Ni el funcionario más optimista del gobierno de Javier Milei esperaba una victoria tan amplia el 26 de octubre. Pero mucho menos todavía en la provincia de Buenos Aires. Con sinceridad infrecuente, Diego Santilli admitió el lunes que no lo esperaba. Dijo la verdad. El sábado confió a varios que se conformaba con perder por nueve puntos. Pero que si lo hacía por seis lo consideraría “un éxito”. El presidente calificó de “milagro” el resultado. La responsabilidad por este fenómeno que se achacan mutuamente Cristina y Axel Kicillof parece darle la razón.
Es la segunda vez en cuarenta días que el peronismo le presta a Milei un inestimable servicio para que supere sus apuros políticos. Ya lo había hecho con el resultado del 7 de septiembre que precipitó al Tesoro de los Estados Unidos a intervenir para calmar el ánimo exaltado de los mercados cambiarios. La asociación entre kirchnerismo e inestabilidad llevó a los electores que decidieron el resultado del 26 de octubre a priorizar el orden insinuado por Milei al lunes negro que predecían los mercados en la semana previa.
“Nos cagaron” dijo Cristina al colaborador que le confirmó el domingo al mediodía que había un millón de nuevos votos. La precaria unidad de Fuerza Patria depende de un status quo que puede ser desequilibrado por un alza en el nivel de participación. Una paradoja inquietante para una fuerza que sigue reivindicándose como un movimiento popular. Un intendente optó por retirarse del comando electoral de La Plata al observar que La Cámpora, el Frente Renovador y el Movimiento Derecho al Futuro se habían asignado espacios diferenciados en su interior.
La intendente Mayra Mendoza aceptó la sugerencia de Cristina que desestimaron otros colegas. Le adjudicó la derrota al desdoblamiento electoral resuelto por Kicillof. La Libertad Avanza redujo a la mitad la ventaja obtenida por Fuerza Patria en Quilmes el 7 de septiembre. Un escenario que complica su proyección como candidata a la gobernación en 2027 con el aval de Cristina. Y que se repite entre quienes tienen esa expectativa cerca de Kicillof. La victoria ajustada de Fuerza Patria en San Martín, Avellaneda y Pilar coloca frente al mismo obstáculo a Gabriel Katopodis, Jorge Ferraresi y Federico Achával. Pero deja ante un panorama más apremiante a otro de los postulantes, Julio Alak, por la derrota sufrida en La Plata. El ministro de Infraestructura bonaerense y ese grupo de intendentes son algunos de los convocados hoy a La Plata por Kicillof, donde se analizará la negociación que ya tiene lugar en la Legislatura para que su reglamento sea modificado y pase a contemplar la figura del interbloque. Tal vez la llave que permita destrabar el cuello de botella en el que está atascado el gobierno bonaerense. El Ejecutivo enviará el Presupuesto y el endeudamiento requerido la semana próxima. Controlada por La Cámpora, la bancada oficialista y las opositoras exigen a cambio discutir fondos para los municipios que administra, injerencia en la renovación del directorio del Banco Provincia, las cuatro vacantes en la Corte y espacios de poder en el proceso para elegir a un nuevo presidente de la Cámara de Diputados a partir del 10 de diciembre.
Esa renovación coincide con la de autoridades en el PJ bonaerense que, probablemente, se prorrogue hasta marzo. El interbloque dotaría a cada uno de los de Fuerza Patria, pero también a los de la alianza Pro y La Libertad Avanza, de la elasticidad de la que carecen para negociar por sus intereses y alejarse del abismo de la fractura al que se asoman con frecuencias las dos coaliciones. Kicillof contará por primera vez con cinco diputados propios. Diego Nanni, Germán Lago, Esteban Acerbo, Mario Ishii y Mariano Cascallares.
Sergio Massa pondría a los del Frente Renovador en sintonía con los intendentes de Exaltación de la Cruz, Alberti, Deraux, José C. Paz y Almirante Brown. Sumarían una docena dentro de los 39 que tendrá Fuerza Patria. Kicillof pretende que Cascallares presida la Cámara. Massa lo respaldaría. Pero tal vez con la expectativa que no reúna el consenso para sustituir a Alexis Guerrera. Pero también hacer valer el voto de los ocho libertarios blues para modificar el reglamento de la Legislatura.
