
Visitar museos y galerías para observar obras de arte produce una reducción inmediata del estrés en quienes experimentan esta práctica, según las conclusiones de un estudio reciente realizado en Londres.
La investigación, encabezada por el Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia del King’s College, se centró en personas adultas, con edades entre 18 y 40 años, que participaron en experimentos de exposición al arte tanto original como reproducido en condiciones controladas.

Los resultados muestran una respuesta fisiológica positiva ante la contemplación de obras maestras en un entorno museístico y refuerzan la importancia de integrar el arte en la vida cotidiana como alternativa para el bienestar emocional.

De acuerdo con DW, el trabajo comparó las reacciones de dos grupos: uno de voluntarios que recorrió la Galería Courtauld de Londres para ver pinturas originales de artistas como Manet, Van Gogh y Gauguin. Otro grupo que observó reproducciones de esas mismas obras en un contexto similar.
El estudio, que aún no pasó por revisión científica independiente, empleó relojes digitales de alta calidad para monitorear parámetros como la variabilidad de la frecuencia cardíaca y la temperatura de la piel, además de analizar muestras biológicas para medir los niveles de hormonas y marcadores asociados al estrés.

Los resultados fueron claros: los participantes expuestos a obras originales experimentaron una disminución media del 22% en los niveles de cortisol, la principal hormona del estrés. En contraste, el grupo que vio solo reproducciones tuvo una reducción media del 8%.
El equipo de investigación también observó que quienes contemplaron arte genuino presentaron una actividad cardíaca más dinámica, lo que revela una activación emocional acompañada de una mejor regulación fisiológica del estrés.
La investigación agrega datos sobre la respuesta del sistema inmunológico: las concentraciones de citocinas proinflamatorias, como IL-6 y TNF-α, cayeron en promedio un 30% y un 28%, respectivamente, luego de la visita a la galería.
Los marcadores están relacionados con el estrés crónico y diversas enfermedades, por lo que su disminución indica un posible beneficio en términos de salud integral. En cambio, el grupo expuesto solo a reproducciones no mostró cambios destacados en estos parámetros inmunológicos.
El doctor Tony Woods, principal autor del trabajo, subrayó que el estudio aporta pruebas consistentes sobre el valor de la experiencia estética directa.
Según su análisis, el arte no solo emociona, sino que puede contribuir a la calma y a la reducción de estados de alerta fisiológica ligados al estrés. Woods sostiene que el hallazgo amplía el conocimiento sobre los efectos beneficiosos del arte en la salud y justifica la promoción de la visita a museos y galerías como recurso complementario a prácticas más tradicionales de manejo del estrés.

De acuerdo con los autores y la publicación de DW, esta investigación pionera ayuda a fundamentar el diseño de políticas públicas y programas de bienestar donde el acceso a experiencias culturales pueda tener un lugar central. El hecho de que las reacciones del organismo sean rápidas refuerza la idea de que la presencia física ante obras originales, en lugar de meros estímulos visuales digitales o fotográficos, genera un efecto diferente y potencialmente más eficaz.
El estudio del King’s College de Londres coincide con una tendencia mundial en el reconocimiento del arte como herramienta útil para mejorar el estado anímico y apoyar terapias vinculadas a la salud mental y la calidad de vida.

Museos, centros comunitarios y profesionales en psicología comenzaron a incorporar recorridos artísticos, talleres y exposiciones como parte de estrategias para abordar el estrés y los síntomas relacionados.
Sin embargo, los expertos mencionan que estos datos tienen un carácter preliminar y que se precisan investigaciones adicionales que abarquen una mayor variedad de grupos poblacionales, entornos culturales y tipos de experiencias artísticas. Además, demandan pruebas a mayor escala y con diseños revisados por la comunidad académica.

Mientras tanto, las conclusiones actuales posicionan la exposición a obras de arte originales en museos y galerías como una alternativa valiosa y accesible para la gestión del estrés en la vida urbana.
Los beneficios observados incluyen tanto respuestas inmediatas, como la mejoría en indicadores hormonales y cardiovasculares, como potenciales efectos a largo plazo en la salud general. Al considerar estas evidencias, se promueve la inclusión de actividades culturales y visitas a espacios artísticos en las agendas de bienestar y prevención, tanto en el ámbito individual como colectivo.
