El alcalde de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna, cree que la entrada de Miguel Ángel Gallardo en la Asamblea de Extremadura es «una maravillosa noticia» que además es algo que le han «exigido y pedido» el resto de compañeros ante el intento de «dilatar los plazos para que esto no se produjese» por parte del PP y de la presidenta de la Junta, María Guardiola.
«Le hemos pedido que lo tenía que hacer, tiene que estar en el parlamento, tiene que confrontar con un gobierno que está en la deriva, con un gobierno que está haciendo unas políticas que están perjudicando a la inmensa mayoría de la sociedad», ha remarcado el dirigente socialista.
A modo de ejemplo, se ha referido nuevamente al Plan de Respiro Familiar, que «en vez de ejercer su responsabilidad» en una competencia propia de la Junta, como es la atención a la dependencia, se la quiere «endiñar» a los ayuntamientos para que asuman los costes de gestión del proyecto y para «no trabajar».
En este punto, ha dicho que el de María Guardiola es un «gobierno zángano, que no trabaja y la presidenta es la primera», porque atendiendo a su agenda «se ve que llega los martes y se va los jueves de Mérida», donde no vive en la residencia oficial «como debería ser su obligación». Un ejecutivo que traslada las competencias «a terceros», en alusión a los ayuntamientos o el Gobierno central.
Por todo ello, los socialistas necesitan «ya» tener «una voz fuerte y potente para decirle a los extremeños que hay otra manera de gobernar», que es «trabajando, que es lo que no hace la señora María Guardiola», y por ello han sido los propios socialistas «los primeros en decirle a Miguel Ángel que entre ya a la asamblea porque alguien tiene que defender los intereses» de los ciudadanos.
