Horas antes de la difusión pública del resultado de la operación, el grupo Hamás afirmó la autoría del ataque ocurrido al norte de Hebrón, contextualizándolo como una represalia por las políticas y acciones israelíes en la región. Según reportó Notimerica, las fuerzas de seguridad de Israel confirmaron que culminaron una persecución en la ciudad palestina de Hebrón con la muerte del sospechoso del atropello que había dejado herido a un militar israelí en las inmediaciones de la ciudad.
La acción arrancó después de que un combatiente de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) resultó herido cuando fue embestido por un vehículo, cuyo conductor se dio a la fuga tras el incidente. El canal de Telegram de las FDI y el servicio de seguridad interna Shin Bet informaron que se llevó a cabo una operación conjunta en respuesta inmediata al ataque, empleando información de inteligencia para identificar y localizar al presunto responsable. Los reportes oficiales, citados por Notimerica, indican que el sospechoso fue localizado dentro de Hebrón mientras conducía el mismo automóvil vinculado al atropello.
Durante la intervención, las fuerzas israelíes intentaron detener al individuo, quien, según la versión ofrecida por las FDI y Shin Bet, buscó eludir la interceptación. La reacción de las fuerzas implicó el uso de fuego contra el sospechoso, resultando en la muerte de quien habría perpetrado el ataque. “El terrorista que hirió a un combatiente de las Fuerzas de Defensa de Israel con un coche ha sido eliminado”, precisó el comunicado oficial transmitido por Telegram. El despliegue conjunto tuvo un carácter urgente y se constituyó como respuesta directa al hecho ocurrido afuera de Hebrón, en el territorio de Cisjordania.
Según publicó Notimerica, el seguimiento del caso por parte del ejército israelí y los organismos de inteligencia incluyó la movilización de recursos para sistematizar datos acerca del responsable y su paradero. La rápida reacción permitió que en pocas horas se anunciara oficialmente la culminación de la operación, lo que fue publicitado a través de los canales institucionales del Estado de Israel. Las fuerzas armadas, junto con el Shin Bet, subrayaron que la letalidad de su intervención se fundamentó en la supuesta peligrosidad que representaba el esfuerzo del sospechoso por huir y el presunto peligro inmediato para los militares dispuestos en el lugar. Las autoridades recalcaron que continuarán desarrollando acciones para abortar posibles incidentes similares, sosteniendo su determinación de actuar ante cualquier amenaza a la población y a los integrantes de sus estructuras de seguridad.
El medio Notimerica indicó que la jornada transcurrió bajo un clima de máxima tensión en la región, con las reacciones de los distintos actores institucionales ocupando buena parte del debate público y mediático. La situación en Cisjordania se ha caracterizado por una escalada en la frecuencia y gravedad de los enfrentamientos entre fuerzas israelíes y diversos grupos palestinos. La declaración de Hamás, destacada por Notimerica, atribuyó el alza en el número de operaciones de resistencia a lo que describen como “agresión del estado de ocupación” y a la imposición de nuevos hechos consumados mediante políticas de judaización, expansión de asentamientos y anexiones. En el mismo pronunciamiento, Hamás hizo hincapié en que los ataques de sus militantes se enmarcan en una política de respuesta ante redadas, asesinatos y demás acciones ejecutadas por Israel en Gaza y Cisjordania.
Tanto las FDI como el servicio de seguridad Shin Bet remarcaron en sus mensajes la intención de preservar la seguridad tanto de los ciudadanos israelíes como de sus fuerzas militares, advirtiendo que toda persona considerada una amenaza enfrentará este tipo de respuestas. Las instituciones sostienen que el uso de la fuerza resulta legítimo bajo el argumento de autoprotección y en cumplimiento de su mandato de prevención del terrorismo. El comunicado difundido al concluir el operativo subrayó: “Continuaremos actuando para frustrar el terrorismo en la región, contra cualquiera que dañe o intente dañar a los ciudadanos del Estado de Israel y a las fuerzas de seguridad”.
En el trasfondo de estos episodios, la zona de Hebrón y el conjunto de Cisjordania mantienen una situación volátil, marcada por numerosos operativos de seguridad y por denuncias continuas de las autoridades y grupos palestinos sobre las consecuencias de las políticas israelíes en el territorio. Notimerica viene registrando desde hace meses la escalada de acciones armadas y su repercusión en los discursos tanto del gobierno israelí como de las autoridades y movimientos palestinos. Los acontecimientos sucedidos cerca de Hebrón y la persecución posterior evidencian, de acuerdo con las crónicas del medio, la persistencia del conflicto y la rapidez con la que los incidentes de violencia generan respuestas de ambas partes.
La acción reivindicada por Hamás fue presentada como una réplica directa a lo que su estructura define como una política de “ejecuciones en el campo, redadas, demolición de viviendas y ataques sistemáticos”. Los voceros del movimiento subrayaron que la continuidad de estas prácticas por parte de Israel induce a un incremento de las operaciones consideradas de resistencia. Por su parte, la postura israelí mantiene el énfasis en la necesidad de erradicar cualquier intento de agresión y en proteger la estabilidad frente a incidentes que catalogan como terrorismo. De acuerdo con la cobertura de Notimerica, la operación finalizó con la difusión de mensajes institucionales dirigidos a la opinión pública nacional e internacional, en los que ambas partes reiteraron sus postulados y fundamentaron sus decisiones en el relato de los acontecimientos de la jornada.
