El Castillo de Chancay se transforma por Halloween: tours, terror y diversión frente al mar

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El Castillo de Chancay, en el norte chico de Lima, ofrece recorridos temáticos, espectáculos nocturnos y experiencias familiares como parte de su programación especial por Halloween 2025.

Halloween se ha consolidado como una de las celebraciones más populares del calendario urbano peruano. En las últimas décadas, esta festividad de origen extranjero ha ido ganando terreno en espacios culturales y turísticos del país. Este año, uno de los escenarios más singulares en sumarse a la temporada es el Castillo de Chancay, que desde mediados de octubre ofrece una programación especial para toda la familia con recorridos, espectáculos y ambientaciones inspiradas en el misterio.

Ubicado en el distrito de Chancay, a 80 kilómetros al norte de Lima, este destino se ha convertido en uno de los escapes de fin de semana más concurridos por los limeños. Su cercanía —a poco más de una hora y media por la Panamericana Norte—, junto con su oferta de playas, hospedajes y espacios históricos, lo ha posicionado como una alternativa atractiva para el turismo familiar y de corta distancia. En ese contexto, el Castillo de Chancay ha sido testigo del auge del turismo temático en el país, adaptando su propuesta a experiencias que combinan historia, entretenimiento y cultura popular.

El recinto histórico mantiene su arquitectura original mientras adapta sus espacios al turismo temático.

Para esta edición, el recinto presenta tres tours diseñados para distintos públicos. “Exploradores del Mundo” recorre culturas antiguas y secretos escondidos entre los muros; “Viajeros del Tiempo” traslada a los visitantes a distintas épocas con piezas y fósiles jurásicos; mientras que “Guardianes del Rey” propone una travesía por pasadizos y túneles donde la valentía y la lealtad protagonizan la historia. En conjunto, las experiencias buscan conectar la arquitectura del lugar con la narrativa fantástica que caracteriza la fecha.

La fachada del Castillo de Chancay se ilumina con colores y efectos especiales durante la temporada de Halloween 2025.

Entre la fantasía y el turismo familiar

El público infantil y familiar encuentra su espacio en Castillandia, una zona lúdica con juegos, concursos de disfraces y presentaciones artísticas. El objetivo es ofrecer actividades seguras y memorables para los más pequeños, en un entorno que combina diversión con historia.

Para los mayores, la Casa del Terror se posiciona como una de las atracciones principales. Con efectos especiales, luces tenues y ambientaciones inspiradas en clásicos del género, este recorrido apela al suspenso y la adrenalina. Los espectáculos nocturnos completan la programación y amplían las opciones de entretenimiento durante todo octubre.

Entre luces tenues y gritos inesperados, la Casa del Terror convierte los túneles del Castillo de Chancay en una experiencia de suspenso para valientes.

Tradiciones que conviven

La propuesta del Castillo de Chancay coincide con la celebración del Día de la Canción Criolla, el 31 de octubre. La simultaneidad de ambas fechas revela la convivencia de costumbres que caracteriza al Perú contemporáneo: mientras el país celebra su música criolla y afroperuana, otras expresiones culturales, como Halloween, encuentran espacio para reinterpretarse desde lo local.

La Casa del Terror del Castillo de Chancay ofrece un recorrido inmersivo con ambientaciones oscuras y efectos especiales.

El complejo turístico, que cuenta con hospedajes y restaurantes, busca prolongar la experiencia con paquetes que incluyen alojamiento y acceso a las principales actividades. Con precios que parten alrededor de los S/ 500, el castillo apuesta por integrar el turismo histórico con la creciente demanda de experiencias temáticas.

Las actividades temáticas combinan historia, misterio y entretenimiento en un entorno frente al mar.

Halloween: una tradición global que se reinterpreta

De raíces celtas y celebrada cada 31 de octubre, Halloween marcaba originalmente el fin de la cosecha y el inicio del invierno. Su nombre proviene de “All Hallows’ Eve” —víspera de Todos los Santos—, y con el paso del tiempo se fusionó con tradiciones cristianas hasta convertirse en una festividad popular dedicada a la fantasía, los disfraces y las historias de miedo.

El recinto histórico mantiene su arquitectura original mientras adapta sus espacios al turismo temático.

En el Perú, la celebración comenzó a expandirse en los años noventa, impulsada por la influencia cultural de Estados Unidos y la globalización de las costumbres urbanas. Hoy, su coexistencia con el Día de la Canción Criolla refleja cómo las festividades importadas y las locales pueden convivir y enriquecer el panorama cultural del país.

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