“Hoy compramos directamente pesos argentinos”, escribió el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent. Quizás el evento más sorprendente e irreal para todos los que nos dedicamos a esta profesión. El anuncio incluyó una línea directa de swap por alrededor de US$20 mil millones, incentivos de inversión para compañías norteamericanas y redoblar el apoyo al equipo económico y la administración de Milei.
Detalles que llegaron justo a tiempo
El anuncio de los primeros detalles del programa de ayuda de EEUU llegó justo a tiempo. El tesoro argentino había gastado cerca de US$2.040/2.050 millones en octubre en el mercado oficial de cambios para sostener el nivel del dólar. Esta suma representaba cerca del 92% de los US$2.228 millones comprados al sector agroexportador durante el régimen de retenciones cero. De esta manera, al Tesoro le restaban entre US$340/350 millones para agotar sus depósitos en dólares y requerir la ayuda del BCRA para intervenir el tipo de cambio.
Una reacción a la altura de las circunstancias
Ya los rumores que circulaban en el mercado habían renovado los ánimos de la deuda soberana. Sin embargo, toda la curva de bonos en dólares trepó entre 6/9% al conocerse las novedades. Como era de esperar, los instrumentos en el tramo largo (los más sensibles al efecto duración del portafolio) encabezaron los ascensos. Asimismo, el CCL cayó cerca de 7% desde el máximo de la semana, comprimiendo por completo la brecha cambiaria frente a la divisa oficial.
Cambio de ánimos en el Congreso
Lejos de lo que sucedía en las pantallas, el oficialismo saboreó como una victoria, la derrota en la cámara de Diputados. ¿Qué sucedió? La oposición aprobó el proyecto de reforma de DNU, pero se modificó el polémico plazo límite para su aprobación de 90 días. Así, el proyecto de ley modificado deberá volver a la cámara de origen (Senado), lo cual le permite ganar tiempo a LLA e incluso soñar con tratar la potencial insistencia del veto presidencial después del 10 de diciembre (con la nueva composición de la cámara baja).
El autor es Head of Research & Strategy de PPI