El caótico experimento para convertir a Milei en un ñoño republicano

admin

Cuando Javier Milei mandó a imprenta su nuevo libro, hace poco más de un mes, ignoraba la fragilidad del hielo que pisaba. El título elegido, “La construcción del milagro”, es un retrato preciso de la imagen que le devolvía el espejo: el hombre que cumplió una misión imposible, que no conoce límites a su voluntad y que atribuye una dimensión divina a sus actos.

Le toca presentarlo el lunes, convertido en otra persona. En 40 días le pasaron por arriba los audios de Spagnuolo, la derrota por 13 puntos en Buenos Aires, una corrida cambiaria, el rescate oral de Donald Trump y la confirmación de que su candidato estrella José Luis Espert cobró dinero de un empresario que hoy está preso bajo cargos de lavado y colaboración con el narcotráfico. La palabra “milagro” evoca ahora un eco irónico en lugar de la dulce arrogancia con la que fue elegida por el autor.

A Milei lo aquejan las urgencias terrenales de un líder cercado por la adversidad y la pérdida precipitada de confianza. Ató su suerte al auxilio de Estados Unidos, pero para conseguirlo tiene que cambiar de piel. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, y el Fondo Monetario Internacional (FMI) le enviaron mensajes directos de que el programa de asistencia requiere pruebas concretas de que armará un esquema de coalición eficiente para la segunda mitad del mandato.

El nuevo libro de Milei, mayoritariamente conformado por sus discursos como presidente

Aceptó el reto. Citó dos veces a Mauricio Macri a Olivos para retomar el diálogo después de un año. “Está grande, ya no entiende algunas cosas”, decía en mayo del expresidente. Ahora lo llama de nuevo “Presi”, le propone “construir consensos” y elogia al Pro, que ya no es ni “una estructura obsoleta” ni el partido de “los amarillos fracasados” que era hace cinco meses cuando se enfrentaron en la Capital.

“Vio, Presi, que ya no insulto”, le dijo Milei a Macri al reencontrarse, el domingo pasado. Paradojas de los tiempos antisistema: gracias a Trump, Milei está aprendiendo a ser un ñoño republicano.

Mauricio Macri, tras el último encuentro con candidatos del Pro

El experimento consensual del presidente que consideraba “criminales” los acuerdos políticos incluye entre sus objetivos primordiales reconectar con los gobernadores que le dieron paz legislativa en 2024 antes de que la furia libertaria los transformara en “golpistas” y “degenerados fiscales”. Al menos cuatro jefes provinciales de origen peronista fueron sondeados para sumarse a la comitiva que irá a la Casa Blanca el martes 14 por la reunión bilateral con Trump. Ninguno confirmó aún. Los seis de Provincias Unidas se juramentaron entre ellos no aceptar. “No tiene lógica. Va a ser en el tramo final de una campaña en la que el que nos invita es nuestro rival”, resume un gobernador del norte del país.

Milei y Trump, en Nueva York

La calma en los mercados por la promesa norteamericana se agotó demasiado pronto. Bessent volvió a jugar y acordó el viaje preliminar del ministro Luis Caputo. Pero mientras Milei ensayaba su faceta conciliadora le estalló el caso Espert.

Días de desconcierto

El diputado Espert sale de la presentación oficial de un proyecto de reforma integral del Código Penal en el Complejo Penitenciario Federal N° 1 de Ezeiza

La bomba desnudó carencias que van más allá de la fragilidad parlamentaria de La Libertad Avanza (LLA). Exhibió un gobierno cruzado por los rencores, una estrategia de comunicación a la deriva y un presidente que inspira miedo a quienes lo rodean. Esto último fue palpable el viernes por la noche, cuando la mayoría de los ministros y los integrantes del equipo de campaña descontaban que Espert había ido a Olivos a renunciar a su candidatura. No podían creerlo cuando, pasadas las 22, el propio diputado anunció con tono socarrón que seguía en carrera y Milei lo avaló con un retuit.

La ministra y candidata porteña Patricia Bullrich se puso al hombro la gestión de sacar a Espert de escena una vez que se instaló la sospecha de que había recibido 200.000 dólares de Fred Machado, el empresario detenido en Viedma por orden de la justicia de Estados Unidos. “Ella se queda sin campaña si no puede hablar de narcotráfico y seguridad, que son sus caballitos de batalla”, admitían en su entorno.

En el comando de la campaña bonaerense creían exagerada esa posición. “Ya es tarde. No podemos ni siquiera reimprimir las boletas”, decía uno de los armadores libertarios el martes. Tres días después rezaba porque el calvario terminara de una vez y Espert diera un paso al costado.

