¿El PSOE puede vigilarse a sí mismo? ¿Qué o quién ha fallado para que, supuestamente, nadie viese indicios que hiciesen sospechar que el hasta ahora secretario de organización, Santos Cerdán, presuntamente gestionó 620.000 euros en mordidas a cambio de contratos públicos entre los años 2019 y 2023?; o que tratase de amañar las primarias del PSOE en 2014?, como así apunta el reciente informe revelado por la UCO.
Más que una cuestión de mecanismos de control, en las filas socialista asumen la responsabilidad desde el plano de las personas: “Lo que han fallado son las personas que han hecho esto y las que han negado hasta el ultimo momento esto”, señaló el ministro de Transformación Digital, Óscar López, quien fue secretario general del PSOE madrileño y quien durante mucho tiempo ocupó el puesto que Cerdán ha dejado vacío.
Desde el PSOE reiteran que actuaron nada más conocer el contenido de las conversaciones, un asunto que, a la espera de las conclusiones judiciales, ya les pareció motivo suficiente para “actuar rápido y con contundencia”. Han pasado seis años desde el comienzo de las primeras conversaciones desglosando cifras hasta la publicación del informe, pero hasta ese momento, defienden, “no había mas información”, solo un informe que avisaron que llegaría.
“En cuanto ha llegado, se ha actuado”. Más allá de cuestionar la rapidez o lentitud con la que la dirección socialista decidió tomar cartas en el asunto, es más que legítimo preguntarse qué ha fallado en los mecanismos de control interno del partido. Más aún cuando Sánchez ha pedido una auditoría externa de las cuentas del PSOE “para que no queden dudas” de la transparencia del partido». ¿Quién controla el funcionamiento interno del partido, su gestión patrimonial y sobre todo, quien vigila que no haya corrupción en el PSOE?
El partido tiene publicado un reglamento de control interno y ahí se detalla cómo funciona el sistema de vigilancia del partido. El artículo 4 del reglamento dicta que el Director Gerente Federal, que es nombrado por el secretario de organización del partido, es el encargado de gestionar aspectos como la contabilidad del partido. Hablamos de las contribuciones públicas y privadas, es decir, el dinero de los afiliados, donaciones, subvenciones públicas, pero también de los gastos de personal, de adquisición de bienes y servicios o de préstamos. Actualmente, quien ocupa este cargo es Ana María Fuentes Pacheco, quien sustituyó a Mariano Moreno Pavón en 2021.
Fuentes lleva décadas ligada al PSOE y cuenta con una trayectoria en la supervisión del cumplimiento normativo en empresas. Fue diputada hasta el año 2011 y, antes de asumir su actual puesto, desde 2018 fue la directora de la Oficina de Cumplimiento Normativo, el organismo del PSOE que gestiona las denuncias internas sobre posibles infracciones normativas y de lucha contra la corrupción que afecten al PSOE, sus cargos o a sus actividades.
Un sistema de denuncias anónimas
Este sistema, apodado Sistema CADE e implementado en 2023, según se desprende de la página del partido, puede ser utilizado por cualquier persona ligada al partido de manera anónima con el fin de garantizar su protección. Por ejemplo, si alguien hubiese visto modificar una votación podría recurrir a este canal de comunicación para denunciarlo. Solamente en caso de resolución judicial, explica el partido, podrá levantarse la garantía de anonimato.
¿Falta un engranaje más en este sistema? ¿Pueden controlarse efectivamente la actividad de los altos cargos de un partido? Es una cuestión puramente del actual mecanismo, o debería cuestionarse otros factores como la falta de voces discrepantes dentro del PSOE; o la necesidad de una nueva ley para reformar o actualizar el funcionamiento interno de los partidos? Son muchas las preguntas que deben formularse tanto el PSOE como el resto de partidos políticos, especialmente aquellos que ya cuentan con un historial delictivo.