El director Óliver Laxe ha conseguido con su película Sirat. Trance en el desierto hacerse con el Premio del Jurado en el Festival de Cannes.
Desde que se presentó en la Sección Oficial se convirtió en una de las favoritas por lo inusual de su propuesta y por la contundencia de sus imágenes.
Además, hace tan solo unos días se supo que Sirat. Trance en el desierto había sido adquirida por la poderosa Neon para su distribución en los Estados Unidos, una clara demostración del impacto que había causado en el certamen, a pesar de haberse proyectado durante los primeros días.
Una apuesta internacional que además situaría a la película como una de las favoritas para representar a España en los próximos Oscar.
La crítica se ha rendido a este film que ha sido definido como “una oda antisistema”, como una experiencia cinematográfica brutal repleta de contundencia tanto estilística como, incluso metafísica.
De qué va ‘Sirat. Trance en el desierto’
Sirat. Trance en el desierto cuenta la historia de un padre (Sergi López), que viajará al desierto de Marruecos en busca de su hija después de que haya desaparecido en una ‘rave’. Un viaje a modo de ‘road-movie’, hipnótica y repleta de texturas tanto plásticas como sonoras) que realizará junto a su hijo pequeño (Bruno Núñez, que debutó en La Mesías) y que estará lleno de aventuras tanto físicas como experienciales y espirituales.
El director se introduce en esta comunidad, la de los ‘raveros’, que tiene una forma de vida muy particular, la de experimentar a través de la música y la vida nómada la libertad dentro de un mundo repleto de represiones que apuntan prácticamente al apocalipsis dentro de las constantes crisis tanto climáticas como políticas y sociales en las que vivimos.
Sirat. Trance en el desierto es una producción de Movistar Plus+ junto con El Deseo, Úrico Films y 4A4 Productions y se estrenará en nuestro país a través de Bteam el próximo 6 de junio.
La música, un elemento fundamental
Además, la banda sonora de la película, compuesta por Kangding Ray (especialista en electrónica y erudito de la cultura ‘raver’) obtuvo el Premio Cannes Soundtrack, destacándose como un elemento crucial para su atmósfera y narrativa.
La película ha compartido el galardón con la alemana Sound of Falling, de Masha Schilinski, la historia de cuatro niñas en una granja al norte del país que verán cómo evoluciona ese espacio a lo largo del tiempo.
La participación y éxito de Sirât en Cannes es un testimonio del creciente protagonismo y reconocimiento del cine español en el festival, evidenciado también por la presencia de Romería de Carla Simón en la competencia oficial.
Y es que hacía tiempo que el cine español no alcanzaba la gloria en el Festival de Cannes. El último premio fue para Antonio Banderas como mejor actor por Dolor y gloria, de Pedro Almodovar en el año 2019. El director manchego se había convertido prácticamente en el único español, hasta este momento, reconocido dentro del palmarés del certamen más importante del cine internacional.