó la exigencia de experiencia previa, la acreditación ante la Dirección General de Aeronáutica Civil y la autorización de la empresa rusa fabricante de los aparatos. Estas flexibilizaciones beneficiaron directamente a Milenium Veladi.
Tres generales están bajo la lupa: David Ojeda Parra, jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas; Oswaldo Calle Talledo, jefe del Estado Mayor; y Aldo Domínguez Peralta, responsable del Cemae. Todos avalaron la adjudicación pese a las advertencias.
El 8 de mayo de 2024, la Subdirección de Identificación de Riesgos en Contrataciones alertó que la empresa carecía de experiencia técnica. Sin embargo, el general Ojeda permitió que el proceso continuara e incluso facilitó el ingreso de representantes de la compañía a instalaciones militares para inspeccionar las aeronaves.