Carla De Simone se enamoró de la tranquilidad de pueblo de Florida: de sus árboles, de sus aromas, de los vecinos que se transportan en bicicleta, del ritmo diurno y sosegado. Hace dieciséis años abrió un café en una esquina preciosa, enmarcada por un níspero y un palto. Allí había funcionado la antigua farmacia Santa Teresita.


De Simone Ramos Generales tiene un aire noble y umbrío, con sus paredes pintadas en el tono Maravillas griegas –un verde aturquesdo que ya no se ve mucho, pero que funciona como un bálsamo para el ojo–, y otra parte cubierta con la boiserie original del local. Junto a su ex marido, con quien abrió el primer café del barrio, rastrearon en anticuarios cada objeto que hoy está a la vista de los clientes. Hay una caramelera, un mostrador de mercería que alguna vez guardó puntillas, botones y retazos en sus cajones, un sillón que seguramente ocupó un lugar central en el living de alguna abuela. Todo responde a una intención de conservar y preservar.

“Me gustan las cosas antiguas. Lo antiguo está bien hecho, perdura en el tiempo”. Con la misma lógica, Carla –que estudió pastelería en la escuela Maussi Sebess– piensa su carta. No hay concesiones a modas pasajeras y caprichosas: nada de torta oreo o rainbow, hay en cambio una deliciosa carrot cake con harina de maíz, nueces molidas y una cobertura de queso y lima. Fresca, liviana y cítrica. Sin gluten.

También hay una húmeda de chocolate con crema chantilly, frutillas y arándanos, y las clásicas tartas de peras, de manzana o pasta frola. El chipá 100% de harina de mandioca es otro imprescindible. Para comer varios..

El café que usan es de Puerto Blest; la leche, del productor orgánico y biodinámica La Recría; y el azúcar, también orgánica. Durante todo el día ofrecen sándwiches de distintas variedades: ciabatta con manteca, crudo, brie, tomate y palta; bagel con huevos revueltos, crema y palta; o panini de jamón, queso y tomate, entre otros. Para beber, además de café de especialidad, hay té frío de hibiscus, té negro en hebras orgánico de Misiones, limonadas y licuados de frutas.

Un miércoles a la tardecita acá el tiempo parece correr más lento. En una mesa verde bajo el palto, una chica lee un libro. Adentro una madre merienda con su hijo. De Simone es sinónimo de Florida y su espíritu sosegado.
- De Simone Ramos Generales Gral M. M. de Güemes 2383. Martes a viernes, de 8 a 19, sábados y domingos, de 9 a 19 hs. T: (011) 4797-6663.
