Es normal escuchar en los trabajos o en los ámbitos estudiantiles que las personas esperan con ansias el fin de semana. En el imaginario popular, estos son los días de descanso y disfrute, donde la gente tiende a ser más feliz por tener menos obligaciones y horarios que cumplir. Esa sensación de libertad, de poder dormir un rato más o, simplemente, hacer planes sin mirar el reloj, parece tener un efecto directo en el estado de ánimo. Sin embargo, durante mucho tiempo, estas no fueron más que suposiciones, ya que nadie había estudiado si, efectivamente, la dopamina y la serotonina aumentaban por la llegada del viernes.
Para resolver este enigma social, un grupo de estudiosos del London University Collage realizaron una investigación con la que hicieron importantes hallazgos sobre los patrones de cambios de humor en las personas. De acuerdo con los resultados, en primer lugar, se pudo determinar que la gente está de un mejor humor por las mañanas. Si bien el estado de ánimo es dinámico y puede variar por un montón de factores, llegaron a comprobar que estas variables fijas, como el horario, también son determinantes.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores tuvieron que hacerle encuestas a más de 50.000 participantes a lo largo de dos años. En ellas, incluyeron preguntas tales como: “Durante la última semana, ¿qué tan feliz se sintió?”; “¿Qué tan satisfecho ha estado con su vida?” y “¿Hasta qué punto ha sentido que las cosas que está haciendo en su vida valen la pena?”. Las respuestas fueron analizadas con herramientas estadísticas avanzadas que cruzaron los datos con fechas, horarios y estaciones del año.
Como consecuencia, también demostraron que, sorpresivamente y contrario a lo que muchos asumen, la felicidad y la satisfacción de las personas con sus vidas es más alta los viernes. Asimismo, confirmaron que en invierno los síntomas de depresión, soledad y ansiedad incrementan, mientras que en verano bajan para darle lugar a sentimientos positivos.
Aunque existen miles de explicaciones técnicas de cada uno de los aspectos reveladores que publicó este grupo de científicos, una de las más importantes apunta a los cambios hormonales y fisiológicos que las personas atraviesan a lo largo del día. “Por ejemplo, el cortisol (una hormona que regula el estado de ánimo, la motivación y el miedo) alcanza su punto máximo poco después de despertarse y alcanza sus niveles más bajos alrededor de la hora de acostarse”, detallaron en el texto, para justificar la energía positiva que presentaron los participantes en las mañanas.
Por el contrario, encontraron una explicación totalmente distinta para justificar que un día de la semana es más feliz que los demás. Según los especialistas, esto solo se debe al cambio de rutina y a la diferencia en la carga de las actividades que se realiza el resto de los días.
“Nuestros hallazgos indican la importancia de considerar la hora, el día y la estación en la investigación sobre salud mental y bienestar. Estos factores también deben considerarse para el diseño y la ejecución de intervenciones, así como para la planificación y la prestación de servicios de salud pública”, explicaron en el artículo.
