La historia de José Luis Huertas, conocido digitalmente como Alcasec, representa uno de los casos más notorios en la evolución del cibercrimen en España. Desde su adolescencia, consolidó una reputación que lo convirtió, según la Policía Nacional, en “quizás el hacker más poderoso e indetectable del país”. Su pericia le permitió acceder a volúmenes de información que, en algunos episodios judiciales, se estimaron capaces de alcanzar al 90% de la población española.
Quién es Alcasec y por qué es considerado el mayor hacker de España
Nacido en 2002 en Madrid, el nombre de Alcasec se volvió conocido en el entorno judicial cuando, con apenas 19 años, fue arrestado tras una investigación por diversas intrusiones a sistemas oficiales.
Entre las primeras actuaciones relevantes de este joven figura el acceso a bases de datos de HBO, donde produjo miles de cuentas gratuitas, y acciones contra empresas como BiciMAD y Burger King, así como repetidos ataques contra organismos públicos, entre los que destacan la Dirección General de Tráfico (DGT), la Policía Nacional, la Sanidad pública y distintos ayuntamientos.
Estas actividades tempranas dejaron un rastro que pronto alertó a las autoridades y al sector privado.
El ciberataque clave en el historial criminal de Alcasec
El episodio que definió su historial judicial sucedió en octubre de 2022, cuando logró penetrar los sistemas del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Mediante la obtención de credenciales de funcionarios, accedió al Punto Neutro Judicial, donde obtuvo datos bancarios de más de medio millón de contribuyentes, un hecho que llevó a la apertura de expedientes judiciales y a su entrada en prisión provisional.
Según investigaciones recogidas por Europa Press, parte de la información sustraída habría sido trasladada a plataformas y servidores en el extranjero, utilizada posteriormente en esquemas de comercialización de datos a través de redes digitales como Udyat y uSms.
Alcasec no solo fue conocido por la magnitud de sus intrusiones informáticas, también por el entorno en el que se movía y su estilo de vida poco común para su edad. Informes de la Policía Nacional detallan viajes internacionales, la adquisición de vehículos de lujo y el uso de ropa de alta gama.
Algunos colaboradores cercanos ostentaban patrimonios elevados y acceso a bienes exclusivos, como el caso de uno de sus socios que tenía un vehículo de alta gama valorado en 200.000 euros. En el plano social y profesional, Alcasec mantenía relaciones con figuras destacadas, incluido Francisco Nicolás Gómez Iglesias, conocido como el pequeño Nicolás, e incluso con Francisco Martínez, ex secretario de Estado de Seguridad durante el mandato de Mariano Rajoy.
El hacker más joven: del cibercrimen a la prisión provisional
Pese a promesas públicas de reconversión hacia la ciberseguridad legal, Huertas ha encadenado entradas y salidas de prisión vinculadas a delitos informáticos, blanqueo de capitales, organización criminal, revelación de secretos y manipulación de datos.
A finales de mayo de 2025 fue detenido nuevamente, junto a Martínez y el youtuber Álvaro Martín, en una operación en la que la Audiencia Nacional investiga una presunta trama de extracción y venta de datos personales y bancarios. El operativo supuso también el arresto de relevantes figuras del ámbito legal y digital, subrayando la dimensión transversal de la organización.
El debate por la libertad provisional y los argumentos de la defensa de Alcasec
En medio del proceso judicial que mantiene a Alcasec en prisión provisional, su defensa ha solicitado la libertad provisional, argumentando que los riesgos de fuga o destrucción de pruebas son inexistentes y que las autoridades ya han asegurado los elementos probatorios relacionados con sus actividades.
Se destaca que ha cumplido con todas las medidas cautelares previas, entre ellas la retirada de pasaporte y la presentación periódica ante el juzgado. Los abogados de Huertas niegan que disponga de grandes cantidades de criptomonedas, un elemento que había sido señalado en anteriores resoluciones judiciales como indicativo de riesgo de fuga.
El sumario, que permanece bajo secreto, apunta además la posible existencia de una estructura organizada, en la que Martínez habría desempeñado un papel central como “coordinador jurídico-operativo y arquitecto de blindaje estructural”, con funciones orientadas a la consolidación y sostenibilidad de la trama.
El expediente de Huertas evidencia la sofisticación técnica lograda por parte de una generación de ciberdelincuentes que, a corta edad, han puesto a prueba la capacidad de reacción de instituciones estatales y empresas privadas en materia de protección de datos, ciberdefensa y persecución penal.