Federico

La elección de Espert fue personalísima de Milei, contra la opinión de casi todos sus asesores y hasta de su hermana Karina. “Ella es el jefe en las cosas que a Javier no le importan. Pero si él se encapricha con algo no es fácil torcerle la decisión”, explica un habitante del segundo círculo del poder libertario.

Meses atrás, el único intento de impulsar otra opción como cabeza de lista en Buenos Aires fue un íntimo y secreto clamor por postular a Karina. “Ella no quiso saber nada. Por suerte…”, dice una fuente que participó de las discusiones, previas al caso Spagnuolo y la mitología del 3%.

La campaña se desmadró el miércoles por la noche cuando Espert, a pedido del comando de campaña, asistió a una entrevista televisiva con Pablo Rossi. Pareció desprovisto de todo sentido de la comunicación de crisis al negarse una y otra vez a responder la pregunta más obvia que iba a hacerle cualquier periodista que respete su profesión: ¿cobró o no los 200.000 dólares de Machado mencionados en la denuncia que presentó el dirigente peronista Juan Grabois?

A la misma hora, sin posibilidad de ver cómo su candidato se hundía en vivo y en directo, Milei empezaba una larga charla en radio Mitre con un conductor amigo en la que defendió a Espert sin fisuras: “No tengo ninguna explicación que pedirle”. La sensación de que no hay guionista a cargo de la campaña se acentuaba. Argumentó por ejemplo que, de pedirle la renuncia a Espert, estaría “validando el disparate” y permitiendo que ”un conjunto de forajidos” le marcara la agenda. Con esa lógica, Diego Spagnuolo todavía debería manejar el presupuesto de discapacidad. ¿O al echarlo avaló sus comentarios sobre un sistema de coimas del que se beneficiaban su hermana y los primos Menem?

Tampoco afinó lo suficiente el discurso de la empatía con los que sufren el ajuste. “Todos estamos sufriendo el ajuste. ¿Sabés quiénes son los argentinos que más salario real perdieron? Los del Poder Ejecutivo”, enfatizó, mientras la discusión pública está contaminada de sospechas de comisiones y transferencias inconfesables.

En esa misma conversación nocturna, quiso mostrarse como un alumno modelo. Dijo que estaba construyendo consensos, que su próxima reunión con Macri iba a ser con papeles arriba de la mesa y que quería trabajar con los gobernadores. Le hablaba a Trump. También dejó entrever su estado emocional: se puso a llorar al recordar goles de Martín Palermo en Boca. Dijo que añoraba una época en la que fue feliz, en la cancha con su hermana y sus padres.

Su vínculo con Espert también está teñido de emociones. Lo conecta con los días apasionantes de la rebeldía antisistema. Se pelearon y se amigaron incontables veces. El insulto ha sido lengua franca entre ellos. Pero le reconoce al economista de Pergamino que nunca lo menospreció, como sí hicieron otros cuando era un hombre sin poder.

El reencuentro entre ellos ocurrió el 29 de noviembre de 2023, en el recinto de la Cámara de Diputados. La Asamblea Legislativa había proclamado presidente a Milei. Espert se le acercó, se fundieron en un abrazo y el nuevo presidente le dijo al oído: “Gracias, profe, maestro”. Al tiempo lo incorporó a LLA y lo impulsó como cabeza de la Comisión de Presupuesto de la Cámara.

Espert y Milei, el día en que se reconciliaron

La sombra de Machado

Quiso la suerte que uno de los momentos de distancia entre ellos fuera el 2019, poco antes de la entrada en acción de Machado en la campaña de Espert. Milei se alejó de ese proyecto porque no validaba a Alberto Asseff, el ultraconservador que había puesto el primer partido que sostuvo esa aventura electoral (UNIR).

Es improbable que Milei haya tratado a Machado, aunque comparten abogado, Francisco Oneto. El Presidente podría decir, como un Bogart en Casablanca: “De todos los abogados del mundo tuvo que elegir al mío”. La realidad es menos poética. Oneto merodea desde hace una década por los círculos libertarios en los que Espert y Milei alumbraron su carrera política y que atrajeron a aventureros como Spagnuolo, Machado y tantos otros.

Javier Milei y Francisco Oneto, su abogado

La errática defensa de Espert el miércoles alarmó a Karina Milei y a Santiago Caputo, en curiosa sintonía. Al candidato le pidieron que preparara una explicación “más adulta”, aunque se resistía. La discusión se terminó abruptamente cuando LA NACION publicó los documentos de la transferencia que le envió el entramado de empresas de Machado. Ya no era “un Excel trucho de Grabois” sino la contabilidad de una empresa elaborada por el Bank of America y aceptada como prueba criminal en un tribunal de Texas.