Por ahora no es seguro que la situación de Rubén Eslaiman pueda modificar esa situación. Eslaiman es diputado del Frente Renovador e impulsor con Jorge D’ Onofrio de la expropiación de 12 hectáreas en Pilar votada por la Legislatura en la última sesión de 2020. Esa medida fue suspendida por la Justicia Federal que citó a indagatoria a D’Onofrio por esa causa, donde podría resultar implicado el intendente de Pilar: Achával. D´Onofrio fue ministro de Transporte de Kicillof y está investigado por adulterar fotomultas.
Aunque lo desmiente, Kicillof quiere que Verónica Magario presida el PJ y procure alinearlos con su candidatura presidencial. Esa estrategia podría presentar un par de problemas. El más evidente es que varios intendentes aliados querrían impulsar un debate sobre la reforma laboral que promete resistir la CGT, como adelantó Héctor Daher. El secretario general de la central obrera es aliado de Kicillof en la disputa con Cristina. El otro se expresa, por ahora, en forma subterránea, pero transversal a una enorme mayoría de intendentes, muy a gusto con las bondades del desdoblamiento. Están tentados con volver a impulsarlo en 2027 para retener su poder si el peronismo no tiene un candidato con posibilidades de disputar la presidencia. El momento en que, quizás, Kicillof ocupe la misma posición de Cristina frente a él cuando le planteó la inconveniencia de esa estrategia.
Antes que eso, los intendentes se proponen modificar la ley 14836 para que su reelección no tenga límites. Un empoderamiento definitivo del que desconfía Cristina, pero que Kicillof estaría dispuesto a conceder para ganar su consenso. Una agenda demasiada compleja para la pretensión del gobernador de sancionar el Presupuesto antes del 10 de diciembre. Hay algo en lo que parecen coincidir la ex presidente y el gobernador. Antes que una autocrítica es más conveniente recuperar la iniciativa para salir de la incómoda posición de debilidad en la que quedaron.
En Comodoro Py dan por cierta la orden de Cristina a Juan Martín Mena para retomar en el Senado la negociación para ampliar la Corte. Ariel Lijo estaría convencido que llegó el momento de ocupar una de las dos vacantes. ¿Es lo que le habría prometido la ex presidente cuando su pliego fue rechazado? “Excepto las dos mujeres, todos se sienten candidatos”, aseguró un funcionario judicial. La Justicia Federal tiene 12 juzgados con cinco vacantes. María Servini y María Eugenia Capuchetti ocupan el N°1 y el N°5. Además de las designaciones en la Corte, está pendiente la del Procurador General.
Desahogado de urgencias por la victoria, Milei le pidió a Mariano Cúneo Libarona que permanezca en el gabinete cuya modificación pensaba anunciar la noche del 26. Una forma de postergar el ascenso del viceministro Sebastián Amerio. Y con él, el de Santiago Caputo sobre nuevas áreas de gobierno. Amerio participa del grupo de chat “The Avengers” que integra el núcleo de funcionarios que lidera el asesor presidencial. Caputo es un archirrival de Karina Milei. Igual que Sebastián Pareja, fortalecidos por el triunfo bonaerense. Pareja resiste la candidatura a gobernador de Santilli que defenderá su entorno.
“No vamos a desperdiciar el billete ganador de la lotería que encontramos de casualidad en el bolsillo de un saco”, graficó uno de sus miembros. La tensión entre Caputo y Karina llevaría a Mauricio Macri a guardar prudencia. El expresidente desconfía de que esa tensión amaine en breve. ¿Le pedirá a Milei cuando lo vea esta noche que Cristian Ritondo presida la Cámara de Diputados? Martín Menem hizo público que no está dispuesto a abandonar ese lugar. Menos aún cuando el recuento definitivo de votos podría mostrarlo a él y a Eduardo “Lule” Menem ganadores en La Rioja. La diferencia con Fuerza Patria es de 500 votos. Algunos creen haber observado a “Lule” pasearse desafiante delante de Santiago Caputo en la asunción de Pablo Quirno como canciller. Seguramente una percepción desmesurada de alguien interesado en azuzar el conflicto.
Es improbable que Macri no esté al tanto de estos acontecimientos. ¿Procurará con su propuesta hallar una salida elegante y no sumar al Pro al gobierno? Por ahora una conjetura. Pero alimentada por Macri. Aventuró que el Pro tendrá candidato propio a presidente. Tal vez entusiasmado con las nuevas posibilidades que ofrecen los milagros peronistas.

