El crecimiento exponencial del turismo en China e India y el aumento del gasto en transporte internacional anticipan una transformación profunda en la logística aérea, impulsada por infraestructura, tecnología y nuevos hábitos de viaje.
La industria del transporte aéreo está a las puertas de una expansión sin precedentes. Según datos compartidos en el XX Foro Hosteltur celebrado en Madrid, China e India serán responsables de la mitad del crecimiento de la demanda de viajes globales en los próximos años. Este fenómeno, impulsado por la consolidación de una nueva clase media y la globalización del turismo, representa un desafío y una oportunidad sin igual para la logística aérea mundial.
En palabras de Francisco Pérez-Lozao Rüter, presidente de Hospitality de Amadeus España, “el crecimiento actual de la demanda de viajes se concentra en Asia y el Pacífico”. La afirmación encuentra respaldo en los movimientos recientes de la industria: una aerolínea india, por ejemplo, incorpora un nuevo avión cada semana, parte de un histórico pedido de 500 aeronaves a Airbus. Este tipo de expansión operativa anticipa un rediseño en la capacidad de transporte y en las operaciones logísticas vinculadas al turismo y al comercio aéreo.
La clase media asiática y su impacto en la infraestructura logística
Una de las principales fuerzas detrás de esta transformación es el surgimiento de una clase media compuesta por aproximadamente 1.000 millones de personas, especialmente en China e India. Se trata de consumidores que comenzarán a viajar de forma masiva en los próximos años, y que lo harán con nuevas exigencias de conectividad, frecuencia y servicio.
Este crecimiento sostenido obliga a repensar las capacidades logísticas de los aeropuertos, centros de distribución de carga aérea y rutas internacionales. La ampliación de la infraestructura aeroportuaria ya está en marcha, con inversiones millonarias en terminales, sistemas automatizados y corredores aéreos. La presión también se traslada al transporte terrestre y urbano en los destinos turísticos, donde la conexión entre pasajeros y carga requiere soluciones integradas y eficientes.
Cambios en el perfil del viajero y la carga aérea
A diferencia de generaciones anteriores, los jóvenes actuales realizan una media de cuatro viajes anuales, de los cuales la mitad son internacionales. Este cambio en el comportamiento del consumidor no solo incrementa el volumen de pasajeros, sino también el movimiento de equipajes, envíos exprés, bienes de lujo y artículos de alto valor, que requieren servicios logísticos especializados.
El informe presentado en el foro destaca que el gasto en viajes se duplicará en la próxima década, y que la categoría de transporte —que incluye viajes aéreos, marítimos y ferroviarios— será la de mayor crecimiento. Esta proyección convierte a la logística aérea en un pilar estratégico para sostener el dinamismo del sector turístico, pero también para el comercio global, que muchas veces utiliza las mismas rutas y aeronaves para la distribución urgente de mercancías.
La digitalización ha sido clave en este proceso de expansión. Las plataformas digitales han facilitado el acceso a servicios turísticos y logísticos, acortando los tiempos de planificación y aumentando la eficiencia operativa. La próxima ola de transformación vendrá de la mano de la inteligencia artificial, que promete optimizar rutas, prever la demanda y reducir desperdicios, especialmente en contextos de alta estacionalidad y consumo variable.
Además, tanto en Europa como en Norteamérica —regiones más maduras en infraestructura— la inversión se orienta ahora hacia la sostenibilidad, el mantenimiento y la productividad. Esto incluye la incorporación de combustibles sostenibles para aviación (SAF), mejoras en la eficiencia energética de los aeropuertos y una creciente presión por reducir la huella de carbono del transporte aéreo.
Desafíos geopolíticos y escenarios de incertidumbre
El crecimiento del turismo y de la logística aérea no está exento de tensiones. Pérez-Lozao advirtió sobre el entorno de incertidumbre actual, marcado por tensiones geopolíticas, negociaciones comerciales y cambios regulatorios. Estas condiciones exigen a los operadores logísticos una gran capacidad de adaptación y estrategias resilientes que aseguren la continuidad del servicio aún en contextos adversos.
En definitiva, la globalización del turismo, impulsada por Asia, está reconfigurando las prioridades de la logística aérea. A medida que el mundo se conecta más, la eficiencia, la sostenibilidad y la tecnología serán claves para responder a una demanda en constante crecimiento y con nuevos patrones de consumo.