La ciencia ficción y la fantasía quizá no sean sino anticipos de hallazgos que todavía están por venir. O, por lo menos, esa es la sensación que uno tiene luego de leer un estudio publicado hace un mes en The Journal of Physical Chemistry Letters. El experimento, publicado por la Universidad de Calgary, en Canadá, mostró que los organismos emiten una luz muy tenue mientras están vivos, y que esa luz se extingue cuando ese organismo muere. Muy tenue significa realmente muy tenue, en el orden, sostiene el paper, de los 10 a 1000 fotones por centímetro cuadrado por segundo.
El caso es que los investigadores descubrieron que el fenómeno biológico conocido como emisión de fotones ultra-débil, resultado del metabolismo, puede medirse por encima de la radiación térmica normal del tejido de los organismos vivos, y, a la vez, no se trata de bioluminiscencia. Su longitud de onda está entre 200 y 1000 nanómetros (la luz visible va de 400 a 700) y el brillo de este aura (vamos a permitirnos la licencia) está relacionado con la vitalidad en los animales, pero con el estrés en las plantas.
Y así, de nuevo, no es difícil llegar a la conclusión de que la ciencia nos dice tanto lo que sabemos como lo que todavía no sabemos.