En medio de la polémica por las múltiples incidencias y problemas ocurridos durante los últimos meses en la red ferroviaria española, especialmente los que afectan a los trayectos de AVE, el presidente de Renfe, Álvaro Fernández Heredia, abrió el debate sobre la necesidad de mantener los controles de seguridad de los trenes de alta velocidad.
“Este es un debate interesante. Cuenta la leyenda que los controles en el AVE se establecieron con el Madrid-Sevilla cuando éramos el escaparate del mundo, nada podía salir mal y esa nueva AVE quería parecer de otro estatus como era el avión… han pasado más de 30 años”, señaló en un mensaje en X al hilo de un artículo de opinión titulado El control de equipajes del AVE: un inútil, carísimo y molesto banco pintado.
En el texto, publicado en El Economista, un experto señalaba, entre otras cuestiones, que el control de equipajes “produce retrasos en los trenes y congestión en las estaciones”. “En definitiva, estamos ante un vestigio de otra época que nació con otros objetivos. No mejora la seguridad, pero sí encarece los billetes, crea colas, genera retrasos y expulsa viajeros del ferrocarril”, añadió Alberto García Álvarez, el autor del artículo de opinión.
Sin embargo, el Gobierno, lejos continuar esta senda, se reafirma en la necesidad de mantener dichos controles. A través de una reciente respuesta parlamentaria escrita, precisamente a propósito de las palabras del presidente de Renfe, el Ejecutivo defiende la implementación de dicha medida.
“Cabe señalar que en Europa se está trabajando para estandarizar las medidas de seguridad (arcos detectores de metales, detectores de explosivos, guías caninos, etc.) en los espacios públicos que no sean los relacionados con la aviación, y España es un país pionero con los controles que ya aplica a la Alta Velocidad, como muestra de la eficacia de examinar al personal que usa este medio de transporte público”, justifican desde el Ejecutivo.
En su respuesta a la petición, impulsada por varios diputados de Vox, el Gobierno recuerda que dichas medidas se instalaron en las infraestructuras gestionadas por Adif desde la implantación de la Alta Velocidad en España. Su fin —agrega— es “garantizar que los usuarios no sufran ningún incidente por la introducción de armas u objetos que comprometan su integridad personal y la seguridad de sus bienes”.
De hecho, desde la implantación de los controles de seguridad del equipaje en líneas de Alta Velocidad en el año 1992, “nadie ha perdido la vida a consecuencia de la comisión de ningún tipo de atentado contra la vida de las personas, tanto desde el interior de los propios trenes, como desde fuera de ellos, en líneas ferroviarias de larga distancia o Alta Velocidad”.
Medidas de seguridad avaladas por la ley
El Gobierno asegura que los controles de seguridad tienen un “fin disuasorio” para garantizar la prevención y ausencia de incidentes con armas de fuego, armas blancas u objetos o sustancias peligrosas. “Igualmente, buscan detectar este tipo de objetos y, en caso de localizarse, responder para evitar daños a las personas y los bienes”.
Por otro lado, el Ejecutivo destaca en su respuesta que España es el segundo país del mundo que más visitas de turistas recibe y casi 40 millones de personas utilizaron este tipo de trenes el año pasado. “En parte, gracias a la sensación de seguridad que nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, apoyados por la Seguridad Privada, lo que contribuye a ser un país exento de riesgo, no solo para el turismo o los propios residentes, sino para favorecer inversiones extranjeras entre otros”.
Por último, el Ejecutivo señala que las medidas de seguridad que se aplican en las estaciones de Alta Velocidad se realizan de acuerdo con lo establecido en la Ley de Protección de la Seguridad Ciudadana, así como en la Ley de Seguridad Privada, y en las Recomendaciones europeas que “especifican las características de los equipos de rayos X y detectores de metales utilizados en espacios públicos”.