De urgencia grabó un video en las oficinas de Caputo en la calle Reconquista. Leyó a cámara un libreto en el que admitió haber cobrado 200.000 dólares a cambio de sus servicios profesionales como consultor. Machado, amplió, lo había contratado meses después de la campaña de 2019 para hacer un estudio sobre una mina en Guatemala. Le pagaron un anticipo y después el trabajo no se hizo porque llegó la pandemia. Todo está declarado y en blanco, añadió sin mostrar un solo papel.

Un funcionario que esperaba a esas alturas la renuncia de Espert dijo: “Definitivamente nos metió en Guatepeor”.

La admisión desmonta cuatro años de la narrativa pública de Espert sobre Machado: siempre juró que era un contacto casual, que lo llevó en avión a un acto en Viedma en 2019 y que después no lo vio nunca más.

Su credibilidad quedó herida, por mucho que no exista ninguna prueba fehaciente de que él pudiera conocer las actividades ilícitas de Machado (reveladas en Estados Unidos en febrero de 2021). Incluso ante la Justicia declaró Espert que la excursión a Viedma marcó el fin de su vínculo con el acusado. “Con posterioridad no tuve más trato con esa persona”, consignó en un escrito presentado en marzo en el juzgado de Marcelo Martínez de Giorgi.

La presión sobre Karina Milei y Santiago Caputo para que convencieran a Milei de remover a Espert se disparó el viernes. “Lo están operando con algo que pasó hace seis años y él no podía saber quién era ese hombre”, dijo el Presidente en la reunión con Macri.

A las 21, cuando se supo que Espert estaba reunido con Milei en Olivos, todo el oficialismo anticipó el fin. La ratificación de Espert una hora después (“no me bajo nada”) dejó boquiabiertos a ministros, legisladores y candidatos.

Milei quedó en verlo en el Movistar Arena en la presentación de su libro, este lunes. Por ese acto, y en medio de las crisis que se bifurcan, Milei pasó noches en vela en Olivos ensayando temas que quiere cantar. Tal vez deba atender también lo que pase abajo del escenario: los militantes “territoriales” de Karina Milei están alarmados porque los “celestiales” de Caputo alardean con que Milei los invitó a entrar al estadio junto a él, como si fueran su guardia pretoriana.

“Vamos a terminar a las piñas”, decía entre semana uno de los armadores del karinismo. Después de la derrota bonaerense, los jóvenes caputistas se encargaron de insultar y despreciar a Sebastián Pareja, a los Menem y a otros dirigentes que los habían marginado de las listas, como Ramón Nene Vera, puntero de Moreno.

El Gordo Dan transmitió en su canal de streaming el ensayo de un desfile con estandartes de “Las Fuerzas del Cielo”. Del otro lado, lo tomaron como una provocación. Hasta evaluaron no asistir al acto.

El entuerto de Espert los conminó a enfocarse en lo importante. Para el Gobierno es dramático porque pone en riesgo todo el plan de reconversión. El resultado electoral condicionará la fortaleza de la coalición que Trump y el FMI le piden a Milei a cambio de ayuda financiera. Afectará a las medidas cambiarias y al contorno del nuevo gabinete. Sin una remontada en Buenos Aires, suena verosímil el escenario de una derrota de LLA a nivel nacional.

La oposición amenaza con echar a Espert de la presidencia de la Comisión de Presupuesto. Necesita el voto de dos tercios de los presentes, el miércoles. En el kirchnerismo se envalentonan con pisar el acelerador y expulsarlo de la cámara por “inhabilidad moral”. La Casa Rosada trabaja para evitar ese desastre.

Bessent está atento al desarrollo de la crisis política. Soporta ácidos cuestionamientos internos por asistir a la Argentina de manera tan firme en tiempos del America First. Por eso exige pruebas tangibles de que el salvavidas de dólares no irá a un gobierno disfuncional y sin poder reformista. No parece dispuesto a dar anticipos sin contrapartida. Fred Machado hay uno solo.

Deja un comentario

Next Post

Lo robaron de su casa y aunque 13 años después encontraron a su familia, el final no fue el esperado: “Ya no podían llevarlo con ellos”

La mayoría de los fines de semana en la Sociedad de Bienestar Animal de Sudáfrica son como una montaña rusa, llenos de giros, subidas y bajadas. Pero ese domingo, además de la adrenalina de siempre, trajo consigo una experiencia inolvidable, tanto para los voluntarios del lugar como para un perrito […]
Lo robaron de su casa y aunque 13 años después encontraron a su familia, el final no fue el esperado: “Ya no podían llevarlo con ellos”

NOTICIAS RELACIONADAS

error: Content is protected !!