
El Ejército de Liberación Nacional (ELN) ha advertido a la población colombiana acerca del riesgo de desplazamientos por carreteras y ríos navegables entre el 14 y el 17 de este mes, recomendando evitar estos trayectos y cualquier contacto con las fuerzas armadas para no quedar atrapados en enfrentamientos, según informó la propia guerrilla por medio de un comunicado oficial. Esta advertencia forma parte de la declaración de un paro armado de 72 horas, una respuesta que el grupo justifica ante «las amenazas de intervención imperialista» emitidas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y que, de acuerdo al ELN, buscan radicalizar la presión sobre América Latina y su patrimonio estratégico.
Según publicó el medio, el ELN señaló que la decisión de paralizar actividades se toma frente a lo que calificaron como un intento estadounidense de profundizar el control y la explotación de los recursos naturales en Colombia y el resto de la región. El comunicado divulgado por la guerrilla acusa directamente a Trump de buscar «hundir aún más sus garras en territorios de América Latina y el Caribe», vinculando su injerencia con una estrategia para intensificar el saqueo de los bienes nacionales. El grupo armado responsabilizó también a sectores de poder internos, a los que denominó como «la oligarquía vende patrias», por respaldar el intervencionismo extranjero.
El ELN expuso en su mensaje que su lucha se orienta a la defensa de la vida frente a la dinámica de acumulación de capital, y enfatizó que “las decisiones sobre el país las tomamos en Colombia y no en Washington»; insistió además en la aspiración de alcanzar «un gobierno que le sirva al pueblo y no a la minoría dominante». El grupo insistió en que este paro armado no tiene por objetivo atentar contra la población civil; en ese sentido, garantizó que respetarán tanto la integridad de los civiles como sus bienes, aunque reiteró la recomendación de no transitar ni mezclarse con el aparato militar para garantizar la seguridad de quienes permanecen ajenos al conflicto, según reportó el medio.
El contexto en el que ocurre este anuncio incluye un clima de tensión inédito en la región suramericana. Tal como consignó la fuente, fuerzas militares estadounidenses se han desplegado de manera destacada frente a las costas de Venezuela, una operación caracterizada por el bombardeo de varias embarcaciones supuestamente vinculadas al narcotráfico, acciones que, de acuerdo a la información, han dejado al menos 80 personas muertas, y la toma de un petrolero. Este escenario militar coincide con un período de amenazas directas por parte del presidente Trump hacia el Gobierno colombiano.
En días recientes, detalló el medio, Trump advirtió al mandatario colombiano Gustavo Petro que, de no frenar la producción de cocaína en Colombia, podría ser el «siguiente» en enfrentar represalias estadounidenses, después del presidente venezolano Nicolás Maduro. Las declaraciones del presidente estadounidense incrementaron la percepción de amenaza sobre la soberanía política y territorial de Colombia, profundizando la preocupación entre sectores organizados como el ELN y alimentando la narrativa de intervención extranjera en asuntos internos.
El comunicado del grupo guerrillero, reproducido por el medio, presenta su decisión de resistencia como un acto de oposición directa tanto a la influencia norteamericana como a los sectores locales que, en palabras del ELN, facilitan los intereses foráneos sobre el territorio y los recursos colombianos. El paro armado anunciado se establece, bajo esa lógica, como una respuesta a lo que consideran una doble presión: por parte de fuerzas internacionales y de aliados internos comprometidos con esos intereses.
Mientras se desarrolla este episodio, la región asiste a un aumento de la tensión militar y política, que pone el foco en la dinámica de las relaciones entre Colombia, Venezuela y Estados Unidos. Las recientes operaciones militares en el Caribe, unidas a las amenazas verbales de Trump, configuran un escenario en el que la guerrilla busca consolidar posiciones y definir líneas de acción frente a lo que identifica como un incremento de la intervención extranjera. Según lo reportó el medio, el llamado a paro y las medidas propuestas por el ELN tratan de prevenir la afectación a terceros y, a la vez, emitir una advertencia sobre los posibles costos de una intervención armada mayor o de nuevas operaciones sobre suelo colombiano.