
El exilio cubano en Miami presentó este miércoles la organización independiente «Defensa CD“, centrada en el seguimiento de denuncias por represión en Cuba, la protección de víctimas y la atención a demandas relacionadas con ataques a la libertad religiosa.
Esta nueva entidad retoma el trabajo del Centro de Denuncias de la Fundación para la Democracia Panamericana (FDP) y fue lanzada durante un acto en la Universidad Internacional de Florida (FIU).
La organización se divide en dos áreas: un observatorio de libertad religiosa y un equipo para la observación de denuncias de represión.
Según el activista cubano Yunier Suárez, director del área de monitoreo de represión, el objetivo es ampliar el trabajo previo y ofrecer una herramienta para recopilar denuncias contra el régimen dentro de la isla, especialmente aquellas relacionadas con violaciones a los derechos humanos, que se incrementan cada año.
La finalidad de «Defensa CD“ es acompañar tanto a colectivos como a personas que presenten denuncias, canalizar esa información a organizaciones internacionales y solicitar medidas de protección para las víctimas, como llamados urgentes o medidas cautelares.

Según Juan Carlos Vargas, director del Centro de Denuncias, “no solo es el monitoreo, sino que también busca visibilizar y proteger dentro de las herramientas que establece el sistema interamericano para las víctimas”.
Los activistas alertaron sobre el aumento de violaciones a los derechos humanos en Cuba y la identificación de patrones de represión contra prisioneros políticos. Suárez destacó: “Van desde el aislamiento prolongado a la negación de atención médica deliberada y sistemática”. Añadió que los familiares de los presos también están siendo objeto de represalias.
En el acto participaron figuras como Stuardo Ralón, Comisionado para Cuba de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH); José Daniel Ferrer, Coordinador General de UNPACU; y Rosa María Payá, fundadora de Cuba Decide y Comisionada Electa de la CIDH.
Ferrer, uno de los 75 presos políticos de la Primavera Negra de 2003, llegó a Miami en octubre como refugiado político tras un acuerdo entre Estados Unidos y el régimen cubano.
Miami se mantiene como el principal centro de la diáspora cubana, con más de 911.000 residentes de origen cubano en 2023, según el Instituto Cubano de Investigaciones de la Universidad Internacional de Florida.
